MIS LIBROS FEMDOM

06 enero 2014

Carta a las Reinas Magas



Estaba yo pensando que el problema de escribirle a los Reyes Magos es que, como hombres que son, entienden el concepto de sumiso a su manera, y claro, así no hay manera de pedirles nada. Así que esta vez mejor me encomiendo a Ellas, que seguro que me entienden mejor. Sé que tampoco hacen milagros, pero creo que van a captar lo que les digo...


Queridas Reinas Magas,

Esto no es una carta de petición. No pido nada, así de simple. Al contrario. No quiero que me traigáis, sino que os llevéis, y bien lejos. No me interesa que las fuerzas cósmicas (y las cómicas también por lo que me llega a veces...) me envíen ni un solo ejemplar más de homínido sumisil de los incluidos en esta lista que sigue:

-El que anda más perdido que un pingüino en el desierto.
-El que presume de experiencia y pretende compararme con otra/s.
-El que no tiene experiencia y pretende compararme con el producto de su imaginación.
-El que tiene clarísimo que soy el Ama que busca y espera que lo acepte YA, que para luego es tarde, diciendo aquello tan lamentable (e incierto en el 99% de los casos) de “yo soy lo que busca usted”.
-El que tiene millones de dudas y propone que nos conozcamos con sucesivos tiempos muertos, como en un partido de basket.
-El que dice A y hace B en menos de 24 horas.
-El que soltará que está en una mala racha cuando le toque demostrar que lo suyo son más que palabras, olvidando el pequeño detalle de que la racha le dura desde antes de decirme hola y que (esto es de traca) eso no fue obstáculo para pretender meterse en mi vida.
-El que pretende utilizarme para tener experiencia real y luego desaparecer como secuestrado por los extraterrestres.
-El que desaparece por miedo.
-El que desaparece por pereza.
-El que desaparece porque no sabe ni lo que es la buena educación.
-El que desaparece porque se va detrás de cualquiera que agite el látigo en su dirección.
-El que desaparece porque es lógico... es lo que hacen todos los fantasmones.
-El que olvida comentar el pequeño detalle de que tiene una “amiga”/rollete/prometida/esposa sabiendo que las dobles vidas me dan arcadas.
-El que dice que sueña conmigo tan solo por leer el blog y me cuenta con detalle cuantas veces reacciona sexualmente ante la idea de mi existencia, pero no suelta datos personales porque “eso es demasiado personal”, dejando esa información para un forzado (según su estrategia) encuentro en persona, porque sí, porque él lo vale, con dos webs.
-El que es sumiso 100% en teoría pero no lo ve incompatible con ligarse en plan macho alfa a cualquier escoba con falda que se cruce en su camino.
-El que se cree el rey del universo sumisil y pretende ponerme a prueba a ver si paso el test de la mega ama del universo.
-El que no tuvo “suerte” con las tropecientas Amas anteriores porque las muy tontas no supieron apreciar la joya que tenían delante.
-El que quiere ser mi trapo/felpudo/basura y se siente decepcionado si lo trato con un mínimo de humanidad.
-El que vive en esa nube fantasiosa que no soporta ni el primer roce con el antipático espejo de la realidad, que le devuelve la imagen de un hombre y una mujer, ni más ni menos.
-El sumiso mega ultra estratosférico que espera una colisión entre galaxias como señal de que está ante el Ama de su vida.
-El que es un experto en las mil teorías y subteorías del mundo femdom pero luego en el paso a la realidad es un pato fuera del agua.
-El que se lo toma todo tan solemnemente que aburre hasta a las ovejas.
-El que se olvida del pequeño detalle de que soy una mujer y una persona y le importa un pimiento todo lo que se salga de “mi papel”.
-El que sabe a dónde quiere llegar pero no sabe/puede hacerlo.
-El que no sabe a dónde va pero quiere ir de todos modos, o que le lleve yo más bien, con el riesgo de que se salga en la primera curva.
-El que no sabe ni a dónde va ni cómo llegó a mi puerta.
-El que no sabe ni dónde está de pie y/o le falta un hervor.
-El que está pero no está, y ni se va ni se queda, ni se aleja ni se acerca.


Tampoco quiero abusar de vuestra paciencia, que la lista podría seguir y seguir y no es plan de ponerme pesada, que sé lo mal que sienta eso. Y la mayoría de casos me quedan tan lejos que parece que los viví en otra vida, pero los nombro por si acaso se repite la mala suerte de que asomen la patita de nuevo.


Gracias por adelantado y buen año, aunque en la eternidad qué más da un año que otro, ¿no?


Y si eres de los que se lanza a escribirme tras un minuto aquí, te aconsejo que vayas a mirar en páginas de clasificados, que allí solo tienes que leer dos líneas. No te pido ni que leas la lista de arriba, porque ya es mucho pedir que te reconozcas en alguno de ellos, sería como verse el culo sin espejo.

Año nuevo, vida nueva, dicen, ¿no? Pues a ver si eso sirve para la blogosfera, aunque me da a mi que... va a ser que no, que algunas cosas no cambian nunca.

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