Supongo que os resultará un poco decepcionante comprobar que pasa año tras año y no anuncio que encontré a mi sumiso complementario. Más me fastidia a mí, jajaja. No, a ver, que quería hablar de algo serio... No cuento a quién conozco o dejo de conocer porque es mi vida, y no la aireo por internet, pero digamos que la cosa ha quedado desde hace tiempo en “candidatos a”. ¿Los motivos? De todo un poco: falta de feeling, circunstancias (maldita distancia), miedo/dudas/paranoias varias por parte del sumiso, etc. Y luego está el caso de los que buscan sumisión sexual a secas, que se cuentan por cientos. Y de eso voy a hablar.
Ya comenté que no me interesa el concepto de esclavo, aunque sea en el ámbito bdsm. Un ser que se ofrece como un trapo sin iniciativa no me aporta nada de nada. Otra cosa distinta es en el terreno sexual. Ahí me pone muchísimo usar y abusar del sumiso, siempre dentro de la cordura y la sensatez. Pero... que alguien se quiera quedar en ese punto, me resulta hiriente e incluso ofensivo, aunque no sea su intención ni pueda concebir que me sienta así. Voy a explicar por qué me produce ese efecto.
Respeto y comprendo a los que quieren ser esclavos sexuales y punto, y entiendo que no quieran o no estén preparados para dar otro paso más, pero espero el mismo respeto por parte de ellos. Mi sexualidad funciona como funciona, y no me muevo en el terreno convencional. Nunca lo hice. Algun@ me llamará disfuncional, pero es lo que hay. Y no creo en la disfuncionalidad, opino que somos demasiado divers@s como para tener que encajar tod@s con la postura del misionero con la luz apagada. Por tanto, no juego a ser dominante en el sexo, es que me sale así, y si no, me quedo fría. Es decir, todo esto de la Dominación Femenina, en mi caso, es mi forma de sentir y excitarme, y entonces, si me llega un hombre y me dice: “me interesas, pero me quedo con la parte sexual en exclusiva”, eso equivale a que le diga a una vainilla: “mira, chica, me pones un montón y no me cansaría de follar contigo, pero no quieras salir de la cama porque el resto me resbala”. Y todo eso dando por sentado que ella no disfruta precisamente sintiéndose un objeto sexual... ¿Se me entiende?... Pues eso, que no soy el objeto sexual de nadie ni me apetece cumplir fantasías sexuales en sesiones sueltas que me dejan vacía, fría y con la sensación de ser yo la utilizada en el fondo, por mucho que desde fuera parezca que usaron al sumiso.
¿Que soy humana y tengo momentos de calentón? Claro, no soy de piedra, pero SIEMPRE he sentido una conexión personal en esos casos, porque lo necesito para sacar mi dominación, la sexual incluida, por supuesto; otra cuestión es que dicha conexión fuese más espejismo que realidad, pero de partida lo sentía así. En cualquier caso, tengo mucho más claro lo que no quiero que lo que quiero, y aunque me haya dado un revolcón femdom de vez en cuando con alguien, eso no significa que pierda el norte y me conforme con que busquen esa faceta mía; sería un desperdicio teniendo en cuenta todo lo demás que tengo para ofrecer, eso sí, a la persona adecuada que se complemente conmigo y que me vea como mucho más que un Ama.
Porque soy mucho más que un Ama. Y lo siento por el que no sepa verlo.
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