MIS LIBROS FEMDOM

23 junio 2017

Putas Amas

Estaba buscando un título para este post y se me ha ocurrido el juego de palabras. Porque voy a hablar de algo que de un tiempo a esta parte se repite con lamentable frecuencia, y al final resulta que las susodichas no son ni Amas ni putas, aunque se crean las putas amas jajaja. Bueno, a ver, entrando en materia:


El mundillo liberal lleva infiltrándose en el del bdsm desde hace años, como si fueran de la mano por narices, cuando habrá de todo, gente liberal, gente monógama, poliamorosos, conservadores y hasta castos perpetuos. En resumen, gente de todos los colores. Pero resulta que alguien vio un filón en poner una mazmorra en los clubs liberales y ya se mezclaron churras y merinas.


Antes de seguir, seguro que se me echan al cuello por decir que hay personas que se meten en ese ambiente por la presión de la pareja. Pero eso es así, reconocido por ell@s mism@s. Es parecido a lo que ocurre con las mujeres que me piden consejo para “hacerse Amas” por complacer a sus parejas. Oye, que por cierto no me ha llegado nunca ni un solo hombre queriendo hacerse sumiso por darle el gusto a su mujer, ainsss.


En el caso que nos ocupa, el proceso de emputecimiento Amil suele ser tal que así. Como primer paso, el hombre introduce a su pareja en el ambiente liberal y la convence de lo excitante que es convertirse en puta. Ahora bien, analicemos brevemente esto. Una puta es una mujer que vende sexo a cambio de dinero. Primer contrasentido, porque estas putas liberales no cobran, es más, incluso hay que pagar por ir a un club de estos, aunque ellas suelan entrar gratis y haya formas de contacto gratuito entre particulares. Pero eso, que en todo caso se trata de putas gratis. Una puta también se supone que está siempre disponible, y bueno, ya cada una de estas encajará su agenda como pueda. Y sobre todo, una puta, como concepto general, es una mujer MALA. Ojo, que dejando aparte el hecho de que la prostitución me parece algo arcaico y lamentable, opino que lo de la mujer mala es igual de arcaico, y que los puteros son los realmente patéticos en todo este asunto. Pero el concepto de mujer mala se explota mucho y por lo visto vende mucho, porque a estas alturas de la civilización, una mujer que disfruta libremente de su sexualidad, ya sea de manera monógama o promiscua, se considera que hace algo malo al equipararse con el nivel de la sexualidad masculina, que por algún mandato divino (nótese la ironía) está más desatada que la nuestra.


Bueno, la parrafada anterior se resume en: una mujer muy activa sexualmente es una puta, y punto. Lamentable, pero así está el patio, y por eso existen los “sumisos putas”... Sigamos. En el ambiente swinger hay de todo, claro, pero me estoy centrando en ese hombre que lleva a su pareja a ese mundo de putas gratis, porque le parece muy excitante que ella se líe con otros. Y claro, ya tenemos al otro gran “clásico”, juas, el del cornudo sumiso, que tampoco es sumiso ni cornudo, simplemente es un mirón. Y de ahí, a meterle en la cabeza a ella que es toda una Ama, va medio paso. Y así es como llegamos, tachán, a ese extraño invento llamado Ama puta. Y claro, yo me quedo a cuadros, porque algo así es un engendro que está en las antípodas del femdom. Un Ama no puede ser una puta, tanto real como figuradamente, porque ni tenemos que escondernos en una etiqueta social (puta) para disfrutar de nuestra sexualidad, ni somos de libre disposición, ni pueden tenernos a cambio de dinero, dominatrices aparte.


Todo esto es bastante lamentable y contribuye a la mala fama del femdom. Pero estas mujeres (quiero creer) no son tontas y creo que al final las aguas vuelven a su cauce cuando unos y otras se dan cuenta de la realidad de fondo. Me explico. No creo que alguien pueda fingir eternamente ni quiera hacer cualquier cosa por contentar al otro, por mucho que una pareja esté “asentada” con hijos o hipotecas o lo que sea. Además, acaban descubriendo que no existen las fórmulas mágicas, por mucho nombre de Ama que te quieras poner con la excusa que prefieras. Si vas de cacería de todo macho viviente, y descubres que no todos caen en tus redes, ya sea fingiendo o siendo realmente dominante, quizá te des cuenta de que sobra lo de Ama, o incluso te perjudica para tus planes.



En cuanto a los que entran en el juego de ese trío liberal porque creen que un sumiso es eso... pues poco que añadir, que dios los cría y ellos se juntan. Porque una mujer que tiene que hacer malabarismos en su agenda para meter al sumiso entre el marido y los 25 que tiene que tirarse al mes para mantener su etiqueta de puta y que encima pide disponibilidad y entrega infinita al sumiso, esa cree que los sumisos son máquinas con un botón de encendido que se van detrás de cualquiera que menee el culo delante de ellos. Que eso puede ser así cuando el objetivo es puramente sexual, pero aun así no se puede exigir tanto cuando la balanza está tan descompensada. Pero en fin, puede ser una buena solución para esos sumisos de calentón que no tienen madera para aspirar a una relación femdom que traspasa la puerta del dormitorio, así que espero que sean muy felices mientras se traguen el cuento de la caperucita que se merienda al lobo mientras el marido la mira.

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