El anterior post produjo un subidón de visitas, deduzco que se malinterpretó el título y creían que yo ofrecía un puesto de 24/7 (jijiji). En facebook tuve 3 propuestas para ser “mío” así de repente. Y por privado alguien me comentó que no era fácil entender lo que busco. Como este es uno de los temas que tengo pendientes por tratar, aquí va, que parece buen momento. Por cierto, he escogido esta foto como representativa por la cara de anti-placer y anti-felicidad de la individua y por el topicazo de él mirando hacia abajo por prohibición de ella. Yo, si el sumiso no está con la cabeza inclinada en actitud de adoración, (ojo, ACTITUD, no pose ni teatro), prefiero estar mirándole a los ojos desde esa posición. Pero no me enrollo más con la foto que podría sacarle más punta y luego me quedan los posts kilométricos y los pobres esclavos me dicen que no les sale a cuenta lastimarse la retina para que encima ni los acepte...
Tengo comprobado que cuanto más novato es un hombre en esto de la sumisión más utiliza la palabra esclavo para referirse a sí mismo. También la usan los esclavos “de verdad”, si es que tal cosa existe. De los primeros no tengo nada que decir, solo que tienen menos idea de la D/s que los pingüinos. Así que vamos con los segundos.
Para empezar, sumiso y esclavo no son sinónimos, de hecho son palabras distintas, como resulta obvio. Si un hombre se define como “esclavo sumiso” está claro que no sabe lo que es ni lo uno ni lo otro. Me hace gracia cuando alguna por ahí presume de esclavos, porque claro, la que tiene esclavos no tiene uno solo, faltaría más, sino qué menos que media docena, ¿verdad? Pues eso, que resulta que estos esclavos (recordemos la definición breve: están disponibles 24 horas y dicen sí a todo) ni conviven con la susodicha ni pueden acudir a su llamada al instante ni... ni son esclavos ni leches.
Pero imaginemos que hablamos de un esclavo “puro”, ese ser humano rebajado a la categoría de autómata, que obedece ciegamente y sin rechistar, que no tiene ni un solo derecho más allá de seguir respirando cada día, que solo tiene obligaciones, acepta castigos sin motivo, no tiene ni un solo límite, en definitiva, un esclavo como indica la palabra, vaya. Como la esclavitud se abolió hace tiempo sería un esclavo bdsm viviendo en una sesión permanente.
Para empezar, dudo mucho que exista esta clase de esclavos. Sí, muchos van vendiéndose por ahí como tales, pero lo primero que te dicen es que tú te ocuparás de moldearlos y tal. O sea, cuestión número uno, el esclavo no viene ya hecho de fábrica y va a permitirse el lujo de portarse peor que un sumiso porque para eso tú le vas a dar caña para él y para su primo. Porque la base principal de ese tipo de relación es justamente el castigo, justificado o no, y es lo que desea el esclavo para sentir que tiene una relación de esa categoría, junto con la degradación, la anulación, sentirse tratado como escoria y similares. Si el esclavo fuese perfecto y su Ama no tuviera que castigarlo, la relación se iría al garete. Pero vaya, que el esclavo no tiene que preocuparse de ser perfecto, su Ama no lo valorará nunca, de hecho no dejará de hacerlo sentir como una basura, por eso mismo el que se considera esclavo puro parte de la base de sentir que vale menos que una piltrafa y así es “feliz”.
Sobre el castigo tampoco he hablado (aún), pero, por una parte, el castigo no sirve para moldear la actitud de un adulto a no ser que sea un perro (literalmente) y por otra parte, si no responde a una lógica fallo-castigo, tampoco moldea nada de nada, porque si el esclavo va a ser castigado haga lo que haga, ¿cómo se supone que distingue el bien del mal? A no ser que el Ama se moleste en explicarle qué clase de castigo le da en cada momento, pero las carnes duelen igual de un modo u otro, así que no va a disfrutar/sufrir según sea el caso. Aunque el esclavo no debe disfrutar, claro, vaya lapsus tengo, ejem.
Al hilo de esto, atención, noticia, nadie se mete voluntariamente en nada como no sea para disfrutar o al menos para no salir mal parado, a menos que se trate de alguien mal de la cabeza, que de estos abundan entre los auto-proclamados esclavos. Y si no están mal de la cabeza al empezar la relación 24/7 en plan vídeo porno acaban así con el tiempo. Por muy excitante que te parezca comer en un cuenco en el suelo a base de comida de perro y dormir en el duro suelo, etc etc, al final de la primera semana seguro que suplicas para salir de allí. Recluirse en condiciones infrahumanas lleva directo a la locura, lo mires como lo mires. A no ser que las condiciones de esclavitud no sean tales, en cuyo caso vamos a ir quitando esa absurda etiqueta de esclavo al que no lo es.
