MIS LIBROS FEMDOM

26 febrero 2016

La Venus de las pieles. Reseña



Por si alguien no lo conoce, el libro del mismo título fue escrito por Leopold von Sacher-Masoch, de quien procede el término masoquismo. No trata por tanto de Dominación Femenina en sentido estricto, y cuando lo leí hace varios años me quedé con la sensación de que era más un “mandar desde abajo” que otra cosa.


Si no conoces la historia, puedes saltarte el spoiler que viene a continuación.
El hecho de que él convenza a la chica para que le de la caña que necesita, ya resulta chocante. Luego ella le coge el gusto y se pasa de cruel, con lo que se hace cierto aquello de que hay que tener cuidado con lo que se desea porque puede hacerse realidad. Y el final es previsible teniendo en cuenta que lo de ella no es precisamente vocacional: cae rendida por un típico macho alfa y reconoce que está más a gusto siendo la sumisa de la relación.


En la versión cinematográfica de Roman Polanski todo se desarrolla en el escenario de un teatro, durante el casting que el autor de una adaptación de la novela hace para elegir a la protagonista. La película tiene cierto mérito por lo limitado del entorno y porque poco puede aportar al original, pero he tardado mucho en verla porque me olía a aburrida y no he cambiado de opinión tras haberlo hecho. A ratos se pone interesante cuando ella se mete en el papel y maneja la situación, pero enseguida habla desde su personalidad vainilla y se distancia de lo que pasa en escena, con lo que se convierte en una escenificación perfecta del Ama de sesión y rol, algo que no cuadra para nada con mi forma de vivir la DF.


De todos modos, hay pocos libros y películas que traten de estos temas, aunque la mayoría se queda en el tema sadomasoquista, pero en fin, menos da una piedra. 


18 febrero 2016

"Maldición", soy Ama...

En demasiadas ocasiones me llega un sumiso -sin conocerme de nada, claro-, metiendo la palabra Ama en cada frase que me escribe. Si ya pone “mi” Ama, me arde la pupila. Entonces, en el caso improbable en que responda, tengo que aclarar (de traca esto) que ante todo soy persona, y no el Ama de cualquiera. Y claro, ahí es cuando el sumiso bizquea, no entiende nada y me recrimina que si ando por internet poniendo la palabra Ama y, por tanto según él, centrándome en mi aspecto sexual, ¡a ver qué puedo esperar!... Y eso que no poso por aquí como la moza de la foto, que (supongo, espero, desespero) lo primero que se ve es cómo ando de neuronas.


Otro caso típico es cuando llega alguno en plan telegrama con su mensaje de copia-pega: “busco mujer que me domine”. Lo mismo le da que sea rusa, china o su prima vestida de catwoman. Y lo que piensan todo el rato es, “Te gusta dominar, ¿no? ¿Pues por qué no empiezas conmigo de una puñetera vez?” Dan por sentado que soy tan poco selectiva como ellos. Y dan por sentado que se trata en exclusiva de algo erótico, así que para qué perder el tiempo en buscar conexión personal, entendimiento, y “chorradas” por el estilo.


Es muy fácil distinguir al que busca Ama en plan abstracto del que necesita mucho más para entregarse. Porque los del primer grupo no se entregan nunca, claro, de ahí la diferencia. No necesito bola de cristal cuando el tipo en cuestión SOLO habla de femdom, o me pregunta qué hago con mis sumisos, qué experiencia tengo, y no da ni una muestra de interés por cómo me siento o cómo me fue el día. Y algo tan “inocente” como no leer mi blog, es otra buena muestra de que le resbala saber qué clase de persona y mujer soy. Algunos, como máximo, lo harían si se lo ordeno, al menos para llevarse el calentón de pensar que están haciendo algo en plan sumiso. Patético, sí.

A ver si inventamos nuevas palabras, para que no confundamos a los sumisos con los “sumisos” (o sea, los que utilizan a la mujer para cumplir su fantasía de vídeo porno jurando en falso entrega eterna) ni a las Amas con las... etcétera, porque aquí la lista también es larga entre unas y otras, ya que la fauna de las “dominantes” tampoco se queda corta.

