Vamos a ver un par de situaciones curiosas captadas por mi antena femdomera en programas de televisión españoles.
“Algo que declarar” es un programa que consiste en buscar pareja, con la novedad de que ahí todos llevan unas maletas que esconden secretos. De forma que los candidatos van siendo eliminados según la gravedad de su secreto. Esto es algo subjetivo para la otra persona, claro, y ha habido casos de aceptar a gente infiel antes que aceptar el caso que voy a comentar.
Veamos la maleta en cuestión:
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El secreto de la chica es ese, que busca novio sumiso que se lo pague todo. La respuesta de él fue, que ni iba a ser sumiso ni iba a pagar nada. La reacción del público fue un apoteósico aplauso, con gestos de reverencia incluidos, por parte del sector más joven.
Por cierto que este otro chico no fue abucheado, quizá porque fue más sutil. Aunque lo de considerarse femenino por preferir que ellas tomen la iniciativa, es más del mismo machismo a la inversa que tanto critico dentro del femdom.
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"Tengo energía femenina. Me gusta que mis ligues lleven la iniciativa" |
Yo creo que algunos de estos programas, o siguen un guion, o los participantes son actores, pero bueno, supongamos que se trata de gente real y sincera. La chica esa se llevó todo el programa repitiendo que ella era muy princesa, aunque sus maneras eran chonis a más no poder. Vale, que las princesas chonis también tendrán su público, pero que no ayuda precisamente a todo el asunto “sumiso pagador” que ella sea la típica fresca que quiere que le den dinero por la cara. Y eso que yo, cuando empecé a ver el programa, tenía claro que no iba a haber secretos en la línea femdom, pero vaya, que ahí, de femdom, poco. Porque ella no cuenta un secreto suyo, es decir, no dice: soy dominante. De hecho, dudo que lo sea. El supuesto secreto es acerca de lo que busca en un novio. Y claro, suelta eso, sin anestesia, sin contexto, delante de un público, por supuesto, convencional, y por poco la lapidan.
Ojo, que ella me parece más cercana a una findom que a un Ama de verdad, así que casi que la hubiera abucheado yo también. Pero es que la gente habría reaccionado igual si llego a aparecer yo y explico que mi sumiso complementario estaría encantado de pagar lo que se tercie. Aunque ahí no dan suficiente tiempo como para resumir más de una década de blog de golpe xD.
Ojalá llegasen visitantes interesados en el programa en sí, y lograsen ver más allá de “págame todo porque soy muy princesa, y ser sumiso es equivalente a ser un pringado que suelta dinero”. Porque, en mi caso, cuando un sumiso ha puesto dinero, ha sido porque ya éramos pareja, o al menos ese era el objetivo. Algunos creen que si sueltan dinero en cuanto te dicen hola, vas a tener que aceptarlos, pero yo no dejo que me compre nadie. A ver, que si me tomo un café con un sumiso, qué menos que me invite. Me refiero a otro tipo de gastos más elevados, repito, cuando ya somos más que simples desconocidos. Y ninguno me dijo que se sintiera utilizado por ello ni me llamó aprovechada. Bueno, uno me dijo que a ver si sólo me interesaba su dinero, si bien es cierto que lo soltó en una discusión en la que se vio que la relación no iría más allá. Se retractó en el acto y me pidió perdón. Pero, en cuanto me dijo lo del dinero, saqué la cartera para devolverle hasta el último céntimo, cosa que no permitió, por suerte para su honor y para nuestra posterior amistad.
Por resumir todo esto del asunto sumiso y dinero, dejando tacaños y arruinados a un lado, a mí me parece de lo más normal que ellos se ofrezcan a pagar. Que me da igual que yo gane más que él, no se trata de simples matemáticas, es más simbólico que material, aunque involucre asuntos materiales. Que yo pago la gasolina de mi coche, me compro modelitos sexys, pago el cine o teatro por dar una sorpresa, y hago regalos de cumpleaños al sumiso, y de eso tampoco se quejan, claro. Una cosa no quita la otra, de hecho, me encanta hacer regalos, y que sean lo más personalizados posible. O sea, que ni las Amas somos unas tacañas aprovechadas por sistema, ni ellos, por ser sumisos, tienen que aflojar la cartera ante la primera choni-princesa que ha oído campanas (para pillar dinero fácil) y no sabe dónde. Así que el dinero, ni hay que ponerlo en la base de ninguna relación, ni llevarlo al último peldaño. En su justa medida y acorde a las circunstancias, puede ser un elemento más de la sumisión masculina, ¿por qué no?
Yo también tengo maletas con secretos. Algunas las cerré y tiré la llave al mar, y las demás no las voy a abrir aquí, delante de un 99% de desconocidos. Así que sigamos con otro caso de momento pseudo-femdom en TV.
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Este famoso, al que no hará falta que presente, dice que lo más raro que hizo en la cama fue chuparle el dedo gordo a ella. Lo dice con una naturalidad pasmosa, lo que contrasta con la reacción de ella, y eso que no habló de lamerle el pie entero.
Pero, vaya, que lamer pies no convierte a nadie en sumiso. Lo que pasa es que muchos creen que será más fácil encontrar a una mujer que se deje chupar los pies en el mundo femdom. Y no andan descaminados, visto lo visto ahí afuera. Ya luego, cuando la cosa se complica y el Ama espera sumisión a todos los niveles, el fetichista de pies dice eso de “no puedo ir más allá”, y entonces se le cae la careta, por suerte para las ilusiones del Ama de turno. Como dice Bibiana, tengo mucho por encima de los pies. El que solo pueda, o quiera, ver eso, se perderá el resto.
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