Creo que a veces se me malinterpreta cuando digo cuatro cosas sobre ciertos (en mi opinión falsos) sumisos. No se me llevan los demonios ni echo espuma por la boca. Sí, me indigno de momento, claro, pero al mismo tiempo lo único que puedo hacer es reírme. Ante situaciones absurdas y surrealistas a ver qué otra cosa sensata se puede hacer. ¿Cortarse las venas? Nah, no vale la pena. Cuando se me pasan tanto la risa como la indignación, solo pienso, una y otra vez, durante un rato: menos mal que el pollo este anda buscando Ama con la mejor de sus intenciones, porque cuando no ponga empeño no quiero ni imaginar el resultado.
Muchos (creo que un 90% de sumisos, al menos con los que yo he topado) se quejan de lo difiiiiicil que es encontrar Ama. No dicen “su” Ama en particular, nop, ya simplemente refiriéndose a Amas en general (ese conjunto que debe existir como una especie de sindicato o algo así) resulta que es peor que encontrar aguja en un pajar y además aguja transparente. No digo que se vayan a tirar a los pies de la primera que encuentren, pero pueden estar hablando con la mujer de sus sueños, puede ser una oportunidad única... Pues bien, cuando consiguen entablar una simple charla con alguna, conmigo mismamente (no conozco las experiencias de otras, así que tendré que echar mano de la mía), ¿qué hacen en esos preciados minutos de su existencia? ¿Cómo se comportan? ¿Qué maravillosas dotes de seducción sumisil emplean? Bueno, cada uno hace lo que sabe y puede, pero, ya digo, algunos se llevan la medalla al “enhorabuena-campeón-no-se-puede-hacer-peor”.
Dijo Arthur Schnitzler: Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida.
Esta frase da para entrada aparte, pero en resumen, es cierto que el problema de algunos es que no están realmente preparados, a nivel persona, o porque no se aclaran con la naturaleza y grado de su sumisión, y también está el problema de la impaciencia, pero recalco lo de no saber aprovechar el momento, o dicho llanamente, la ocasión la pintan calva.
Como digo más arriba, no me voy a indignar recordando según qué casos. No. Es malo para la salud y no sirve para nada. Voy a mirarlo con la distancia que merece el tema y a echarme unas sanas risas. Aquí va una recopilación de consejos para meter la pata hasta las ingles, inspirado todo por cortesía de los estimados sumisos desesperados por pillar Ama que tuvieron el detalle de dedicarme unos minutos. Cada consejo tiene opción doble, o plan B, para facilitar la tarea y hacer en cada momento lo que te salga de las bolas. Hay mil Amas por cada sumiso y tarea de ellas es causarte buena impresión, como ya sabes, así que vamos al lío:
-Consejo nº 1.a: Sé tú mismo. Pero a lo bestia. O sea, no te cortes ni un pelo. Que eso queda muy auténtico. ¿Que fumas y te digo que no soporto el humo? Nada, tú ahí, con dos cojones, defiende el tabaco a muerte, di que no lo dejarías ni por cristo dios que baje del cielo. Dejarlo sería un sacrificio tannn grande que no merece la pena, ni siquiera por esa Ama con la que sueñas noche sí y noche también. Como mucho, podrás hacer el esfuerzo de no fumar cuando la tengas delante e intentar camuflar el aliento con chicle, pero tampoco te agobies, respírale en la cara todo lo que puedas, seguro que se acaba uniendo a tu vicio, que es lo que debe hacer, porque vaya mierda de Ama no fumadora, ¿dónde se ha visto eso? Usar al sumiso como cenicero es un “must”. Seguro que es una farsante sin carnet de Ama.
-Consejo nº 1.b: Finge, a lo grande. Di lo contrario de lo que piensas, véndete como mejor veas que puede colar. Mientras descubre que eran solo palabras, algo habrás pillado por el camino, aunque sea un café, que para eso están ellas, para dedicar su tiempo a todo el que se lo pida.
-Consejo nº 2.a: Hazte el misterioso. Hacerse el interesante les pone a todas las mujeres, aunque lo nieguen, Amas incluidas. ¿Que quiere saber algo más de ti? Nada, tú ahí, firme, como un machote. Que te enseñe primero ella las bragas como mínimo y ya se irá negociando lo demás. No caigas en su trampa, hombre de dios, que primero te piden una foto y después de eso no se sabe adónde puede llegar la cosa. Empiezan por la foto y acaban secuestrándote y pidiendo rescate millonario a tu pobre familia o vendiendo tus órganos en el mercado negro. Nada, nada, no entres en ese juego. Y mucho menos le pongas la cam. Tu cara es sagrada, no la muestres nunca, jamás de los jamases, que eso acaba en un fichero policial con la etiqueta “pervertidos peligrosos”.