Y si el “sumiso” de turno bizquea cuando le dices que eres persona y no buscas un rato de teatro, ya ni te cuento cómo se queda cuando le explicas que tu dominación no viene con un botón de apagado/encendido que diga “hasta aquí”, “ahora no”, y que disfrutas igual cuando se trata de D/s sexual que cuando él acata que elijas menú, sala de cine o ruta de paseo. Yo es que no me parto por la mitad. Si me apetece que él haga cualquier tarea para mí, estoy siendo tan dominante como si le digo que me haga sexo oral. ¿Dónde está la maldita diferencia? Es más, ¿por qué la marcan ellos? Supongo que es por las dichosas hormonas que suben y bajan, y con ellas, el nivel de sumisión.

Por otro lado está el asunto de que ellos lo tienen más fácil para separar sexo de todo lo demás. Cualquier sumiso de calentón, en cuanto se lleva el corte por mi parte, deja de hablarme de usted, deja el teatro barato, y me habla como si fuéramos colegas tomando una copa, si es que no se enfada tanto que hasta me insulta. Y claro... me rechina, joder, me rechina todo esto una barbaridad. ¿Cómo puede ese (y miles como él) hablar en plan robot con una que se pone Ama en el nick sin tener ni remota idea de cómo es esa mujer, que puede ser incluso un hombre gastando una broma? Les excita, claro. Y a los cinco minutos ni se acuerdan. Será para ellos como mirar un vídeo porno. “¿Qué me va a hacer? ¿Cuándo empieza a dominarme? Deme alguna orden ya”... ¿Os suena de algo esto, compañeras de búsqueda interminable de un sumiso en condiciones? Apuesto a que sí, porque son todos así de parecidos y previsibles.

Y ese rasgo “friki”, el hecho de que me llene y me ponga ser obedecida, que es lo que echa para atrás a los hombres vainilla, sin embargo es lo que atrae a los sumisos, PERO muchos (el 99%, vaya) se quedan en la superficie y les resbala cómo sea la mujer que hay detrás de ese Ama, en parte por culpa de las señoras dóminas de tacón permanente, cara de mala leche perpetua y frialdad glacial. Voy a tener que cambiar el título del blog y ponerle “Ama y persona”, por redundante que me parezca.


Qué difícil es el equilibrio, o gusanos arrastrados o sumisos sexuales que fuera de eso miran con lupa cada paso que das, no vayas a tomarlo por un trapo sin autoestima... Repito, no soy de esas, ni pisoteo a nadie, ni me enorgullecería tener a mis pies a un hombre que no se estima a sí mismo. Y claro, soy el bicho raro en ambos mundos.

Puede ser difícil distinguir a un buen sumiso de un caradura en los primeros momentos en los que él quiere ir poco a poco o te dice que no tiene experiencia, pero lo mejor que puedes hacer es bajarlo de la nube y obligarlo a que te vea como una persona normal (que es lo que se supone que eres), quítale las prisas, ignora su auto-adjudicada sumisión, no hagas nada sexual con él hasta que conozcas sus auténticas intenciones, etc. Si la prueba se supera, puedes tener al hombre que mejor encaje contigo, porque entre “sumisos” pajilleros y vainillas que tienen pánico a la palabra sumiso saliendo de la cama... estamos apañadas.

