Un buen número de sumisos reconoce haber tenido alguna figura femenina que lo marcó en su sumisión desde la infancia/juventud, ¿pero qué ocurre con las Amas? ¿Quién las influye? Cada una tendrá su camino particular, pero yo opino que, dada la presión social para que se siga la norma general (hombres que mandan y mujeres que obedecen), realmente tenemos que llevarlo de serie, porque de otra manera a ver de dónde nos viene la tendencia Dom. Tal vez influyen los modelos femeninos que se salen de la norma, pero la cuestión es, porqué nos atrae ese modelo y no el otro.
Me refiero a orientación sexual, ya trasponerlo a todos los ámbitos de la vida no tiene mucho sentido, no voy dominando a todo el que se cruza conmigo, aunque prefiero ser jefa que empleada, etc. Entramos así en el concepto de rol frente a identidad. Yo lo veo así:
-Rol: En bdsm se adopta un rol y cualquier persona, sea su tendencia la que sea, puede probar a jugar y hacer un papel, con el límite temporal de la sesión. Por ejemplo, parejas vainilla que en la cama juegan a esto.
-Identidad: va más unido a la forma de ser de la persona, no se adopta un papel, se vive de manera permanente. Sería algo así como ser hetero, bi, homo, ampliado con la coletilla Dom, sumi o switch. Es decir, yo soy tan Dom como hetero, hasta el punto de que no concibo una relación con un hombre que no sea sumiso (conmigo), y esto tanto dentro como fuera del dormitorio. Así de radical, desde siempre además. Probé a tener relaciones vainilla, más que nada para reafirmarme en que no era lo mío.
Visto en retrospectiva, me doy cuenta de lo poco que me he desviado de esa tendencia. Sin saber que existía la dominación femenina, ya lo ponía en práctica desde la niñez. Disfrutaba más negando que concediendo, dándole un corte de película al niño de turno en vez de decirle “vale, vamos a hacer manitas”. Mi primera relación sexual fue una sesión de femdom, sin ser consciente ni saber que aquello tenía nombre y mundillo propio. Dije que allí se iba a hacer lo que yo quería y punto, y ni más ni menos que eso. Sin entrar en detalles bedesemeros (que los hubo), básicamente se trató de un continuo tease and denial. Lo de calentar y dejar con las ganas siempre me ha parecido excitante.
Traigo a colación este video de una Amita en potencia. Recalco que estoy en contra de sexualizar la infancia, pero aquí está tratado el tema con mucho sentido del humor. Me pareció lo único salvable de la película Novio por una noche. Se trata de la escena inicial. Un grupo de niño/as juega a girar la botella y al prota le toca encerrarse con la chica “rarita” del grupo. Lo demás ya lo veis vosotros. Sobre el mechón de pelo, al final de la peli vemos que ella lo ha usado para hacer vudú y así mantener la maldición durante años. Dicha maldición consiste en que todas las chicas encuentran marido después de acostarse con él. La voz se corre y todas se acercan para aprovecharse de su “don”.
Seguí esperando que reapareciera la niña Dom de mayor y lo hizo, pero convertida en una ama de casa formalita como dios manda... En cuanto a él, no se hace sumiso; el pobre lo pasa fatal tirándose hasta a las colillas porque todas quieren pillar marido (!) y se enamora de la más pava-ñoña de todas. Fin de la crítica cinematográfica. Espero que disfrutéis el video.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario aparecerá publicado si supera la supervisión de contenido permitido