-Consejo nº 2.b: No le ocultes nada, pero n-a-d-a, desde el primer momento. Lo mejor es que le mandes una foto, de cintura para abajo, desnudo preferiblemente, o vestido y con un calcetín marcando paquete, verás qué pronto cae rendida. Después de eso, ponle la cam y déjale ver tu cara, pero eso sí, con expresión de aburrimiento infinito, seriedad sepulcral o pasmarote a secas. Nada de sonreír, nada de mostrarte bien dispuesto, agradecido o alegre por la oportunidad, ni pizca de nervioso, por supuesto, eso lo haces cada día y lo mismo te da una que otra.
-Consejo nº 3.a: Háblale de tu ex-Ama. Desde antes de decirle hola, eso es lo primerísimo que debes soltar. “Tuve una Ama mega maravillosa que me dejó /fue al extranjero/ se fugó con un amante, y busco sustituta”. Esto último no hará falta que lo digas, pues a poco que el Ama sea medio inteligente lo va a pillar, y está bien que así sea, porque cuanto antes quede claro lo que buscas TÚ, mejor para todos, ¿verdad?
-Consejo nº 3.b: Ocúltale lo de tu ex-no ex. La otra todavía no está perdida del todo, en cuanto chasquees los dedos volverá a ti, así que no le cuentes nada y aprovecha mientras te decides por una u otra. O, mejor aún, reconquista a la otra a la vez que pescas a esta, que las dobles vidas son un invento del carajo.
-Consejo nº 4.a: Interrógala. Pero como una ametralladora. Sin piedad. “¿Usted sodomiza a sus sumisos? ¿Le gusta a Usted mucho azotar?” Hombre, ya puestos, pregunta lo más indiscreto que se te ocurra, que para eso están ellas, para responder, lo harán encantadas.
-Consejo nº 4.b: No quieras saber nada, ni como Ama ni como persona. Si te comenta que ha tenido un día duro, cambia rápidamente de tema, no es tu problema. Ella debe ser tu mega Diosa, lo de interesarte por ella como persona es secundario o directamente irrelevante. Si quisieras conocer a una persona te buscarías una mujer “normal”, estas son Amas, a secas, como cualquier sumiso sabe, es de nivel de párvulos en cualquier academia de D/s.
-Consejo nº 5.a: Cuéntale tus fantasías, una detrás de otra y sin respirar. De tu trabajo y tal no digas ni mu, eso es demasiado personal, pero háblale sin tapujos del tamaño de tu ano dilatado y de cuántas veces al día te tocas la zambomba. Son mujeres ultra curtidas en todo lo que sea sexo o se le parezca y no se van asustar de nada, es más, se van a poner cachondas, de eso puedes estar seguro.
-Consejo nº 5.b: Tú de intimidades no hablas con desconocidas. Si quiere saber algo, que te diga hora y sitio para un café y “lo que surja”.
-Consejo nº 6.a: Presume de tu historial sexual. Cuando termines de hablarle de la/s ex-Ama/s, continúa con todas las vainilla que te has pasado por el forro. Di eso de “me he acostado con tropecientas veinticinco (por redondear) mujeres”, o, mejor aun, “uy, no sé con cuántas he follado, es que perdí la cuenta”. Si es mentira, da igual, te lo inventas, el caso es demostrar que eres un semental. No importa que dos minutos antes, entre las fantasías que le has soltado sin que venga a cuento, le hayas dicho que te mueres por ser feminizado, que una cosa no quita la otra.
No olvides contar que vas o fuiste de putas, eso es el no va más de ser sumiso, a las pobres chicas les falta clientela entre los respetables ciudadanos, esos que son modelos de integridad de cara a la galería, y ahí estabas tú, por hacerles el favor mayormente, una forma de servir al género femenino como cualquier otra.
Tampoco olvides contar que te has acostado con unos cuantos hombres, a pesar de no ser bisexual, pero total, estaban a mano. O que tienes la fantasía de liarte con uno, pero disfrázalo de servidumbre por complacer los deseos de ella.
Consejo nº 6.b: No hables mucho de tu (escasa) vida sexual, se pilla antes a un mentiroso que a un cojo.