Como muestra/anécdota de algo de todo esto, traigo la proposición que me hizo un supuesto sumiso yogurín tras responderle que no quiero un sumiso a ratos:
Tenía una cosa que proponerle... Esta claro que por la edad no podria cumplir lo que esta buscando exactamente, una relación con todo lo que implica que además sea entre ama y sumiso. Sin embargo, estoy muy interesado en el mundo, me gustaría iniciarme, pero es imposible (o no se dónde buscar bien) encontrar una mujer así, dominante, que quiera un hombre sumiso que obedezca lo que ordene y tal... Así que me gustaría pedirle que me dejase ser su esclavo "a ratos" como dijo, si aun no tiene esa relación que buscaba, tanto para satisfacerla como para iniciarme.. que le parece?
Le respondí:
Pues me parece mal, porque yo no funciono así, lo primero es que mi sumiso sea mi mejor amigo, y no ir a saco desde el principio.
Y ya él dijo “comprendo” y jamás se supo, porque claro, lo de ser mi amigo y que yo buscase conexión de persona a persona, le sonaría a chino y no le interesaba para nada al muy caradura, como les ocurre a otros cientos que son incapaces de ver en mí otra cosa que no sea mi parte dominante. ¿Satisfacerme? No creo, chaval, no podrías si tengo que ajustarme a TU agenda. ¿Iniciarte? ¿En qué? ¿En fingir que te entregas sin entregarte en realidad a una desconocida? Puaj.

De los sumisos pajilleros o de calentón habré hablado cien veces, de esos que no tienen intención de salir de internet y juegan con las mujeres, y si salen, se les desinfla el pirulí porque no hay dios(a) que compita con esas escenas de su pantalla, o se asustan porque anticipan que les harás lo de aquel vídeo extremo y temen acabar en urgencias.

Y en el lado opuesto está el que quiere una relación a todos los niveles pero le pesa mucho la imagen de Ama de manual, dando por sentado que somos todas iguales. Algunos de estos FALSOS mitos sobre las Amas fomentado por las que viven del rol y por novatos, pajilleros y sumisos de manual son:
-Un Ama domina a todo el mundo, a cualquiera que le llegue buscando dominación, porque está en nuestra naturaleza y por tanto no debemos ser selectivas.
-Las Amas son frías y no buscan nada en sexo que se salga de las prácticas de manual, alejado además de toda conexión afectiva entre personas. Afirmar eso equivale a decir que somos enfermas emocionales incapaces de amar, y lo mismo sirve para los sumisos.
-El Ama debe moldear al sumiso desde cero, como si la personalidad se pudiera modificar después de los 5 años... Y claro, si eres sumiso, olvídate de ser como eres porque tendrás que cambiar de la cabeza a los pies.

En resumen, el problema es el que comento siempre: por desgracia lo que más abunda no es que dos personas conecten, sino lo de empezar la casa por el tejado y encajar con calzador en el manual femdom. NO se puede cambiar a la gente, si acaso servirles de inspiración para que saquen lo mejor de sí mismos, porque desde que nacemos tenemos el potencial de ir avanzando (o retrocediendo...), y mejor que no haya un mundo de distancia entre ambos, lo lógico es encontrar a alguien compatible, y ya el nivel D/s lo vivirá cada par Ama-sumiso como mejor se amolde a sus circunstancias. Porque somos mujeres y hombres antes que nada y hay gente compatible y gente que no encaja ni con vaselina, ya sea dentro o fuera de la D/s. Esta última frase, tal vez, siendo muy optimista, será lo que consiga transmitir desde aquí a base de repetirlo mil veces, la esperanza es lo último que se pierde, ains.

Soy Ama, sí, pero no dejo de ser persona, y no me vale cualquiera. ¿Me entiende alguien o lanzo una botella al espacio sideral?
Santa paciencia.

10 febrero 2016

No quiero femdom de plan B


No encontraba un título fácil para lo que quiero explicar, así que ese me parece lo más cercano. No me refiero a ser el plan B del sumiso, aunque por supuesto que tampoco quiero eso.
Por lo que veo hacia donde quiera que mire, hay un par de características que me diferencian de la mayoría de las mujeres que se definen como Amas. A grandes rasgos, la primera es que no soy de prácticas “obligatorias”, parafernalias, Dómina de manual, cruel, fría, sin escrúpulos, o sea, que poco tengo que ver con lo que aparece en muchos vídeos porno, anuncios de clasificados, o algo en la línea de una dominatrix pero en gratis. Ya de por sí creo que es bastante infrecuente diferenciarse de todo lo anterior, aunque voy encontrando casos parecidos de vez en cuando. La segunda característica que me diferencia es algo que es casi igual de infrecuente, si acaso un poco más: no busco un sumiso para una relación secundaria o paralela a otra principal con un hombre vainilla. De ahí que hable de femdom de plan B para referirme a eso, y es algo que las engloba a ellas y ellos, porque también hay hombres que buscan una relación a ratos con un Ama, y les da igual si ella tiene pareja, o incluso les encanta porque quieren participar en tríos, cesiones, intercambios, orgías y lo que se tercie.


