Me ha llegado la consulta que indica el título. La verdad es que mi intención con el blog no es más que dar mi opinión general en todo esto, pero bueno, con mis consejos o sugerencias puedo aprovechar para detallar más mi opinión en casos concretos. Tampoco me llegan tantas, así que, aprovechad que es gratis (de momento, que como me vea desbordada ya tendré que hacer algo al respecto :P). Respondo de manera pública porque no me han dicho lo contrario, y por si le sirve a alguien más.
Tengo tendencias sumisas desde los 7 años aproximadamente, pero mi vida sexual ha sido normal, no he tenido ama nunca.
Sin embargo, desde hace un año aproximadamente, estoy tanteando sutilmente a mi mujer. Le dije en un interín de una noche sexual movidita, que una de mis fantasías era tatuarme su firma en mi pubis, lo que no le pareció del todo mala idea (no me hubiese atrevido a darle la verdadera razón de aquello: mi deseo de someterme), y lo hice. Este fue el primer movimiento de tanteo.
Poco a poco fui atreviéndome a soltar lastre y empecé llamándole jefa, a lo que ella me respondió positivamente "me gusta eso de jefa" dijo. Poco a poco fui (aunque lógicamente medio en broma) llamándole ama, y ella, en ese mismo tono de broma, esclavo.
Sin embargo, desde hace un año aproximadamente, estoy tanteando sutilmente a mi mujer. Le dije en un interín de una noche sexual movidita, que una de mis fantasías era tatuarme su firma en mi pubis, lo que no le pareció del todo mala idea (no me hubiese atrevido a darle la verdadera razón de aquello: mi deseo de someterme), y lo hice. Este fue el primer movimiento de tanteo.
Poco a poco fui atreviéndome a soltar lastre y empecé llamándole jefa, a lo que ella me respondió positivamente "me gusta eso de jefa" dijo. Poco a poco fui (aunque lógicamente medio en broma) llamándole ama, y ella, en ese mismo tono de broma, esclavo.
Así ha transcurrido ese año y la cosa explotó recientemente, pues nos duchamos, y ella me dijo: "ponme crema esclavo". Y no solo le puse crema por todo el cuerpo sino que ejercí de esclavo haciendo cosas que no me habría atrevido antes, como comerme tiernamente sus pies (y otras cosas que a ella le gustaban), y terminamos amorosamente hablando un tanto de lo que había pasado, y nos comprometimos a ser ama y esclavo, aunque la cosa quedó un tanto en el aire.
Unos días después le envíe por email un archivo word con un borrador de contrato ama-esclavo, en el que, resumidamente, le otorgaba todo el poder a ella con la capacidad de castigar los incumplimientos por mi parte del contrato como mejor considerase.
Bien. Pues ahora me hallo en un momento trascendental en mi relación matrimonial, porque el contrato la "acojonó bastante", ya que dijo que tenía miedo de que todas las decisiones recayeran en ella, aunque me pareció intuir un halo de excitación a la vez... Me comentó que había cosas que no querría hacer y yo le repliqué que el contrato versaba precisamente sobre eso, que ella tenía potestad para hacer lo que quisiera, en ningún caso le obligaba a hacer lo que no deseara. Finalmente concluyó diciendo que tenía mucho que pensar al respecto.
Y así quedó la cosa.
¿Podrías darme tu opinión y orientarme para no meter la pata en esta tensa espera?
Gracias en cualquier caso
Bueno, voy a empezar felicitándote por un par de razones. Primero, por tu valentía de proponerlo abiertamente, aunque con el debido tacto. Segundo, por tener clarísimo que el Ama que quieres para tu vida es tu compañera de camino, algo lógico a no ser que te hayan puesto un puñal en el pecho para casarte o que lo hicieras solo porque ella sea la hija del rey del petróleo. Todo esto lo sabe cualquiera que haya leído el blog entero, así que voy a pasar a darte una respuesta concreta a lo que me planteas.
Creo que la respuesta te la das un poco tú mismo al contar la situación. Es decir, fíjate que todo parece ir bien cuando transcurre poco a poco, dejando que ella asimile las cosas, dejando margen para que su deseo de dominación se despierte. Ella incluso toma la iniciativa (a mí, cuanto menos me piden más doy, y viceversa). Sin embargo, la cosa se tuerce un poco cuando te muestras algo más ansioso e introduces esos elementos de presión como son el contrato (aunque sea un borrador) o el simple hecho de darle una importancia exagerada al momento actual, hablando de tensa espera, momento trascendental, etc.
Lo más duro son los inicios, en todo. Así pues, tú has dado ese primer paso, ella por suerte ha respondido positivamente, y ahora viene la siguiente fase. No sé qué contiene ese contrato, pero suena a pasar de golpe a una situación que puede abrumar a tu mujer, por aquello de la responsabilidad que conlleva el poder o tal vez por alguna “práctica” en concreto que no le parezca tentadora. Lo de enviarlo por email me parece frío, yo habría esperado a dárselo en un momento más “cálido” y escrito incluso de tu puño y letra. Los detalles son importantes, en esto se sube hacia arriba de lo pequeño a lo grande, en pequeñas dosis, en vez de verlo como algo inabarcable intentando digerir algo que se te atraganta.
Los contratos no son imprescindibles, aunque no les niego su capacidad erotizante (sip, así lo siento yo) ni todo lo que suponen de dejar más en firme ese pacto o decisión por ambas partes. Pero también pueden “acojonar” como comentas, y con razón, porque suponen algo que suena en cierto modo a obligación, y esto no debe verlo tu mujer como algo forzado en ningún momento. Yo, en tu lugar, dejaría en sus manos la redacción del contrato, tanto el contenido como la fecha de redacción y de puesta en práctica.
No te lo tomes todo como algo decisivo, sois un ejemplo de que las personas evolucionan, no tengas prisa, podéis probar a hacer un contrato de prueba, y romperlo si no funciona y hacer mil más si es necesario, o no hacer ninguno, pero lo dicho, lo único importante es que sea ella la que decida, sin que se tome esto como una carga abrumadora sino como algo para ser disfrutado y que le va a llevar a una situación mejor. No intentes “imponerte desde abajo”, -aunque creo que eso lo tienes claro-, lo único que puedes hacer es ir paso a paso y dejarle claro, las veces que haga falta, que no hay nada que te haga más feliz que ser su esclavo, no solo con palabras sino con hechos.
En resumen, solo necesitas tacto, paciencia, ilusión, y conocer a la otra persona, algo que en tu caso ya te da ventaja, seguro que nadie mejor que tú sabes qué teclas tocar, no lo estropees por querer llegar de golpe, la recompensa seguro que merece la espera. Un abrazo y gracias por confiar en mi criterio.
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