MIS LIBROS FEMDOM

04 diciembre 2021

Jerarquía, obediencia y galones



He visto en estos días una docuserie sobre la preparación de los GEO, el cuerpo especial de la policía española. Y claro, no he podido evitar fijarme en ciertas cosas, y no me refiero solamente a los perfectos músculos de los aspirantes :P Me refiero a que vi paralelismos con el femdom, porque como dijo uno, alguien tiene que mandar y otro obedecer, porque es necesario para que todo funcione, y no es obediencia ciega ni mandato tirano, sino un tándem. Es curioso lo normal que se ven ciertas relaciones jerárquicas y lo mal visto que está todavía que una mujer mande en la relación.

La relación Ama-sumiso no funciona mediante consenso a cada instante; si yo doy una orden, se obedece y punto. Así es la dinámica, el mecanismo y el placer. Pero entre dos desconocidos no surge de repente, por eso nunca me interesó lo de hacer frías sesiones, mucho menos con desconocidos. Cuando una relación femdom es auténtica, él obedece por varias razones: por instinto, porque se fía y porque le produce placer. Sabe que ella no le va a ordenar saltar por una ventana, y el hecho de que ella de una orden de forma natural, sin rodeos y consciente de su dominio, hace que él reaccione de manera natural obedeciendo.

Cualquiera que me lea puede pensar que tengo muchos “galones” en esto, y aunque la experiencia siempre es un grado, de nada sirve que presumas de experiencia con un sumiso al que acabas de conocer. Porque si tienes ese algo especial que demuestra que eres dominante, el sumiso lo va a notar pronto, aunque no vayas en plan sargento. Y lo mismo ocurre si no te nota dominante por ningún lado, por mucho que presumas de cuadras, como hacen algunas. Con el sumiso pasa igual; todos los que van por ahí presumiendo de una especie de curriculum de Amas anteriores, quedan fatal cuando no demuestran tener ni lo más básico para mantener una relación femdom.

Volviendo al programa de los GEO, el nivel de masoquismo de algunos es notable. Y el sadismo de los instructores, ídem de lo mismo. Los instructores son, obviamente, la jerarquía superior en los cursos de preparación, y dicen cosas que están relacionadas con cualquier relación de poder. Por ejemplo, remarco estos tres conceptos:

-los adiestramos por su bien

-obedecer no es peyorativo

-obedecer significa confiar

Por cierto, llama la atención la falta de mujeres; vamos, que no sale ni una. Así que tampoco he podido evitar imaginarme un campamento con mujeres instructoras y aspirantes sumisos, para someterlos a toda clase de duras pruebas que demuestren la autenticidad de su sumisión, jiji. Ando escribiendo una nueva novela en la que el protagonista se verá metido en algo parecido, pero aún le falta un tiempo para ver la luz. El que tengo a punto de salir es otro libro que revelaré en breve, así que atentos, y firmes :P

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