Ay, ¡qué disgusto más grande tengo! Me ha escrito la reencarnación de un escritor francés para decirme que escribo de puta pena. Que no me van a dar el Nobel ni el Cervantes ni la palangana de hojalata de mi barrio. ¿Y ahora qué hago? ¿Me retiro? ¿Me tiro al río? Uf, qué sofocón, dios mío. Como algunos valientes ya no pueden comentar como anónimos, usan el formulario para hacerse los machotes.
Pero, además del disgusto, tengo un dilema brutal. ¿A quién hago caso? ¿Al que me quiere hundir o al que me halaga? Mejor dicho, a LOS que me halagan, porque son mayoría. Alguno hay que no le interesa esto (cuánto tiempo hay que tener para pasearse por un sitio que te la repanpinfla; seguro que tienen razón y que son unos incomprendidos en todos los ámbitos de su vida, no me cabe duda), aunque suelo ver cosas más en esta línea:
Qué casualidad que estos dos se expresen de manera perfecta y con modales correctos. Lo dicho, casualidad, que quien dice “la verdad” es el maleducado.
No soy Shakespeare, ni pretendo serlo, pues ser culto significa ni más ni menos que adaptarte al nivel de tu interlocutor, y aquí no vengo a deslumbrar a nadie con mi prosa sino a hablar de la manera más clara posible del tema que me interesa para cualquiera que se deje caer, sin que sea necesario tener un máster en letras. Pero claro, aquí el chico, aparte de catedrático de filología según se aprecia en su "impecable" redacción, es vidente, porque con solo tres líneas ya conoce todas mis facetas narrativas.
Que sí, que ya sé que le estoy dando el protagonismo que está pidiendo a gritos, pero esto es un espacio que acabáis haciendo entre todos, y no solo voy a compartir el placer de abrir mis pensamientos, lo justo es que estos desagradables mensajes que no me dejan dormir (busca ironía en el diccionario, señorito schwob) también los comparta con vosotros.
Pero el motivo principal de traer a este sujeto a la palestra, aparte de confirmar la cita de Einstein, "Sólo hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y no estoy tan seguro de la primera", -sobre todo por la genialidad que ha soltado del sumiso financiero-, es devolverle el favor que me ha hecho, y no por venganza. ¿Tomármelo a mal? Algunos son de un ingenuo que tumba. Pero recordemos que solo ha leído 3 líneas, el pobre no sabe que estoy de ida, de vuelta y de retorno de capullos y capulladas.
El favor que me ha hecho es recordarme la fugacidad de la existencia y lo importante que es no desperdiciar el tiempo en chorradas, eso sí, a cambio de hacerme perder un minuto en leer su emotivo mensaje y otros cuantos en redactar esto. Pero se nota que el hombre está necesitado de afecto (lo del beso lo delata) y solo quiero buscarle amiguit@s. No es mal chico, quiere que me lo tome bien, o sea, que le escriba y "lo que surja", según parece por el giro final del mensaje. Algunos ya no saben qué táctica seguir para cazar Ama. A mí no me termina de convencer, la verdad, pero seguro que van a hacer cola otr@s para conocerle.
Como en la imagen no lo van a localizar los motores de búsqueda, voy a hacer el favor de copiar aquí su email con unas palabras de recomendación:
schwob15@yahoo.es
Si quieres pasar largas y apasionantes veladas de debate literario, con algunos toques de infinita erudición femdom, mándame mensaje, no te arrepentirás.
De nada.
PD.- Me guardo tu IP por si insistes en tus consejos, el ciber-acoso ya no queda impune. Ah, y el beso, se lo puedes dar a tu puto padre. Dicho con cariño, ya que lo entiendes todo al revés, majete. Y no, no lo voy a dejar, ni porque me lo digas tú ni 1.000 como tú.
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