Pero venga, aceptemos esclavo como animal de compañía, nunca mejor dicho. Alguien habrá que guste de vivir así y no acabe como un cencerro. Ahora viene la segunda parte, el Ama en cuestión. Entregarse de esa manera a una mujer de carne y hueso, con sus defectos y lapsus, con sus días malos, con su humanidad en definitiva, es un suicidio. La típica leyenda urbana acerca de castraciones obligadas por Amas a cargo de esclavos extremos se le puede pasar por la cabeza a la loca de turno, o a la cuerda que se levanta un día con los cables cruzados y al día siguiente se arrepiente. Hay que ser de piedra literalmente para hacerse cargo de otro ser humano a esos niveles. Y aquí no hay teoría supremacista que valga, que hasta las que presumen de eso nos cuentan de vez en cuando que tienen un mal día (ohhh, sorpresas te da la vida, ejem).
El esclavo (nutrido en su 99% de lo que el porno le vende) busca un Ama de postal, una tía vestida de cuero todo el día y maltratándolo de manera constante. Yo no valdría para castigar sin motivo ni para controlarme al 100% si el sumiso no me avisa para que pare. No estaba pensando ahora en azotes sino en un facesitting. Si el sumiso no me avisa puede morir ahogado, no soy adivina, ni creo que las supremacistas tengan poderes mágicos tampoco. Yo no soy perfecta ni quiero serlo. Y eso es algo que debe asumir mi sumiso, “te acepto así tal y como eres”.
Los que habéis leído mi novela Despertar sumiso, sabéis que los esclavos no salen muy bien parados, y menos aún sus Am@s. Ahí cabe todo tipo de relaciones tóxicas, que por muy consentidas que sean no dejan de ser tortura pura y dura. Y la D/s no es eso, por muy cajón de sastre que se haya convertido.
Algunos de mis lectores, sobre todo los que acaban de llegar tecleando alguna burrada onanista, se pueden sorprender de que no me interese algo tan aparentemente irresistible como tener un esclavo (de los puros, claro). Puede parecer que ser esclavo es la rehostia de la entrega, puede parecer que es más duro para él, puede parecer que es más gratificante para mí... y no lo creo así en absoluto. Un esclavo no tiene que preocuparse activamente de mantener la relación, no tiene voz ni voto y por tanto 0% de responsabilidad, es el sueño hecho realidad de los hombres que no sirven para nada ni tienen aspiración alguna en la vida, que soportan privaciones extremas porque no saben disfrutar de una vida sana, y esa clase de hombre no me interesa en absoluto. Prefiero que un hombre que no se considera una piltrafa y que me valora más allá de que yo sea dominante se arrodille ante mí antes que lo haga un gusano patético, al que le da igual que sea yo o que sea cualquier otra que se ajuste a su anhelo de vida. Y por supuesto no me aporta nada que un hombre que ande muy perdido o que diga que no atrae a ninguna mujer pretenda colarse en mi casa.
La principal pega en mi caso, y para quien sepa de qué va este blog lo entiende a la primera, es la deshumanización que implica una relación de esclavitud. No separo sumiso y persona, me interesan al mismo nivel su sumisión y sus valores humanos, tenemos que encajar, tenemos que atraernos, en fin, que para mí esto no es un juego ni una anti-relación con un hombre de cuarta categoría, sino que es el único tipo de relación (positiva, no tóxica) que me funciona y me llena y debe ser con alguien especial, que me obedezca porque me admira y me tiene confianza, no porque sí o porque lo tenga a raya a base de latigazos, en resumen, no me vale un trozo de carne salida de un mercado de esclavos. Para mí un sumiso es un tesoro, no una basura. Las que presumen de esclavos no sé de qué tienen que enorgullecerse.
Bueno, pues todo eso creo que no hacía falta comentarlo dada la línea que sigue mi blog, (no hay excusa para malinterpretaciones porque basta mirar las fotos sin leer ni una frase), pero tampoco está de más dada la confusión constante entre las palabras sumiso y esclavo. Lo bonito para mí es la entrega desde la libertad y no tener a un pelele en plan mueble. Esclavo solo quiero cuando se trata puramente de sexo e incluso ahí necesito de su colaboración para no perder el norte y acabar con el pobre sumiso “lastimao”.
Si algún esclavo pata-negra lee esto y le permiten dos minutos fuera de la jaula, que me comente lo equivocada que estoy, que como no-supremacista que soy lo mismo me falta alguna neurona y no capto las cosas...
Y para terminar, copio el comentario que ha dejado alguien en el post anterior acerca de su experiencia de primera mano con su Ama-pareja, porque refleja la línea de relación ideal para mí, particularidades aparte, y me hace mantener la esperanza en un futuro diferente y alejado de la falsa sumisión que tanto abunda.
