En esta selección de escenas abundan los bofetones. Es curioso, porque a algunos sumisos nunca me apeteció darle ninguno. Se podría pensar que es un acto de castigo, al menos en el mundo vainilla lo es, pero en mi caso no lo suele ser. Tampoco es un premio, pero está más cerca del deseo para mí que de otras cosas. Como ocurre con todos los vídeos que publico, las escenas fueron seleccionadas personalmente por mí, aunque a veces, como en esta ocasión, he añadido una recomendación de un lector.
Aprovecho para comentar que ya hay más libros míos disponibles en otros idiomas, y que están teniendo bastante éxito, lo cual siempre me hace ilusión, claro.