Bueno, pues como me han acusado de estar en plan algo negativo, voy a contrarrestar animando un poco el ambiente. De paso aprovecho para recordar ciertas cosas que en su momento parecían inconexas pero que con el tiempo han desembocado en la persona que soy hoy en día. No, no soy una estrella de la música, aunque en mi adolescencia no lo veía como mal futuro. Pero como con la guitarra no pasé del solfeo, al menos creo que saqué provecho del modelo que suponían ciertas mujeres que se apartaban del modelo tradicional, entre ellas mis queridas Vixen, una de las pocas bandas de rock de componentes femeninas en su totalidad. Yo, aparte de sentir muy hasta el fondo este tipo de música, alucinaba con el look de estas chicas... esas botas, esos cueros, esas poses de poderío... vamos, que yo de mayor quería ser así, aunque no supiera ni que este mundo existía y tenía nombre.
Es curioso, como decía Jacinto Benavente, que ven antes el humo los que están fuera que las llamas los que están dentro... y había un chico que debía ver cosas en mí y que seguro que "entendía" algo, porque me dijo una vez que a mí lo que me pasaba era que me ponía todo aquello del cuero y dar caña. Me molestó un montón porque yo no le veía la conexión, pero mira por donde... No tengo ni idea de donde andarás, Alberto (bueno, algo he cotilleado por facebook jajaja) pero lo que quiero decir es que diste en el clavo, chavalote.
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