Algunos dirán: “¡qué interesante pregunta!” La mayoría pensará: “bah, no quiero una amiga, quiero una Ama y ¡la quiero ya!” Los del segundo grupo son los que van como alma en pena por todo el ciberespacio quejándose de que no encuentran Ama. Y no la encontrarán jamás, claro, porque no buscan a una persona, sino a una fantasía convertida en carne.
En el post sobre las Amas que no son Amas, dejé caer este tema. Me refiero a ese amigo mío y ex-sumiso, una combinación complicada y poco frecuente en mi vida. Así que vamos a ver esto de la posible amistad entre una mujer dominante y un hombre sumiso.
A veces, y vamos a incluirnos todos, empezamos la casa por el tejado, y pretendemos tener una relación femdom con alguien que no nos sirve ni como amiga/o. No deberíamos precipitarnos y pensar que esa persona ya parece una relación en potencia de entrada, cuando nos dice que es sumiso o Ama. Hay que echar el freno y tener en cuenta que hace falta mucha afinidad para que eso funcione, a no ser que se busque echar una cana al aire con el primer desconocido que se presente.
Cuando
una relación femdom acaba, muchas veces ocurre que, para empezar, nunca debió
formarse esa pareja. Pero ocurre que los ingredientes femdom tapan las
flaquezas del resto de la relación y parece que, haciendo balance global,
aquello compensa. En el caso de la amistad Ama-sumiso, puede ocurrir justo lo
contrario. Puede que el tema femdom no sea compatible entre ambos, pues no hay
dos Amas ni dos sumisos iguales. Y, sin embargo, puede que encuentres a un
amigo o amiga, con quien haya mucha compatibilidad personal, y que además
exista el plus de que estéis metidos en el mundo de las relaciones de dominación
y sumisión. Alguien así no es tampoco fácil de encontrar, y deberíamos cuidar
estas amistades cuando surgen. Porque es un alivio poder hablar tranquilamente
de estos asuntos con alguien que no te juzga y que te entiende. También es
buena idea cuando no tienes claro en qué punto estás acerca de todo esto, o
eres muy inexperto, o estás en una fase en la que no te apetece tener pareja, etc.
Hasta
ahí, la teoría. Después… vienen los matices. Sobre todo cuando no hay claridad
de intenciones por parte de alguno de los dos. Si, por ejemplo, el sumiso está
esperando su oportunidad para ver si se lleva alguna migaja de dominación, la
cosa se enturbia. Es normal que haya momentos “especiales” entre ambos, pero
por el bien de la amistad, debería aclararse cualquier malentendido. Esto es
especialmente importante cuando ya ha existido una relación femdom que terminó
sin grandes dramas. Por poner un ejemplo, a mí se me da genial dar órdenes xD
Y, por pura inercia, y sabiendo que mi amigo es sumiso, a veces le digo
directamente haz esto o lo otro. De la misma manera, él se ofrece enseguida a darme
un masaje de pies con cualquier excusa o sin ella. Pero, como digo, la cosa no
pasa de ahí, es decir, de su ofrecimiento. Porque no quiero dar falsas
esperanzas a nadie.
En
el caso en que la relación haya terminado francamente mal, lo mejor es no
mantener contacto. Por esto no he tenido amistad con casi ninguno de mis ex-sumisos.
Pero, en otros casos, antes de llegar a tener una relación porque se vio que
éramos incompatibles, fueron ellos los que no quisieron quedar como simples
amigos míos. El motivo que me daban siempre fue que no eran capaces de olvidar
por un simple instante que soy dominante. Tan solo por hablar conmigo ya se les
encendía el gen sumiso, o lo que queda entre las piernas, ejem, y claro, para
estar con una “mujer normal” ya tenían a su prima o a la vecina. Una pena, pero
al final resultaba muy ilustrativo acerca del tipo de hombre que me perdía como
amigo: un cretino integral. Así que ellos mismos hacían la criba por mí.
Nunca
he buscado amigo sumiso en realidad, porque me parece quitarle tiempo a un
posible sumiso-pareja. Quizá sea el momento de decir algo así como Ama busca
sumiso-amigo verdadero. Visto como está el patio, a lo mejor es la única manera
de no sentirme como un trozo de carne que sabe dominar.