MIS LIBROS FEMDOM

29 junio 2016

El sumiso egocéntrico


Todos los falsos sumisos tienen en común su egocentrismo. Creo que deberíamos intentar ser tod@s lo más felices posibles, y que si un sumiso se siente realizado sometiéndose, su felicidad está ahí. Pero si busca que su felicidad sea mayor que la de su Ama o recurre a engaños para llevarse lo que necesita, entonces ya no se le puede llamar precisamente buen sumiso.


Algunos rizan el rizo y me llenan el buzón de propuestas delirantes y surrealistas. Creo que el siguiente mensaje, que es un estupendo ejemplo de lo que comento, se explica por sí solo, pero de todos modos añadiré algo cuando lo hayáis leído.


Muy interesante, leí lo que buscás y lo que ofrecés. No voy a negar que también me parece nuevo. En mi vida nunca había escuchado o leído una búsqueda como esa.
Sin embargo, me dice mucho de vos. Lo que entendí y espero no haberme equivocado, es que vos sos una mujer que apoya al hombre de éxito. Genial.
Sobre la manera en que vos preferís tener sexo, por mi me parece genial, lo nuevo e ingenioso me parece bien, la variedad hace más entretenida una relación y a mi me gusta una relación en la que se ríe y se disfruta mucho, no solo de sexo sino también de otras cosas.
¿Que edad tenés? ¿Tenés una foto?
Yo soy de Bolivia de una humilde ciudad que se llama xxx y provengo de una familia con un origen muy humilde. No sé de donde seas, sin embargo, de donde seas no sería problema.
Estoy organizando mis negocios y estoy planificando el año que viene un viaje para dar la vuelta al planeta, voy a dedicarle todo el año a ese viaje. No confundir, no como mochilero, eso de viajar sin plata y sufriendo no va conmigo. De cualquier manera, definitivamente sí podría pasar por tu casa y conocerte en persona y si te animás podrías ser mi compañera de viaje. Además, después del año, si me gusta lo de la vuelta al planeta puede que la repita al siguiente año. Hay que pasarla bien. ¿No te parece? Sino también puedo buscar otro entretenimiento.

Disculpame, yo ya trabajé, ahora voy a disfrutar de mi trabajo.
Puedo ir a conocerte. Pero tengo que estar más interesado en el asunto. ¿Entendés? Quiero que charlemos, nos escribamos, nos veamos. Me gusta lo de la mujer que apoya al hombre de éxito. De verdad me gusta. ¿Sabés hablar otro idioma?
Lo siento, pero lo del blog para mi no es suficiente, necesito conocerte un poco más. ¿Entendés?
Si me entendiste y tenemos química, te puedo buscar hasta el fin del mundo. Ya tenés mi correo. Espero una respuesta tuya.

No sé por qué mecanismo mental extraño da por sentado este hombre que tengo interés en un absoluto desconocido, hasta el punto de sonar todo el rato como si yo fuese la que va detrás de él jajaja. Algunos no saben que hay vida más allá de su ombligo, ains. Y hay que tener una cara dura como el cemento para decir que no le basta mi blog cuando según mi radar de visitas ha leído UNA sola entrada, en concreto la de Así es mi sumiso-hombre ideal. De ahí sacó la única conclusión de que busco un hombre de éxito... ¿Ein? WTF!! No sabe dónde estoy, claro, ya que ni ha pinchado en mi perfil. Y ni siquiera dice que sea sumiso, suena a que le atrae la idea de variedad sexual y punto. Por todo lo cual deduzco que se trata de un machito alfa en busca de nuevas emociones. Porque seguro que en su entorno inmediato las mujeres caen rendidas en cuanto chasquea los dedos (nótese la ironía) y por eso tiene que ir al otro extremo del planeta a buscar nuevas... entrepiernas. En fin, yo flipo, pero vaya, que a estas alturas ya habrá echado el anzuelo a otras mil mujeres hasta el infinito y más allá. Seguro que en Groenlandia puede probar cosas nuevas, pero yo de momento voy a tener que rechazar la tentadora oferta de dar la vuelta al mundo con uno que perdió la brújula más importante, la de su propia vida, porque un mensaje así demuestra que no sabe ni dónde está de pie.

25 junio 2016

¿Amo o sumiso?


Quiero compartir aquí cierto mensaje de mi buzón y reflexionar acerca de su contenido:

He estado leyendo tú blog con interés, pero para ti soy un desconocido, así que si me permites, te cuento un poquito.

