Voy a dar mi opinión acerca de ese tipo de sumiso que considera el no va más de la sumisión lo de ser humillado por tener el pene del tamaño de una avellana. Lo más habitual es que la burla por parte de la mujer se combine con ponerle los cuernos con otro hombre que le quintuplica el tamaño de la cosita que tiene en la entrepierna.
Que cada una se divierta como quiera y cada uno se excite como pueda, ahí no me meto, pero no sé qué tiene que ver la velocidad con el tocino. Si un hombre tiene unos genitales minúsculos, la talla como macho-man semental no la puede dar, claro, y como TODO en la sexualidad impuesta desde los cánones y desde el porno se centra en el coito, pues estos pobres poco pueden hacer para encajar en lo establecido como normal. ¿Qué hacer entonces? Bueno, si no pueden luchar contra el enemigo, solo pueden unirse a él. Es decir, lo único que van a encontrar es burla o rechazo, a no ser que aparezca una mujer que se pase lo normalmente establecido por el forro, y exploren juntos otras maneras de disfrutar de la sexualidad, que, oh, sorpresa, no es sinónimo de genitalidad.
Pero lo dicho, en general, encontrarán más de lo otro. “Qué pequeña la tienes, no me sirves”, etc. Y el hombre con mini pene puede dedicarse al onanismo o al celibato o a irse de putas o... a esta otra opción, convertir su “tara” en un motivo de excitación a través de la humillación.
Pues vale, perfecto, que me parece una opción tan válida como otra cualquiera, pero... ¿qué puñetas tiene esto que ver con dominar a una persona? Si esa persona viene YA con un “defecto de fábrica”, ¿por qué vas a recrearte en lo obvio? ¿Sería igual de excitante decirle “qué cojo estás” si le falta una pierna?
Es como si un Amo le dijera a una sumisa, “oye, qué vagina tan estrecha tienes, ja ja ja, ¿a que te pone que te lo diga?”. El ejemplo no es tan inverosímil como puede parecer. Algunas mujeres nacen con una vagina incompleta y, en otros casos, la estrechez realmente aparece cuando por motivos psicológicos se contraen los músculos vaginales (vaginismo).
Lo de ponerse en el caso inverso provoca muchas reflexiones interesantes, sin ir más lejos, ¿porqué los Amos no humillan a las sumisas vistiéndolas con ropa masculina? Ya sacaré más casos, ahora vuelvo al tema.
Me parece otro de tantos casos en los que, a falta de un esquema tradicional donde meterlo, se acaba echando en el saco de la sumisión, donde cabe cualquier “cosa rara” que se tercie. Un loser, como un cornudo consentido a secas, disfrutará de su sexualidad de la manera X, pero, sumiso, lo que se dice, sumiso, creo que la mayoría de las veces lo será por resignación, a falta de otras posibilidades.
Yo, casualmente o no, solo he tenido charlas de lo más desagradables con estos sumisos de pene diminuto. Recuerdo en concreto a uno, el único que vi “en directo”, aunque fuera por cam, que me dejó una impresión de lo peor. Ya digo que no me interesa ni me pone para nada esta clase de humillación, pero por curiosidad le dije que me enseñase “aquello”. Me contó que había tenido una despiadada Ama que lo anuló como hombre por completo. Lo obligaba a llevar bragas siempre, entre otras cosas, algo que me parece una idiotez en este caso, porque total, si le cabía la prenda sin problema no notaría diferencia alguna con los calzoncillos.
Cuando me puso la cam, me agradeció que no me hubiera reído. No, no me apeteció reírme, ya digo. No le veo la gracia a reírme de los defectos del prójimo. Me llamó mucho la atención que me diera las gracias. ¿No se supone que disfrutan con la burla? Pero claro, me dijo a continuación que las mujeres somos malas por naturaleza, con lo cual ya fui atando cabos. Si a eso le unimos que yo no vi ni una gota de respeto ni de actitud adecuada por ningún lado, llegué a la conclusión de que aquel pensaba que no servía para nada como macho y buscaba las únicas mujeres que, en teoría, podían querer tener algún tipo de relación con él, aunque fuera la de humillarlo y tratarlo con la punta del pie. O sea, acomplejado y a punto de estallar de rabia contra las malvadas mujeres que se burlan de su cosita. Qué joya.
No digo que no haya hombres con auténticos sentimientos de sumisión que casualmente tengan mini pene, pero ya estoy harta y cansada de que se meta en un mismo cajón de sastre todo lo que no sea un “hombre de verdad” y le planten la etiqueta de sumiso. Realmente harta.
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