MIS LIBROS FEMDOM

06 julio 2012

El sumiso de experimento



Este es el que llega y te suelta aquello de que “lo quiere probar”. Ojo, no confundir con sumiso novato o inexperto, ni con switch. Este quiere simplemente experimentar para ver si eso de la sumisión es lo suyo. El qué quieren probar concretamente no suele quedar claro, se supone que una sesión en frío y de manera mecánica. Han oído algo de que existe un mundo excitante y piensan que pueden estar perdiéndose un placer para el cuerpo. Para la mente no, porque no entienden que esto tenga nada que ver. Entonces se presentan ante mí y me dicen que eso les tira, que creen que pueden valer pero que no lo saben seguro, porque como no lo han probado pues tampoco pueden saberlo y... Uf, santa paciencia tiene una.

A ver. Yo no necesitaba estar con un chico ni darle un beso ni hacer manitas para saber al 100% que me gustan los hombres. Se supone que lo mismo les pasa a ellos, que saben que las mujeres les gustan. Entonces, ¿por qué hacen esa distinción con las Amas? (Ups, cierto, muchos no nos ven ni como mujeres ni como seres humanos). Pero, ¿de verdad no saben si lo suyo es la sumisión? Aunque puedo entender la duda hasta cierto punto, claro. La imagen que circula del tema, con latigazos extremos y tal puede que eche para atrás a más de uno. Pero se trata de algo más sencillo, saber si te gusta que la mujer tome el mando, ya sea en la cama o también más allá. Eso debería ser fácil de responder. Es cierto que por alguna parte hay que empezar y que nadie nace con la experiencia ya puesta, pero tiene que haber una base mínima, una tendencia, hay que valer para esto como para cualquier otra cosa.

Yo estuve “probando” con alguien que me vino justo con este planteamiento. Que le atraía aquello mucho y que me rogó una oportunidad. Y yo, para que no me quede ninguna vía por explorar, lo intenté. Pero claro, este tipo de no- sumiso se descubre muy pronto. No tiene ni modales, ni respeto, ni caballerosidad. La sumisión para él es una oleada que viene y más rápido se marcha. No soporta el control. Si lo llamas y no le viene bien, no te coge el teléfono y ni se molesta en devolver la llamada, ni ese día ni en toda la semana. Vamos, el comportamiento típico del macho patriarcal, que es lo que son en realidad y el único modelo de relación que pueden manejar. Resulta muy chirriante este tipo de tratamiento una vez que te acostumbras al respeto inmenso de un buen sumiso. Así que a estos les digo: adiós, a ti, a tus dudas y a tus experimentos. No soy tu conejillo de indias, vete a experimentar con tu prima, si es que se deja.

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