Soy amo, no te te vayas aún, hay más... Desde pequeño he sido un chico dominante, pero jamás fui un déspota, ni un mala hostia, sencillamente dominaba por lo que en mí estupidez, era el bien de los demás (evidentemente es una interpretación absurda, pero la reflexión llega con la madurez), yo creía aportar valentía, cuándo en realidad me estaba dando placer, en la situación y en el éxito.

Eso se convirtió más tarde en bdsm, y cómo yo jamás he sido menos (nótese el sarcasmo), siempre fui amo. Empecé en este mundo muy joven, y jamás he salido de él. Poco a poco con la experiencia, me fui dando cuenta de que yo lo que hacía era dominar, pero sobre todo, complacer... Complacía a esa sumisa en sus fantasías, velaba por ella, la protegía y cuidaba, y nunca generaba acciones egoístas ni unilaterales... Era yo un amo? Esa pregunta es la que me está dando vueltas por la cabeza los últimos meses, y creo que la respuesta es si, pero también creo que mí falso orgullo me impedía entender que igual situación podría haber gozado desde la sumisión, y es que en el fondo, lo único que lo separa es la forma, y jamás el contenido...


Soy fetichista del pie, un supuesto amo fetichista? Si, pasa, pero cuando reflexiono ahora en soledad, tomo conciencia de lo bueno que tiene que ser poder adorar, sin restricciones de rol, sin chorradas ni pajas mentales.

Leyendo tú blog, entiendo que has visto de todo, yo también créeme, aún que tú elocuencia no la tengo, lo que sí tengo claro es que sí eres una mujer con las ideas muy claras (demasiado tal vez, pero no para mi, para ti)... Estoy seguro de que si algún día doy el paso y me reconozco cómo lo que seguramente sea, será con una mujer cómo tu, y es relajante ver que existe...

No pretendo venderte la moto, tengo personalidad, carácter, y unos límites muy claros, no soy el esclavo perfecto desde siempre, ni sé si algún día lo seré... Pero si algo de lo que he dicho te puede resultar interesante a la hora de conocerme mejor, puedo afirmar que escucharé, trataré de aprender, y me buscaré a mi mientras tu te encuentras a ti...


En fin, mil ideas y pocas palabras, un saludo, y gracias por tu blog, respondas o no :)


Bueno, empezando por el final, le respondí, sí, y siempre aprecio que no me presionen para tener una respuesta, algo que no serviría de nada, por supuesto, ya que no estoy obligada a mantener correspondencia con nadie. Mi respuesta fue esta:

La verdad es que yo no necesito encontrarme a mí misma, lo tengo ya bastante claro. Y si me resulta complicado encajar con un sumiso auto-aceptado, imagina lo que sería con alguien como tú que no lo tiene ni claro.
Pero tu mensaje me parece interesante por varias razones y, si no te opones, creo que lo usaré para una entrada de mi blog.


Como no le pareció mal y encajó bien mi negativa, sus palabras han aparecido aquí. Y voy con mi respuesta-comentario a lo que plantea.


Me parece interesante lo que dice en plan irónico de escoger ser amo por no ser menos que nadie. Y por si hace falta recalcarlo, por mucho que pongan el grito en el cielo l@s supremacistas, lo de sentirte dominante no consiste en estar por encima de los demás, sino en que te llena sentir poder sobre alguien que es tu igual pero que disfruta sometiéndose a tus decisiones.


Sobre lo de tenerlo yo todo demasiado claro, no creo que sea algo negativo, pero también es cierto que me replanteo constantemente muchas cosas y me considero tan aprendiz de la vida como cualquiera. Pero las cosas básicas las tengo bastante claras, eso sí.


Entrando de lleno en el meollo del mensaje, parece que este hombre tiene la duda de si es dominante o sumiso, y por un lado veo que siente que no encaja en el papel típico de amo porque se preocupa de sus sumisas y no hay nada unilateral, y por otra parte, siente deseos de probar “al otro lado” y entregarse por ejemplo a su fetichismo de pies.


La respuesta fácil sería decirle que es switch, y que trate de disfrutar en cada momento según lo que le pide el cuerpo, sin chorradas ni pajas mentales, por usar sus propias palabras. Pero... tal como lo plantea, no lo veo tan “sencillo”.

