Esto de las visitas milcentenarias me ha recordado un tema que tenía pendiente tratar. Muy al principio, este blog consistía en un par de entradas y otro par de fotos en el lateral. Cuando fui adornándolo busqué imágenes que casaran con el espíritu del mismo, es decir, nada de fotos de mal gusto o explícitas. La mayoría de las que aparecen aquí al lado estaban todas juntas en un vídeo montado con imágenes en youtube, así que solo tuve que ir pausando y capturando. Por cierto, que aquel vídeo fue censurado y eliminado, cómo no, poco después. Pero para la foto de cabecera quería algo que reflejara en una sola imagen lo que significa para mí la Dominación Femenina. No fue fácil, busqué y miré por todos lados. Pero cuando la vi, dije ¡ESTA ES!.
Ya digo, no fue tan rápido encontrar la foto protagonista, esa que dejase muy claro por dónde van los tiros aquí, aunque muchos despistados en busca del tópico porno siguen llegando, según me consta. Y bueno, aquí está la imagen completa, sin las cortinas negras que puse a cada lado. Lo hice por centrar lo más importante del mensaje que envía la imagen, aparte de por la ingenua intención de decir, “vale, cojo la foto pero la manipulo un poco y así el autor no me puede pedir que la quite”, lo que sería una faena, porque me encanta y cada vez la siento más como si fuera algo mío.
Voy a comentar a qué me refiero con el simbolismo de la imagen. Lo primero, como ya he dicho, es la sutileza, la elegancia, la normalidad y naturalidad que tiene el gesto. No se trata de ninguna práctica bedesemera, no es nada “fuerte” y sin embargo, ahí, para mí, está todo:
-El hecho de que él esté arrodillado, más allá del gesto físico, refleja la actitud de sumisión, se trata de agacharse para dejarla a ella por encima. Nada de un gusano degradado, sino un hombre, ni más ni menos, que se somete desde su libertad.
-Las manos atadas para mí simbolizan la entrega de su voluntad, es como sentirse desarmado y a la vez protegido al ponerse en manos de ella. Pero ya digo, que bastaría con que las tuviera a la espalda sin atar o simplemente quietas.
-Ella está (semi)vestida y él completamente desnudo, y me gusta pensar que no solo lo está físicamente, sino emocionalmente.
-La forma en que ella le agarra el pelo y con la otra mano mantiene su espalda inclinada, si os fijáis, no denota violencia sino todo lo contrario, pero es suficiente para tenerlo en esa postura sin que se mueva ni un centímetro.
-¿Qué está haciendo él? Eso es casi lo mejor de la escena. NO se trata de lo que ella le hace a él sino justo lo contrario. Él es una parte activa que le está dando placer a ella. Está con los ojos cerrados, completamente entregado a la tarea de lamer su pierna.
-Ella no está disfrazada de mega Ama, lleva unos zapatos elegantes pero bastante normales, y tampoco lleva corsé, corpiño ni prendas de latex (no tengo nada en contra de todo esto, pero quiero decir que no es necesario vestirse de Diosa para serlo a ojos del sumiso).
Y como último apunte, añadiré que es la clase de imagen que me pone más que cualquier escena porno. Mil veces más.
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