Voy a responder por aquí, como hago casi siempre, una consulta de un lector. Ya que le dedico tiempo al consejo, por lo menos que le sirva a más de una persona. Además suele ocurrir que no se trata de lectores asiduos, y si esperan una respuesta personalizada cómodamente en su buzón, pueden esperar sentados.
Este es el mensaje:
Buenas, tengo 21 años y me excita mucho el tema de ama/sumiso pero aún no he tenido la oportunidad de experimentarlo de primera mano, pero me gusta mucho leer blogs de sumisos y amas, me pone mucho la verdad pero no se como iniciarme. Si tu pudieras aconsejarme algo.
Tengo una relación relación muy buena con una chica actualmente, pero no me atrevo a decírselo, porque tampoco se muy bien lo que decirle o pedirle.
El mensaje es breve, pero da bastantes pistas de por dónde van los tiros. Veamos. Dice que le excita el tema, que no ha podido experimentarlo... O sea, este chico ve esto como algo puramente sexual que se practica a ratos sueltos. De momento es así, no sé si evolucionará hasta una sumisión más global. Lo de iniciarse ya lo comenté en el pasado y me da pereza repetirlo; el resumen es: ¿cómo te iniciaste en el sexo vainilla? Pues eso, chico, que esto no es cosa de extraterrestres, que no hay una ceremonia de iniciación con un grupo de encapuchados y unas velas negras. Busca una chica compatible y, venga, a darle al vicio. Ah, pero un momento, es que resulta que existe YA una chica...
Vamos a ver la segunda parte del breve mensaje. Dice que tiene una relación MUY buena con una chica... Uhm, erm, esto... ¿seguro...? No se “atreve” a decirle nada de lo suyo. Pues mal va la cosa. No veo el “muy buena” ahí. Sin comunicación, confianza, sinceridad y afinidad, una relación no funciona, y desde luego, no puede funcionar “muy bien”. Ella obviamente no ha sacado el tema, y no creo que le pase como a él, que no se atreva o no sepa cómo hacerlo. Es que yo estas cosas no las pude esconder nunca, incluso antes de ponerle nombre. A mí me ponía lo que me ponía, lo otro me dejaba fría, y mi naturaleza dominante estaba ahí, y punto. Lo demás son detalles menores, el cómo y cuándo decirlo, o si empezar por atar las manos o tapar los ojos. Vamos, que parece que tenemos el típico caso de chico sumiso, o bedesemero, con chica vainilla o quizá sumisa. Pero vaya, que para salir de dudas es tan simple como hablarlo con ella. ¿Cómo? Pues como dos personas normales hablando de cualquier tema. Enséñale esos blogs, o mejor, enséñale el mío ya puestos, sobre todo porque aquí no se va a asustar de alguna burrada extrema, ni va a sentirse presionada por hacer tal o cual cosa.
Voy a hacer un inciso al hilo de esto. En cierta ocasión conocí a un chico que estaba viviendo en mi ciudad durante una temporada. Él buscaba Ama, aunque realmente estaba interesado en sesiones con unas cuantas prácticas concretas. Le conté que yo escribo este blog, y le cambió la cara. Resulta que su anterior novia había encontrado mi blog buscando información sobre femdom, cuando él le dijo que quería meter el tema en la relación (simplemente se lo dijo, no es tan difícil jaja). Entonces ella, después de leerme, le dijo que le parecía bien, siempre que fuera el concepto de femdom que yo defiendo aquí: ella es la prioridad, ella es alguien a quien el sumiso adora pero sin perder de vista que es un ser humano, etc. Y claro... esa parte él no la quería, juasss. Así que mi blog fue casi el motivo de ruptura en esa relación, y obviamente él me dijo pronto que no podía ser el tipo de sumiso que yo buscaba. De manera que a veces sé que el sumiso que me pide consejo no está interesado en que su pareja lea mi blog, porque entonces no podría salirse con la suya y tener la relación de “mandar desde abajo” que realmente busca él.
Y en este caso mucho me temo que los tiros vayan por ahí, como sospecho por la última frase: “no sé qué pedirle”... ¿Pedirle? ¡Pedirle!!!! No no no, regla número uno, chavalote, tú no pides NADA, deja de guiarte por los vídeos de porno femdom, esto no va de lo que ella te hace a ti, sino de lo que tú haces POR ella. Y si lo que quieres es pedir, vete con una dominatrix.
En fin, mi consejo-resumen es el mismo que si tuvieras 41 o 61 en vez de 21: sincérate con tu pareja, las relaciones se complican por sí solas como para encima estar con alguien sin afinidad, ella tiene derecho a saber quién es esa persona que se mete entre sus sábanas, y a partir de ahí decidirá si acepta “esas rarezas”, si lo toma como un picante extra para el sexo, si quiere más, si no le interesa nada de eso, o lo que sea. Y en cuanto a ti, llegado el caso, decide también si quieres estar con alguien que no entiende ni acepta algo tan importante para una relación como tu faceta sexual.
Mi libro Consejos femdom está disponible en a m a z o n.
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