¿El hecho de que consensúe todo y se preocupe por el bienestar de la sumisa lo convierte en mal amo? Pues no veo por qué. Si fuese unilateral y escapase de los límites de lo sano y seguro, dejaría de ser bdsm. Sin embargo, el matiz puede ser muy sutil cuando se trata de saber quién manda ahí... y si todo el rato se trata de cumplirle la fantasía a la parte sumisa, entonces ya no se podría llamar Dominación/sumisión, sino mandar desde abajo. Que no pasa nada si eso es lo que quieren ambos, por supuesto, pero mejor llamar a las cosas por su nombre. Visto así, si él es feliz complaciendo a la sumisa, parece obvio que está siendo sumiso con una sumisa, por muy enrevesado que suene. O simplemente está siendo sumiso o complaciente con una mujer que tiene fantasías de sumisión. Y repito, la clave la veo en cómo se siente él con todo eso. Si el hecho de poder dominar a una mujer conlleva el peaje de que sea al ritmo de ella por encima del suyo propio, entonces poca dominación real hay ahí. Si a él no le parece mal eso, y se siente igual de dominante y realizado, entonces no tiene por qué pensar que es un mal amo porque no encaje en algún prototipo de amo salvaje de vídeo porno.


Respecto al fetichismo de pies, creo que hay también dos opciones. A un hombre le puede resultar muy excitante mirar, tocar y lamer pies, y eso por sí mismo no lo convierte en sumiso. No todos los fetichistas son sumisos ni todos los sumisos son fetichistas, aunque esto último es más infrecuente. ¿Cuál es la diferencia entonces para que el tema pies pueda indicar que se trata de un sumiso? Para mí el quid está en las sensaciones y sentimientos que produce ese fetichismo. Es decir, si un hombre se excita con los pies femeninos, es algo igual de normal que sentir excitación por cualquier otra parte del cuerpo. Pero si hay algo más en todo eso, si el hombre se siente en un plano inferior mientras adora unos pies, entonces sí que se trata de un acto de sumisión.


Entonces, si un amo disfruta lamiendo pies, no tiene más que dar la orden y cumplir su deseo. ¿Lo convierte eso en sumiso? Pues no. ¿Y si ese hombre se siente inferior cuando lo hace y además disfruta con ello? Entonces yo diría que en efecto tiene dudas con respecto a su rol o identidad sexual, y que debería explorar su faceta switch o sumisa para salir de dudas.


Y para terminar, me parece positivo que tenga claro que no le serviría cualquiera para ser su Ama, porque por supuesto esto es cosa de dos, y nuestros sentimientos sumisos o dominantes son algo que se retroalimenta en ambas direcciones como digo siempre. Si un hombre se comporta como el sumiso que lleva dentro, hace que aflore mi dominación, y eso hace que su sumisión se agudice, y así se completa el bucle.


Ah, y el hecho de que un hombre tenga carácter o personalidad no tiene por qué ser obstáculo para que sea mi sumiso, a no ser que sea un rebelde permanente y un reto constante y agotador. Mientras se trague su ego delante de mí, no habrá problema. Y lo que no quiero por supuesto es un gusano sin autoestima ni opiniones propias.

18 junio 2016

¿Ama lista o tonta?


A veces, entre los mensajes de felicitación que me llegan por el blog, alguno deja caer supuestos elogios que suenan justo a lo contrario. Me explico. Me han llegado a decir que escribo tan bien que parezco un hombre (literal) o que parezco periodista o antropóloga, y claro, no es de extrañar que les choque que algunas tengamos inquietudes intelectuales entre tanta Dómina de cuero y tacón.


Ya digo, entiendo el desconcierto frente a la mayoría abrumadora de Amas en internet que cuelgan fotos de ellas enfundadas en cuero y sus perrillos a cuatro patas adorando la superioridad que emana de... de... espera, cómo era esto... ah sí, de su feminidad ultra estratosférica saliendo por el filo del escote. Y oye, me parece perfecto que eso les baste y les sobre a tantos y tantos para sentir que la sumisión les aflora desde las orejas hacia el exterior, y que lógicamente la pulsión sexual del hombre hetero le hace sucumbir ante los encantos femeninos. Pero yo les preguntaría a los partidarios de la supremacía femenina si la supuesta superioridad consiste en tener tetas, porque no veo por ninguna parte que esté muy extendido lo de sentirse atraído por la inteligencia de una mujer, y eso que la Dominación Femenina es imposible sin usar las neuronas, porque escotes hay muchos y siempre habrá alguno que se ajuste mejor a la fantasía del sumiso.


