A veces leo comentarios por ahí, (aquí también ha caído alguno) de casi-sumisos o sumisos a punto de dar el paso de reconocer que lo son, expresando sus dudas y temores respecto a cómo les puede afectar a su salud psíquica el hecho de vivir este estilo de vida o incluso el practicar femdom esporádicamente.
Ese tipo de preguntas de chiste, ejem, digo, esas dudas razonables, son una muestra más de lo extendida que está la imagen malsana del femdom y de la idea del sumiso como un hombre que va contra natura y contra la dictadura de lo socialmente correcto. Pero aparte de eso, la pregunta tiene su fundamento, porque es cierto que a veces un hombre no es sumiso, sino simplemente disfuncional o trastornado, (con lo cual NO estoy diciendo que ser sumiso equivalga a tener un trastorno mental), pero que haberlos, haylos.
Yo distinguiría varios casos. Por una parte está ese hombre que tiene conflictos mentales de todos los colores y encuentra en el femdom lo que yo he llamado ya varias veces cajón de sastre donde cabe todo lo raro y friki que no entra en los cánones convencionales. Es como si un zombi de verdad (si los hubiese) entrase en una fiesta de disfraces pensando que allí nadie iba a notar lo mucho que desentona en el mundo exterior, pero cuando conoces al zombi más de cerca te das cuenta de lo que realmente es, y le dices que allí tampoco está su sitio, porque no favorece para nada la imagen que se da de los que celebran fiestas de disfraces sanamente. Con esto tampoco digo que la Dominación Femenina sea jugar a los disfraces, aunque para muchos sea solo eso.
A mí me abordó en un chat un individuo que buscaba una Ama que lo anulase más de lo que ya se anulaba él mismo, que lo castrase, maltratase, torturase, y que cuando no lo estuviera usando, lo guardase en un baúl o armario. No sé si aquel tipo había visto demasiados vídeos de OWK, pero el caso es que me dio hasta un enlace donde había dejado sus fotos. El pobre diablo tenía más cara de loco que el asesino de Milwakee, y bueno, no entraré en más detalles porque creo que nos hacemos una idea de lo que quiero decir.
Otro caso serían los hombres mentalmente estables que sienten que no encajan con el prototipo de macho con el que le bombardean desde todos los frentes. Un sumiso, en general, pasa olímpicamente de todo eso, algunos de manera más abierta que otros, pero al menos respecto a las mujeres, sobre todo con las dominantes, “se quita la careta”, o se muestra tal como es, por completo. Pero me refiero a todos esos hombres acomplejados, pusilánimes, etc, como el sumiso loser, que se “meten” en el femdom porque es el único sitio donde se supone que encajan, haciendo que parezca que TODOS los hombres que dicen ser sumisos sean como ellos.
Y luego estaría, por resumir, un tercer caso: hombres sin problemas mentales ni de autoestima, que sin embargo, viven la sumisión como algo completamente anómalo y malsano. Son todos esos gusanos arrastrados que necesitan degradación y humillación continuas para sentirse sumisos, lógicamente complementados por esas Amas que solo saben vivir el femdom hundiendo y maltratando al sumiso.
Así pues, como ocurre en cualquier ámbito, locos y relaciones malsanas existen también en el mundo de Amas y sumisos. Lo triste es que se fomente incluso y se vea normal que sea así en muchos casos en aras de la tolerancia y del todo vale, y que al final lo más llamativo desde fuera sean cuatro tarados que se ponen la etiqueta de sumisos y Amas en vez de reconocer que están como unas putas cabras, con todos mis respetos... para las pobres cabras, claro.
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