MIS LIBROS FEMDOM

05 noviembre 2011

El sumiso doméstico

Abrillanto tu casa a cambio de dominación”: mensaje real recibido por mí de un aspirante a sumiso, o tal vez de una empresa de limpieza con ideas de marketing avanzadas... A muchos hombres les fastidia hacer las tareas domésticas, lo mismo nos pasa a la mayoría de nosotras, pero la supuesta perversión del tema es obligar al hombre a realizar una tarea de cuarta categoría a la que se ha entregado la mujer durante milenios incluso con agrado y entusiasmo. Es decir, ese era su sitio natural según los peores machistas y, por tanto, si se trata de dominar al hombre, pues hay que joderlo igual que ha ocurrido con el 99,99% de las mujeres de otras épocas y algo menos de las actuales. Si se obliga al sumiso a disfrazarse de chacha ya se alcanza la releche de humillación y sometimiento. Esto enlaza con el sumiso feminizado, y la base es más o menos la misma. Para mí al menos esta variedad tiene una lógica ventaja, aunque según en qué manos dejemos la tarea puede ser una desventaja. Si el sumiso no tiene ni puta idea de coger una fregona y lo dejas un rato sin supervisión te puedes encontrar el suelo más sucio de lo que estaba antes, y lo mismo si lo pones a fregar platos o lo que sea.


Este es uno de los puntos del manual de la perfecta Ama (no escrito o no con este nombre...) que no suelo aplicar. El anuncio del quitagrasa dirigido por Bigas Luna tiene su aquel (sobre todo por ver al prota), pero dejemos clara una cosa: el hecho de que sea excitante para el Ama y humillante para el sumiso parte de la desigualdad en estas y otras cuestiones. Si el machito español hiciera por iniciativa propia las tareas de manera natural, este tipo de sumisión iba a durar dos telediarios.


También ocurre que es un servicio que ofrecen algunos a cambio de dominación, como bien ilustra el mensaje de arriba. A mí esto me parece lo mismo que la sumisión financiera mal entendida. Una forma de comprarte, de chantajearte. Una cosa es que yo ordene que me dejen la casa como los chorros del oro porque me apetezca y otra cosa muy distinta es que un tío pretenda meterse en mi casa vestido de maruja a pasar el plumero las 24 horas del día a cambio de no se sabe muy bien qué. Algunos son hombres mayores y poco atractivos que disfrutan con el travestismo y que dejan bien claro que no buscan sexo (la mayoría no está ya para muchos trotes).


Como he dicho en otras ocasiones, como faceta suelta me puede interesar, pero en exclusiva, una chacha doméstica no me sirve para lo que yo busco. Podría utilizarlos y abusar de la situación, pero no busco un abuso sino una entrega real.




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