Uhm, ¿no será que les da miedo a algunos que su Ama sea más lista que ellos? Ya no podrían manejarlas como quien no quiere la cosa desde abajo, ¿verdad?

En el post que hice para entrevistar a sumisos y que respondió todo el que quiso, en una elevada cifra por cierto, no todos incluyeron la inteligencia entre las características que debía tener su Ama ideal, y tan solo uno la puso en primer lugar.


Tampoco se trata de ser doña Einstein, sino de usar la psicología, y además, la inteligencia también incluye lo emocional. Me resulta increíble que un hombre no se preocupe de evitar caer en manos de alguien que no utilice el cerebro, aunque, siendo generosa, entiendo también el extremo opuesto de temer que una mente brillante pueda planear maquiavélicamente cómo poner a prueba al sumiso... Y sentir miedo es algo que casi ningún hombre está dispuesto a confesar.

11 junio 2016

¿Te entregas a mí o a tu fetichismo?

Desde que tengo este blog, apenas puedo ver una película tranquila jaja. Es decir, hasta en la que menos espero, aparece algo que no puedo dejar de traer por aquí, como ocurre en esta de Mejor solteras. Por cierto (y no leas si no quieres spoiler), el mensaje de fondo es que tienes que sentirte primero bien solter@ antes de que tus relaciones funcionen, y el peligro es que estés tan a gusto sol@ que luego te pierdas estar con alguien que merece la pena.


Pero traigo estas escenas por el motivo del fetichismo, y por otro tema que me interesa y que es justo lo contrario: la entrega. Acerca del fetichismo, una cosa es que se comparta y se disfrute en compañía una preferencia sexual, y otra, que SOLO busquen eso en ti, y es muy fácil de detectar, ya que en ese caso él no se interesa por NADA que no sea cuándo y cómo harás esto o aquello, o si lo hiciste, o si lo piensas hacer. Y en casos extremos, si él necesita sí o sí que le metas el pie en la boca porque con tu sola presencia no se pone caliente... ya pasamos del fetichismo a la parafilia enfermiza.



El segundo tema que me interesa es la curiosa relación de esa pareja, en la que aparte de la diferencia de edad, lo “tabú” es que se produce una inversión de papeles, ya que ella es la profesional exitosa y él aspira a ser el amo de casa. No digo que quiera que mi sumiso se quede en casa con la pata quebrada, pero me interesa mucho más ese tipo de inversión de roles que lo de llamarlo putita, como ya sabréis los habituales, porque me parece que roza peligrosamente el machismo, y para los que no lo sabíais, ya os puede quedar claro: soy anti supremacista por completo. Y es lo que ocurre en la historia, él no cree que no tenga alternativa, simplemente ELIGE esa posición y lo hace por esa mujer en concreto. Pocas cosas hay más emocionantes para una mujer dominante que este tipo de decisiones.






06 junio 2016

Cortejo femdom


Decía el otro día que no me gusta el protocolo vacío y mecánico ni las frases sacadas de una novela decimonónica, pero hay algo que se va perdiendo cada vez más, en las relaciones vainilla también, y es eso del cortejo.

Muy pocos hombres saben cortejar en condiciones a una mujer. La mayoría va a lo que va, y rapidito. Me llegan mensajes que dicen literalmente “necesito ama ya”... jajaja, y a mí no me vendría mal una casita en lo alto de un cerro mirando al océano, no te digo... Luego están los que te empiezan a decir cosas super vistas, a recordarte lo preciosa que eres como si no tuvieses espejo en casa, y creen que soltando varias frases de peloteo y ligoteo barato ya te están conquistando. Que oye, agrada escuchar que te encuentran atractiva, pero si SOLO van en esa línea, está claro que no se interesan por tu mundo interior precisamente.

Para mí el (buen) cortejo es simplemente conocerse poco a poco, coger confianza de manera natural, sin prisas, sin ocultamientos, sin estrategias, y por supuesto sin que le estén echando el anzuelo a la vez a diez mujeres más cuando te están diciendo que les pareces la biblia en verso de entre todas las féminas del planeta.

