Esto de tener un blog casi siempre da alegrías, pero conlleva inconvenientes a veces, como tener que aguantar al pesado/aburrido/troll/cretino de turno, según sea el caso. Hace poco alguien dejó en un comentario, sin que viniese a cuento, unas palabras acerca de él. Ya dije que esto no es una web de contactos, y que de esas ya hay bastantes, pero lo publiqué porque me apeteció responder a lo que planteaba. La respuesta era de perogrullo, pero por si le servía a alguien para aclarar algo tan básico, ahí lo dejé.
En realidad este chico/hombre o quien sea dejó varios comentarios, algunos con su email incluido. En el que publiqué decía que tenía inquietudes y que no sabía qué tenía que hacer. Le respondí que tenía que hacer, ni más ni menos, lo que hace cualquiera con la inquietud X, o sea, buscar gente afín e informarse del tema. Pero claro, muchos parece que ven esto como un universo paralelo que no se rige por las normas humanas. Después de eso, vuelve a insistir para que YO me ponga en contacto con él, porque EL necesita alguien como yo, porque anda muy perdido. No, desde luego que eso no lo dudo, perdido tiene que estar para venir a presionarme como quien no quiere la cosa para que le dé clases particulares, encima sin leerse nada del blog, que claro, eso es muy cansado y mejor que le haga yo un resumen...
En vista de que no le publico eso ni le mando un correo, borra su comentario, y yo borro mi respuesta, porque aquello quedaba descolgado. Y me vuelve a escribir en tono de molestia e incredulidad, que hay que ver que no le respondo encima que me pide ayuda y que tengo mucha palabrería y no se qué más. Con lo cual me reafirmo en que no merece la pena perder ni un minuto con esta clase de personas. (Oye, nene, si te parezco “palabrera” te puedes ir al blog de tu querida prima, por ejemplo).
La verdad es que me gusta ayudar, y así lo he hecho o lo he intentado, en algunas ocasiones por privado, y aunque me ponen en un aprieto, intento aplicar mis criterios y espero que les sirva de algo. Me agrada especialmente cuando ayudo a alguna mujer a desenmascarar al enésimo sumiso farsante, pero tampoco le niego ayuda a los sumisos en apuros, como ya se vio por aquí en alguna ocasión, pero de ahí a tener que ser el consultorio gratis de todo el que pase, y sin que tenga la más mínima cortesía, pues no, de eso nada, que a ver qué me llevo yo con eso, como no sea ir al cielo de las Amas...
Y aprovechando el tema, y para las Amas que me leen, deciros que tengáis cuidado con ese grupo de sumisos “perdidos”, que no saben dónde están, de dónde vienen ni a dónde van, porque tienen más peligro que una piraña en una bañera. Son esos que llegan sin buscar nada, que solo quieren charlar, y que cuando te das cuenta los tienes arrojados a tus pies sin venir a cuento, y cuando empiezas a creer que tienes un diamante en bruto delante, dan un volantazo y ya han vuelto a cambiar de opinión y echan el freno y dan marcha atrás.
Lo dicho, no soy una ONG, el día tiene 24 horas y yo tengo otras cosas que hacer en la vida.
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