Voy a hablar de un tema que me parece importante aclarar y así me ahorro de explicarlo por enésima vez en cada ocasión que un sumiso se lanza “al abordaje”.

Vamos a ver, antes de que pronuncies esa última frase y empieces a salivar de placer anticipado, te aclaro que se trata de plantear un tipo de relación en la que tiene que haber total confianza por ambas partes, en la que se llega a alcanzar momentos de mucha intensidad, etc, así que ¿cómo se puede simplificar de esa manera? Que no se trata de echar un polvete. Que encuentro montones de locos insensatos capaces de quedar con una total desconocida para un encuentro a solas y ponerse literalmente en sus manos. Y yo con la mayoría no puedo ir más allá de un café porque no me sirven ni como amigos, cuanto menos para algo mucho más complejo.
Los impacientes me hacen muchísima gracia. Y no hablo ya de los que mencioné de los chat, que te dicen edad y ciudad y preguntan si me sirven (la bola de cristal no la domino todavía) sino de los que ya conozco en persona y se creen que por dos ratos sueltos ya podemos pasar a mayores. Lo peor no es que no entiendan que yo quiera conocerlos a fondo, -aunque ya es bastante grave-, sino que ellos no quieran conocerme a mí. Porque esa es otra, a más de uno con tal de tener Ama poco le importa la persona y mujer que habita ese mismo cuerpo. Es que incluso lo confiesan sin rubor al ser preguntados por las características de la mujer que les atrae, “mientras sea Ama no me importa físico, edad, estado civil”, o que sea un orangután travestido añadiría yo. Si no llegan a conocerme de verdad, ¿cómo demonios se supone que pueden estar a mis pies como pretenden?
El feeling o la química o lo que sea que une a las personas, no entiendo por qué tendría que dejarse de lado en esto, es que incluso para la manida palabra de sesión no entiendo que sirva cualquiera. Se podría razonar que estaría justificado justo lo contrario, por ejemplo para un Ama super sádica deseosa de dejar salir sus peores instintos lo ideal podría ser descargar toda su furia contra el sumiso que le caiga más gordo. Eso mismo es lo que parecen pensar los sumisos que se ofrecen para ser tu más inmunda basura. Hay todo tipo de relaciones, ya se sabe, pero ni busco eso ni me interesa conocer a la persona que me lo ofrezca.
No hay receta para que surja la conexión, como es lógico, y además es peor querer forzar las cosas, pero hay ocasiones en que, sin ser el sumiso un auténtico peñazo, consiguen estropearlo todo precisamente por comportarse como creen que deberían hacerlo. Sumisos que yo llamo autómatas, que no salen de frases como “Sí, Ama” “Como Usted diga” “Entiendo, Señora” en una simple conversación normal y corriente, me aburren hasta la náusea. A algunos haría falta espiarlos con cámara oculta para que dejasen ver su verdadera personalidad, porque en su desdoblamiento la ocultan con tremendo empeño. Pero otros muestran su auténtica cara más temprano que tarde. Solo hay que sacar un tema que les toque la fibra para que se explayen y veas la transformación. Puede ser fútbol, o política o alguna afición. Puñetazos en la mesa en público han llegado a presenciar mis atónitos ojos. No me arriesgo nunca a que alguien que puede exaltarse de esa manera tenga la tentación de hacerlo conmigo, como en la canción de Extremoduro…..quiero ser tu perro fiel, tu esclavo sin rechistar, que luego me desato y verás.
Por cierto, que si alguno de los que habéis intentado algo conmigo sin éxito no sabéis todavía qué hicisteis mal, (si es algo que me parezca inaceptable seguro que os informé debidamente) no le deis más vueltas, es que no vi conexión ni tampoco una sumisión a prueba de falta de química. Y tampoco es cuestión de que el Ama sea un ser todopoderoso que con sus órdenes lo logre todo: se puede profundizar en la sumisión siempre que haya voluntad pero nadie puede cambiar su manera de ser. Espero que tengáis suerte y encontréis lo que buscáis, aunque a algunos espero que la vida os dé solamente lo que merecéis.