Aparte de todo lo anterior, que puede aplicarse a cualquier tipo de relación, entrando ya en materia femdom, un sumiso en fase de cortejo no puede dejar para último momento mostrar algún indicio de sumisión, por mucho que quiera conocer antes a la mujer que al Ama, cosa que me parece genial. No digo que se vaya al extremo opuesto de los que llegan con el rodillazo en tierra y ofreciéndose a hacer TODO lo que quieras (pobres calenturientos sin cerebro), pero vaya, qué menos que tener gestos como aceptar el ritmo que marcamos nosotras a la hora de contactar, en vez de presionar o pasar de nuestros mensajes como del estiércol. Ejemplos aparte, la clave está en “estar ahí” para cuando queramos hablar/quedar o lo que sea. El sumiso se ofrece, o hasta propone, pero siempre teniendo en mente que somos nosotras las que disponemos y tenemos la última palabra.

...Qué básico me parece todo esto que acabo de comentar, y qué pocos lo tienen asimilado.

01 junio 2016

El protocolo femdom


Si conocéis algo más que el título de mi blog, sabréis que estoy cansada de escuchar frases vacías por parte de desconocidos, tales como A sus pies y similares. Por tanto, tal vez saquéis la conclusión de que odio el protocolo bdsm. Y la verdad es que por lo general no me gusta, sobre todo porque son palabras muy manoseadas que ya pierden su significado cuando se dicen sin ton ni son, y el sumiso en realidad no las siente en absoluto cuando las pronuncia. Otra cosa es que sienta cosquilleo en el pirulí, que en ese momento de primeros intercambios de palabras es algo que no tiene nada que ver con lo que sienta hacia esa mujer. Entonces, cuando lo usan para hablar con una desconocida se supone que es una señal de respeto, como hablar de usted, pero todo eso puede ser un truco barato que esconda las auténticas intenciones del que quiere pillar Ama rápidito y fácilmente. Y los hay realmente enrevesados y hasta pedantes a la hora de enviar un mensaje.


Vamos, que me deja fría que alguien me hable como salido de una novela de hace dos siglos, y aún más cuando no me conoce de nada. También me rechina que algunos separen de manera radical su vida “normal” de este otro tema, y que estén haciendo un papel, un rol de hecho, que es lo que hacen muchos: un juego, una segunda identidad, una separación marcada a fuego entre su vida convencional y su lado oscuro. Y yo no quiero hombres partidos por la mitad.


Sin embargo, cuando el sumiso en cuestión encaja conmigo como persona, y debe ser así para que funcione la relación femdom (RELACIÓN, no sesiones de teatro), el usted me resulta afrodisíaco, siempre que a él también se lo resulte. Tampoco es imprescindible. Yo sé cuándo alguien me respeta usando el Tú y cuándo es un falso pelota usando el Usted.


Además de todo eso, yo sí que quiero un protocolo, pero el MÍO personal, con sus propias reglas, no algo clonado de lo que hacen y dicen todos. Y más que protocolo, se trata de actitud por parte del sumiso. Gestos, palabras, forma de estar, lo que dice y cómo lo dice, etc. Por ejemplo, si llega alguien preguntando si me gusta el protocolo y ni siquiera me ha saludado en condiciones, lo mando a paseo a ver si primero aprende simples modales, porque de donde no hay no se puede sacar. ¿Cómo vas a ser protocolario si no tienes ni una educación básica?


Y qué difícil es encontrar el punto justo de equilibrio entre el autómata que suelta frases hechas y el que se comporta de forma natural pero sin perderte el respeto nunca. Porque cuando ven que no soy un Ama de postal, es muy probable que pierdan el horizonte y tengan la desfachatez de salir con una broma fuera de lugar o hacer algo que no le harían ni a una chica vainilla en una noche de ligue de barra de bar. Un simple ejemplo son los mensajes que me llegan. Muchos ni saludan, ni agradecen el tiempo que dedico a leerlos, esperan o casi exigen una respuesta, etc, y lo hacen tanto los que usan el usted como los que me tutean. Algunos dicen al final “un beso”, que ya me suena a ligoteo vainilla disfrazado de femdom. No doy ni acepto besos virtuales, porque me parecen tan vacíos como el protocolo de manual. Es más, es que no uso ni emoticonos de besos si no he dado un beso a esa persona en la vida real, y a veces ni entonces. No me gusta el cartón-piedra ni el femdom-ficción, qué le voy a hacer...

¿Qué me atrae en un sumiso?

Aunque ya expliqué aquí lo que busco en un sumiso, voy a especificar un poco más. Lo que voy a comentar no es una guía de lo que debe hacer...