MIS LIBROS FEMDOM

15 abril 2013

El sumiso camaleón




El mundo es un pañuelo, y estos ciber mundos aun lo son más. El otro día sonreía yo mientras movía la cabeza entre divertida y horrorizada. Un sumiso, cuyo nick me sonaba, presumía de haber conseguido Ama. Fui a comprobarlo y sip, era uno de los que se había ofrecido a ser mi sumiso-a-ratos de espaldas a la parienta. Aparte de eso, que por supuesto lo descartaba por completo para mí, me había dicho que le gustaba mi visión del tema. Pues bien, ahora resulta que está “entregado” a una Ama que presume de brutalidad y ante la cual se arrastra como un gusano miserable. No, si esto al final es lo mismo de siempre, un hombre desesperado, ya sea sumiso o astronauta, va a seguirte la corriente hasta ver si pilla cacho.


Pero claro, ahora el tío puede llenarse la boca diciendo MI Ama, como escribe en cada frase, porque de eso se trata, en casos como el suyo, de TENER Ama, que no es lo mismo que SER sumiso. Y total, la otra, que presume de cuadra infinita, tampoco tiene mucho tiempo para exigirle nada. (Yo, sin sumiso, echo de menos horas en el día, no sé estas cómo se apañan para atender a tanto cachorro).


Una cosa es necesitar Ama y otra, conseguirla al precio que sea, poniéndose el disfraz que más convenga en cada momento. Cuando es más importante “tener” que “ser”, estás utilizando a la otra persona, y como he dicho tantas veces, estos usan al Ama, no al revés. Esta clase de sumiso utiliza al Ama (a la que pueda pillar, no son nada exigentes) como un objeto para llenar ese hueco que una mujer “normal” no puede llenar.


Por cierto, que tener Ama, según indica este “sumiso” en concreto, le libera de tomar decisiones. ¿Dónde está el servicio y la entrega de él hacia ella? Ahm, que ser sumiso es otra cosa, y yo sin enterarme a estas alturas...


Pero esto de dar giros de 180º no solo les pasa a los que llevan doble vida. También están esos otros que no saben ni por donde les da el aire, y a los que si no les va bien la estrategia de decir que no buscan nada, pasan a la de decir que sienten un agujero negro en el centro del pecho por no encontrar esa mujer especial que llene su necesidad de sumisión, o que lo mismo dicen que necesitan enamorarse para entregarse hasta la médula como rectifican luego y afirman que el simple juego tampoco está tan mal después de todo... Y claro, resulta que estos señores sumisos no se conocen en lo más mínimo a ellos mismos, lo cual no es obstáculo para echarle morro al asunto y presentarse con toda la desfachatez del mundo ante ti, a ver si tú tienes más suerte y descubres lo que hay en su cabeza entre tanta maraña mental.


Resumiendo, si alguien tiene que fingir para conseguir Ama, mal va. Pero sarna con gusto no pica, así que espero que se lo pasen bien engañando y auto-engañándose, ojalá que no dejen mucha desolación a su paso y den con la horma de su zapato. Alegría doble siento cuando veo estas cosas, que dios me conserve el radar para detectar a estos sumisos-lobo con piel de tierno corderito perdido en el monte.

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