En realidad, del título podríamos quitar lo de sumiso y poner hombre en general que vuela bajo y cae más bajo aun para pillar cacho (o intentarlo más bien) como sea, pero me voy a centrar en el caso concreto del sumiso, como es lógico en este rincón del ciberespacio.
Tácticas más usadas por el sumiso-buitre:
1- Hacerse la víctima
“Jooo es que no encuentro Ama, es que nadie me acepta”... Por algo será, ¿no, majo?. ¿Ahora resulta que eso es problema nuestro o se supone que nos interesa escucharlo, y encima solucionarlo?. Es que las mujeres, por muy crueles que deseen ellos que seamos en este caso, seguimos teniendo en sus mentes ese papel tradicional de resignadas y generosas, y de comprensivas (sobre todo con los pobres que se quejan de que su santa no los entiende).
2- Hacerse los interesantes
“Yo es que no me entrego a cualquiera, solo a esa mujer mega ultra especial caída de un meteorito que saque de dentro de mí a ese sumiso de oro que llevo dentro”. Vamos, que solo falta que nos den ganas de arrodillarnos a suplicar que le permitas demostrar que eres esa Ama salida de sus mejores sueños. Encima algunos tienen el morro de pedir lo máximo siendo ellos lo mínimo en todos lo sentidos.
3- Hacerse pasar por un premio
Estos son parecidos a los anteriores pero no son nada selectivos. Solo te dicen aquello que suelta cualquier buitre de discoteca o sitio cibernético de ligoteo: “venga, nena, dime que sí y no te arrepentirás”. Ya me arrepiento de perder dos minutos leyendo tu patético mensaje, así que, circula.
4- Pelotear todo lo que haga falta y más
De esto ya hablé en el sumiso pelota, así que para qué repetir.
5- Matar dos pájaros de un tiro
Estos vienen ya con el no asimilado, así que tienen la táctica de pedirte que le recomiendes a alguna Ama que conozcas, porque, recordemos, según el punto 1, que nuestro papel es ser comprensivas y ayudar al prójimo... Claaaro, yo no tengo nada mejor que hacer que decirle a mi hipotética amiga Ama, “oye, mira, hay un tío que no me interesa para nada, pero como soy tan generosa, te lo endoso a ti, y no me des las gracias, que las amigas estamos para eso”.
Habrá alguna táctica más, seguro que no dejan de sorprenderme en el futuro. Algún sumiso de corazón puede caer por desesperación o ignorancia en algún error de esos, pero es más propio de los sumisos de calentón, porque los otros no necesitan utilizar trucos baratos ni andar con engaños y faltas de honestidad.
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