MIS LIBROS FEMDOM

20 enero 2024

Problemas de la sumisión masculina



Antes de entrar en materia voy a comentar el par de posturas habituales por parte de los sumisos acerca de esto. Algunos sienten que su mayor problema es precisamente ser sumisos. Saben que las Amas no abundamos y creen que su vida sería más fácil si pudieran convertirse en machitos “normales”. En el extremo opuesto tenemos a los que parecen tener una facilidad pasmosa para acumular Ama tras Ama. Son esos que se presentan con un “hola soy sumiso” y creen que ya no se necesita nada más para que la cosa funcione. Sus “amas” son mujeres igualmente poco selectivas que entran en esto por aburrimiento o frustración de su vida vainilla.

Ahora sí, voy a abordar lo que considero la lista fundamental de los verdaderos problemas a los que se enfrenta un sumiso que se considera auténtico, que ni reniega de su condición ni se conforma con una dominación de cartón-piedra. Son conclusiones sacadas por mí a lo largo de mi cada vez más dilatada experiencia besando sapos, ejem, quiero decir, de mi trayectoria vital con los que se consideran sumisos. La mayoría no lo es, así que este será el primer punto de mi lista.

-Sumisión inexistente o insuficiente

Ya sé que a la gente no le gusta que se les juzgue por sus asuntos de entrepierna y critican a las que “repartimos carnets de autenticidad”, pero me parece básico ser sincero con uno mismo y con tu supuesta Ama. Si esto es para ti una simple fantasía que añade picante a una relación normal, dilo. Si tienes una serie de fetiches no convencionales, no te vendas como un sumiso completo, porque no lo eres. Y no pasa nada, el problema es el autoengaño y la traición hacia esa mujer que pretende dominarte sin saber lo que no le cuentas. Que todo se acaba sabiendo y se nota pronto, pero vaya, nos ahorraríamos todos la pérdida de tiempo.

-Falta de equilibrio mental

No sé si será casualidad, pero conocí a demasiados tipos trastornados en este mundillo. Ideas suicidas (con intentos incluidos), visitas al psiquiatra, bipolaridad, TOC… la lista es larga. Y en todos los casos, mi paciencia y comprensión no pudieron competir con esas mentes desequilibradas, lo cual es lógico, porque esto no es una receta mágica para todos los males. Una mente perturbada no puede obedecer a nadie porque no obedece ni a su propio dueño. Si estás tratando de resolver un asunto de estos, en caso de que tenga solución, no hagas perder el tiempo a la otra persona con tus neuras.

-Falta de paciencia

Estamos en una época complicada para construir relaciones firmes, empezando por la fantasía soñada por tantos de tener un potencial harén a su disposición a golpe de móvil y en plan 24/7. Luego no es tan así, claro, pero al menos tienen garantizada la cacería femenina a gran escala, que ya es más de lo que pudieron hacer sus antepasados. Aparte de esto, vivimos en la cultura de la inmediatez y el esfuerzo mínimo. La gente lo quiere todo y lo quiere ya, y sin que le suponga alterar su camino ni un centímetro. La pandemia agravó esto, pues hay una sensación de querer vivir de golpe por si mañana llega otra nueva amenaza. Pero desde hace un par de décadas, muchas cosas las logramos a golpe de clic, y algunos quieren lograr Ama de la misma manera.

También ocurre que compruebas que no sirve de mucho esforzarse, porque no hay recompensa acorde. Da igual que te prepares para el mercado laboral, por ejemplo, porque nada parece suficiente y no te vas a llevar un sueldo digno ni un reconocimiento justo. Pues aquí pasa igual. “Busco ama, soy sumiso”. Punto. Vamos al lío y a correr que hay prisa… por no llegar muy lejos. Yo sí creo que esforzarse como sumiso tiene su recompensa, pero ya digo, la falta de paciencia lo arruina todo. Pienso en todos los que jodieron lo nuestro por sus impulsos egoístas y sé que aún seguiríamos juntos, si sus deseos de recompensa inmediata no hubiesen vencido al auto-control necesario para mantener la actitud correcta que, al principio, les abrió una puerta hacia mí.

-Miedo social

Una cosa es no airear tu vida privada a los cuatro vientos y otra muy distinta vivir en una cueva en cuanto a tu sumisión. He conocido a auténticos paranoicos que guardaban su identidad como si fueran superhéroes de incógnito. No quieren que nadie conocido los vea en compañía de una mujer dominante, como si llevásemos letreros en la frente. No te dicen ni su nombre real tras conocerlos en persona, momento en el que compruebas, oh, sorpresa… que todas las fotos que te mandaron eran falsas. Ejemplos hay muchos. Un tipo incluso se negó a recibir en su casa un paquete postal con un juguete sexual femdom que compramos juntos con la excusa de que algún amigo de su padre trabajaba en una empresa de mensajería y que, por una ridícula casualidad, podía llegar a ver por el escáner el contenido. Esto me lleva al siguiente punto de la lista.

-La mentira

El individuo del ejemplo anterior mentía, por supuesto. Obviamente su excusa era una posibilidad tan remota que demuestra que su temor era que el paquete acabase en manos del susodicho padre, con el que convivía, y que aquel pudiera abrir el paquete y descubrir el “terrible secreto” de su hijo. No sólo mintió en ese caso sino desde el primer momento en que me contactó, tal como comprobé tiempo después. Muchos mienten, todo el rato, sin cargo de conciencia, con tal de llevarse un revolcón femdom. Algunos son tan expertos que logran mentir incluso mirándote a los ojos, algo que requiere años de entrenamiento. Y para no caer en su trampa, debemos ser incluso más retorcidas que ellos o acabar paranoicas. Nadie es imposible de engañar, y aunque tengo bastante experiencia en desenmascarar farsantes, el impulso de engañar y manipular que tienen algunos les lleva a “triunfar” y sobrepasar mis barreras. Pero, lo dicho, todo sale a la luz, antes o después, por suerte, sobre todo cuando ven que no se llevarán lo que pretendían (revolcón femdom sin esfuerzo ni compromiso).

-El egoísmo

Soy realista, aunque el título de mi blog indique lo contrario xD Sé que los hombres son todos iguales… en este punto del egoísmo. Y es algo “natural”, debido a la testosterona, que encima se fomenta socialmente. Pero en el caso de un sumiso, qué menos que intentar minimizar su alcance, pedir disculpas cuando se ven sobrepasados por sus impulsos y compensar al Ama cuando meten la pata. Todos los que desaparecen sin explicaciones, los que buscan a otra que lo ponga más fácil aunque les guste menos, los que prefieren una partida de lo que sea o quedar con los amigos antes que hacer un simple favor a su posible Ama, etc., están obedeciendo a su egoísmo, así que tampoco sirven para obedecer a una mujer.

La lista no es exhaustiva pero creo que no me dejo ningún punto importante. Podría valer para cualquier hombre y cualquier tipo de relación, pero con el agravante de que son supuestos sumisos que juran por su madre “hacer todo lo que usted ordene, Mi Ama”. Pues empezad por hacer una introspección y un reseteo de cerebro, a ver si va a ser que vuestros problemas como sumisos no son más que carencias como personas.

¿Qué me atrae en un sumiso?

Aunque ya expliqué aquí lo que busco en un sumiso, voy a especificar un poco más. Lo que voy a comentar no es una guía de lo que debe hacer...