En el libro El principito hay una
frase que dice “eres responsable de lo que has domesticado”. Cierto. Yo, como
Ama, tengo la responsabilidad de lo que haga el sumiso, hasta cierto punto,
claro. Siguiendo con El principito, hay un personaje, un rey que vive en un
asteroide, que le dice: un rey no puede ordenar a un general que se convierta
en mariposa y vuele; si lo hace y el general no obedece, será culpa del rey, no
del general. Es una frase muy cierta, no se le pueden pedir peras al olmo, no
puedo convertir a alguien en lo que no es, ni obligarle a dejar de ser lo que
es. Somos adultos, no soy la maestra de una escuela infantil que moldea una
personalidad desde los cimientos. Tiene que haber una base, una buena
predisposición. El patito feo no se convierte en cisne por arte de magia, tiene
que estar programado para eso. Y si yo no soy lo suficientemente inspiradora en
la vida de alguien para que se proponga mejorar, entonces no tiene sentido que
sea su Ama, según mi concepto de femdom positivo.
Si un sumiso comete un error en su
vida personal, que repercute en la relación femdom, no es culpa mía sino suya.
Madurar no consiste en cumplir años, consiste en evitar errores, y una vez
cometidos, cargar con las consecuencias y enderezar el rumbo. No existen las
relaciones perfectas pero sí existe la actitud adecuada y el deseo de
progresar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario aparecerá publicado si supera la supervisión de contenido permitido