Esta película, El diario de Noa, evité verla durante mucho tiempo porque la crítica la ponía unánimemente de hiper cursi y previsible. Previsible es, cursi no tanto. Desde luego si lo que queremos el 90% de las mujeres es cursi, pues vale, lo somos, y a mucha honra: un hombre que sigue sintiendo lo mismo con el paso de los años, sin esperanzas de estar con esa mujer especial que lo deja marcado tras un breve pero intenso romance, y que dice que siempre estará ahí... ¿dónde hay que firmar?
Supongo que con vídeos así alguno pensará que me estoy pasando al lado vainilla o que no rijo bien, pero la sumisión no es otra cosa que “estar ahí, siempre”. Y no hay mejor historia que esta para demostrarlo, y si además cortamos aquí y allá y nos quedamos con estas escenas, es normal que un hombre no olvide a una mujer que lo lleva donde ninguna otra es capaz de hacerlo. Me encanta cómo se deja dar de tortazos o cómo lo exprime ella hasta el agotamiento sexual. Y cuando dice “seré lo que quieras por ti”... wow, ¡esto, esto es lo que quiero escuchar, no lo mucho que se arrastrarán y se “entregarán” a mí!
Por cierto, lo que están viendo en el cine no sé lo que es, pero parece la película en blanco y negro más femdom de la historia, jaja.
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