No voy a opinar sobre femdom de plan B más allá de decir que a mí no me interesa y punto. Sí que me da un poco de pena y rabia que, desde fuera, parezca que lo único que existen son casos así: Amas que ven a los sumisos como hombres de categoría B a los que jamás tendrían en su vida a todos los niveles. Y no es de extrañar si lo que buscan es un juguete para reforzar la hombría del machote que tienen por marido, o un felpudo que las haga sentirse más reinas que nadie. Y me pasa igual que con el tema cornamenta, que le veo una contradicción tan brutal con la Dominación Femenina, que considero que está metido con calzador en el mismo baúl. Por si no conoces mi opinión del tema por algún post anterior, resumo: no puedo evitar sospechar que en el fondo son mujeres que acatan con obediencia lo que sus hombres (vainilla) quieren, verlas convertidas en putas que harán todo lo que ellos desean, siendo las sumisas en realidad. Pero oye, cada cual es feliz a su manera y entra en calor como le viene en gana, así que yo simplemente dejo mi opinión por si a alguien le sirve para tomar otra perspectiva del asunto.


Lo que sí quiero recalcar es que no busco esa clase de sumiso que quiere ser humillado por un macho-man, o que no aspire a compartir toda clase de vivencias en común conmigo, y que para mí ser Ama no es un juego de cama para reavivar pasiones de pareja ahogada por la rutina, porque no tengo pareja vainilla ya que esos hombres convencionales no me interesan en el terreno de las relaciones. Ama y sumiso son el ying y el yang, según mi código de vida. Para mí todo esto es tan obvio que ya se me olvida que no es lo habitual, y por eso no está de más volver a recalcarlo. Y en cuanto a los sumisos que dan por sentado que tengo o puedo tener pareja vainilla, sin importarles o encantados con la idea, tengo que decir que me interesan menos que mirar hormigas en un zoo. Por cierto, que me parece genial que haya un roto para un descosido, y que eso es lo que tendrían que hacer ellos y ellas, dios los cría y que ell@s se junten.


Tal vez por eso haya tan pocos sumisos de los que busco, no abundan los que se sienten plenos siendo útiles, hay más de los otros, de los que se excitan siendo rebajados y sintiéndose piltrafas. Y claro, es más fácil tumbarse y dejarse humillar, sobre todo si es una vez a la quincena con una mujer que no les exige nada más, que hacer el esfuerzo de dejarse guiar para mejorar bajo el mandato de una mujer que aprecia la entrega de un hombre valioso. No entiendo de qué sirve que se me someta un hombre de cuarta categoría, yo prefiero una preciada propiedad, alguien que se pula cada vez más a mi gusto y de quien sentirme orgullosa, pero eso sí, no será un camino hacia su degradación absoluta sino que lo subiré de nivel en cuanto a su forma de manejarse en la vida, y por supuesto no es un camino fácil. No me sirven los que ponen excusas: “no puedo”, “no sirvo”, “me quedo a medias con la parte que me interesa sin esfuerzo”. Esos no tienen los valores, como personas, que necesito para que mi relación funcione.


Siempre he tenido claro lo que no quería, como gusanos arrastrados y “sumisos” de calentón, pero cada vez tengo más claro lo que quiero, y lo voy a repetir las veces que haga falta: quiero que seas tu mejor versión, por ti y para disfrutarlo yo. Y no me conformo con menos.

¿Qué me atrae en un sumiso?

Aunque ya expliqué aquí lo que busco en un sumiso, voy a especificar un poco más. Lo que voy a comentar no es una guía de lo que debe hacer...