-Consejo nº 7.a: Demuestra que “entiendes”. Sabes que hay que decir “A sus pies, MI Señora, y soy Suyo”, al menos en las 3 primeras frases. Tranquilo, ella no notará que se lo dices a todas, ella se sentirá muy especial, de hecho, NADIE le ha dicho lo mismo, al menos en... las últimas 24 horas. Eres original, y lo dicho, un pedazo de entendido. Así de paso la tratas como una Diosa (con 3 frases ya cumples con esto) y te pones la entrepierna a punto de ebullición.
-Consejo nº 7.b: Trátala como a tu colegui, no seas estirado, deja los formalismos, que vea lo enrollado que eres, huye del Usted como de la peste, eso está desfasado total.
-Consejo nº 8.a: Monopoliza la charla. Ya empezaste con tus ex y seguiste con tus hazañas y fantasías sexuales, así que ya la tienes rendida y abierta de orejas. Continúa. Cuéntale lo que te apetezca. Enróllate con cualquier tema que se te pase por la cabeza, y eso sí, con párrafos de 10 líneas cada uno, ¿qué menos, no? Que vea que eres el tío más listo/ingenioso sobre la faz de la tierra. ¿Pedante, tú? ¿Quién ha dicho eso? Algún envidioso, fijo, no le hagas ni caso.
Si te pilla en un renuncio o capta contrasentidos en lo que le cuentas, a pesar de tus enormes esfuerzos por maquillar la realidad, suéltale eso de que eres un tipo lleno de infinitos matices. Llévale la contraria todo lo que puedas, ellas admiran a un tío con las ideas claras.
-Consejo nº 8.b: No te esfuerces por darle vida a la charla, que lo haga ella, leñe, que para eso es la que manda, ¿no? Cuando termines de contar las 3 cosas importantes para ti, te callas. Como una tumba. Si está incómoda con el silencio, que lo llene, tú aguanta ahí, calladito, que lo mismo sueltas algo indebido y es mejor quedarse en terreno seguro, que algunas son muy listas y te sacan entre líneas lo que no pensabas soltar ni colgado boca abajo de las uñas de los pies.
Recuerda, solo monosílabos o comentar la meteorología. No falla. Dale la razón como a los locos, “sí, Señora”, “como Usted diga”, “tiene Usted razón” funcionan a la perfección, puedes mirar con un ojo la charla y con otro ver la tele mientras chateáis, o si la tienes delante, poner la mente en blanco mientras mueves los labios como un autómata.
Consejo nº 9.a: No te esfuerces. En nada. Para nada. No le des prioridad a ella. Si la ves interesada en volver a hablar contigo (algo lógico, si sigues los consejos anteriores), tú a tu ritmo. No te dejes ver por ningún medio cibernético ni cojas el teléfono si es que te lo ha pedido. Si se lo has dado tú antes de saludarla, te costará más disimular que te mueres por esa llamada, pero lo importante es que no se dé cuenta de lo desesperado que estás, hazte el duro, que piense que van 10 Amas detrás de ti cada semana.
-Consejo nº 9.b: Tranquilo, sigue sin esforzarte, solo que tal vez no puedas resistirte al tema telefónico, pero a lo mejor la tecnología se alía contra ti y tienes menos cobertura que las vacas del prado de tu abuela, en ese caso, déjale claro que tampoco vas a mover el culo para buscar otra zona mejor, extender la mano para usar el fijo, salir a buscar un locutorio ni, en definitiva, buscar solución a TU problema. Sumiso, entregado y obediente, sí, pero SOLO cuando llegue el momento en el que te salga de los cataplines, y lo dicho, cuando le veas las bragas, cuanto menos. Siempre puedes enviarle 10 correos por hora, cada vez que te aburras en el trabajo, así pareces entregado sin esforzarte en exceso.
Consejo nº 10: todos los anteriores consejos se resumen en este: sométete tú a ti mismo y a tus instintos por encima de todas las cosas. Te irá muy bien, cualquier Ama que tenga la suerte de cruzarse en tu camino caerá rendida, como tú bien sabes, a no ser que le surja algo realmente urgente en el extranjero y tenga que salir pitando.
¿Os parece que me he pasado, o que me lo invento? Pues atención, noticia, no he contado ni la mitad. Pero le dejo la etiqueta de humor porque la intención es esa, desdramatizar el pan nuestro de cada día en la vida del Ama asediada por sumisos deseosos de ponerse a los pies de … ellos mismos.
PD.- Mis 10 consejos acerca de cómo hacerlo bien, o al menos intentarlo, aquí.
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