La Dominación Femenina no es una poción mágica

A veces tengo la sensación de que ciertos sumisos creen que una relación femdom sería la solución para todos sus problemas. Son eternos insatisfechos, y en casos extremos se sienten perdidos por completo en la vida, lo que unido a su tendencia sumisa les hace creer que una Ama es todo lo que necesitan. Claro que, planteado así, los más selectivos como ya comenté en aquel post, necesitan a una Ama estratosférica y una entrega por su parte rozando lo inhumano. Pero una relación, del tipo que sea, es una forma de conectar con el prójimo, no una forma de conectarte contig@ mismo si previamente no has hecho el trabajo a solas.

Al hilo de esto, el otro día vi la película La vida de Adèle. Trata de una chica que descubre su lesbianismo en la adolescencia (interesante paralelismo con nuestro tema cuando vas viendo lo que te pone y es inútil negarlo) y entabla una relación con una mujer algo mayor que ella. Es larga, tres horas dura, pero hacia la mitad, cuando ellas ya son pareja y el espectador se acostumbra a lo “raro” de la situación, el resto es ni más ni menos que un catálogo de los problemas posibles en toda pareja, ya sean homo, hetero o D/s, porque incluso hay un toque de esto en la historia: la más joven se siente feliz siendo la chacha doméstica mientras la otra se tumba a la bartola y algún detalle más.

Pero ya digo, una vez que no hay conflicto social porque la familia de una lo acepta sin problema y la de la otra desconoce el fondo de esa aparente amistad, lo que queda es el día a día de dos personas y los conflictos comunes en toda relación: incomunicación, falta de objetivos comunes, rutina, distinto nivel de implicación, etc.

Así que, si te sientes perdido y crees que la DF le daría un sentido a tu vida, déjame decirte que podrías tener más problemas que soluciones si no llegas centrado de antemano, y que estas relaciones se enfrentan a los mismos o parecidos problemas que cualquier otra. Estar en una relación debería servir para sacar lo mejor de nosotros y no cabe duda que nos hace sentir bien cuando la cosa funciona, pero de ahí a esperar que colme nuestras carencias va un mundo. Si estás solo (sin Ama/sumiso se entiende), trabaja para ser esa mejor persona que va a estar preparada para cuando ella o él aparezca.

… Qué obvio todo, ¿no? Y, sin embargo, cuánto iluso suelto. Es liberador y todo encaja cuando te reconoces en lo que eres, pero las Amas-Hadas Madrinas no existen, lamento que muchos crean lo contrario.