Algunos pondrán el grito en el cielo (“¡no, no, yo busco Ama que sea mi pareja!”), y otros, la mayoría, me darán la razón. Una de las causas por las que me cansé de buscar activamente sumiso fue esta. Hartísima ya del típico mensaje: “aquí estoy por si necesita un sumiso”. Como a ellos les da lo mismo ocho que ochenta, dan por sentado que todas las Amas son como ellos. ¿Para qué se supone que necesito yo un sumiso? Yo no necesito a ningún hombre para nada, eso para empezar. No espero que ninguno, sumiso o no, me resuelva la vida. Igual que no busco a un hombre al azar para que me cuelgue un cuadro, tampoco quiero que venga un sumiso de estos, que parecen clones, para que él se lleve una experiencia excitante. Digo él, y no nosotros, porque a mí me deja fría hacer algo con una persona sin que haya conexión ni compatibilidad.
Pero volviendo al tema del título, ¿por qué demonios está tan extendido lo de buscar Ama para ratos sueltos? ¿Es por miedo, por comodidad, por hipocresía? Y dejo aparte a los que ya están emparejados, claro, que obviamente quieren “otra cosa” cuando buscan Ama. Yo tengo un par de teorías que explican este comportamiento: un supuesto sumiso conoce a alguien como yo, una especie de aguja en el pajar, o sea, una mujer dominante que vive esto a tiempo completo, sin ser dominatrix, ni vainilla curiosa, o una simple aprovechada, y en vez de aprovechar el milagro que supone, él empieza con las mil dudas, las excusas, y finalmente la huida.
¿Es demasiado intenso todo cuando dan el paso de la fantasía a la realidad? Pues parece que sí. El control, el sentirse dominados, obedecer, sacrificarse, y todo eso que les resultaba tan excitante, choca con sus planes de hacer lo que les sale de las narices. Sumiso sí, pero para un rato, y cuando tachen de la lista todo lo demás, ya sean cosas necesarias o irrelevantes.
¿La realidad no supera sus fantasías? Esto ya depende de la fantasía de cada uno, pero muchos, dando por sentado que yo haría tal o cual cosa por ser Ama, desaparecieron cuando descubrieron que no sería así. Cuando un sumiso no se lleva lo que quiere, se va, así de simple, por muy dominante que sea ella.
En cualquier caso, conocí pocos casos de Ama-sumiso que fueran pareja. Y la mayoría era más bien un sumiso dentro de una relación vainilla tratando de llevarla a ella al lado oscuro. Algunas mujeres hasta hacen el enorme esfuerzo de encajar con las “rarezas” de él, pero si fuesen dominantes por naturaleza, y con las pistas que les pueden dar sus maridos sumisos, es raro que no lo propusieran ellas primero.
La triste realidad es que hay pocos sumisos que sepan apreciar el “pack” Ama-pareja. De hecho, no lo quieren para nada, y es algo que se ha agravado en los últimos tiempos debido a las hordas de buscadores de experiencias novedosas a golpe de clic.
Aprovecho para comentar que mi libro Porno cuentos femdom está disponible como audio libro en la famosa plataforma que ya sabéis. Se trata de una versión con inteligencia artificial que han lanzado de manera experimental. No hay disponible acento español de España, así que sólo he puesto este título de momento. Pondré todos mis demás libros cuando añadan el acento. Creo que tengo más seguidores más allá del charco que aquí, pero en mi cabeza me suena raro escuchar mis obras en otro acento que no sea español. Sin embargo, como este libro tiene intención de sonar como los típicos cuentos, no le queda mal el acento sudamericano, y la calidad del audio es bastante aceptable, de lo contrario no lo hubiese publicado. Así que, si os da pereza leer, o necesitáis las manos para... cosas, aquí dejo la recomendación, sin link, que luego me banea google. Eso sí, no me hago responsable de bultos en la entrepierna si lo escucháis en un sitio público...
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