Me llama mucho la atención este artículo. Lo considero una pequeña joya y verdaderamente casa con mi/nuestro concepto de sumisión, el que vivo con mi ama y amor.
Me explico, soy un hombre profundamente enamorado de mi pareja y mi pareja de mi. Sobre esta base incuestionable, nuestra vida fue evolucionando en un proceso de autoconocimiento y autoconciación hasta llegar al hecho incuestionable de que ella es mi ama y yo su sumiso.
Ojo MI ama y yo su Sumiso. No yo el sumiso de cualquiera y no mi dueña el ama de cualquiera, es mas consideramos casi imposible esta circunstancia.
Nuestra vida es plena y gratificante. La sumisión llena toda nuestra vida, es un absoluto 7/24, pero es una circunstancia que complementa y permeabiliza todo el resto de nuestras actividades lúdicas, sociales, vitales, sexuales, etc...
Por supuesto que voy de la mano de mi ama, por supuesto que me rio con ella, por supuesto que bromeamos, por supuesto que soy su semental y la satisfago sexualmente, por supuesto que nos decimos que nos amamos, que la apoyo, que me apoya, que la regalo flores...por supuesto que no duermo en una jaula y por supuesto que cuando estamos enfermos o en las circunstancias dificiles de la vida la sumisión pasa a un segundo plano momentaneamente, sin olvidar quien es quien.
Y no es una relación seudovainilla... en absoluto...Ella es una persona dominante y sádica (su alma negra) y yo un sumiso masoquista... el repertorio de las torturas que me inflinge no es baládí..(desde electro hasta flagelación, pasando por todo el repertorio mas o menos habitual), ella disfruta causando ese dolor y yo ofreciendome, En materia de sumisión los matices son mas profundos todavía. Y si, tengo el derecho y la obligación de llamarla Ama.
Pero esta situación es el fruto de una evolución larga y sensata, de un autoconocimiento y de amor.. Y supone ademas un camino de sacrificios mutuos, pero sacrificios agradables puesto que se fundan en una relación afectiva profunda.
Por eso me gusta la filosofia de este blog pues no leo en él el consabido catalogo de fantasías calenturientas de una dómina profesional que intenta halagar al cliente, ni las de los potenciales clientes que intentan engañarse a si mismo engañando a la “dómina” para que satisfaga su deseo durante media hora.
Así que enhorabuena
Me explico, soy un hombre profundamente enamorado de mi pareja y mi pareja de mi. Sobre esta base incuestionable, nuestra vida fue evolucionando en un proceso de autoconocimiento y autoconciación hasta llegar al hecho incuestionable de que ella es mi ama y yo su sumiso.
Ojo MI ama y yo su Sumiso. No yo el sumiso de cualquiera y no mi dueña el ama de cualquiera, es mas consideramos casi imposible esta circunstancia.
Nuestra vida es plena y gratificante. La sumisión llena toda nuestra vida, es un absoluto 7/24, pero es una circunstancia que complementa y permeabiliza todo el resto de nuestras actividades lúdicas, sociales, vitales, sexuales, etc...
Por supuesto que voy de la mano de mi ama, por supuesto que me rio con ella, por supuesto que bromeamos, por supuesto que soy su semental y la satisfago sexualmente, por supuesto que nos decimos que nos amamos, que la apoyo, que me apoya, que la regalo flores...por supuesto que no duermo en una jaula y por supuesto que cuando estamos enfermos o en las circunstancias dificiles de la vida la sumisión pasa a un segundo plano momentaneamente, sin olvidar quien es quien.
Y no es una relación seudovainilla... en absoluto...Ella es una persona dominante y sádica (su alma negra) y yo un sumiso masoquista... el repertorio de las torturas que me inflinge no es baládí..(desde electro hasta flagelación, pasando por todo el repertorio mas o menos habitual), ella disfruta causando ese dolor y yo ofreciendome, En materia de sumisión los matices son mas profundos todavía. Y si, tengo el derecho y la obligación de llamarla Ama.
Pero esta situación es el fruto de una evolución larga y sensata, de un autoconocimiento y de amor.. Y supone ademas un camino de sacrificios mutuos, pero sacrificios agradables puesto que se fundan en una relación afectiva profunda.
Por eso me gusta la filosofia de este blog pues no leo en él el consabido catalogo de fantasías calenturientas de una dómina profesional que intenta halagar al cliente, ni las de los potenciales clientes que intentan engañarse a si mismo engañando a la “dómina” para que satisfaga su deseo durante media hora.
Así que enhorabuena
Enhorabuena a ti/vosotros por eso que tenéis ;) Y a los esclavos, puros o impostores, espero que los espíritus de los esclavos forzosos de épocas pasadas os visiten cada navidad para daros las gracias por “contribuir a la evolución de la humanidad”...
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