Que sí, que ya sé que pasó San Valentín, pero el vídeo original es aburrido de narices, así que prefiero que la cosa roce el moñismo antes que mataros de aburrimiento, considerada que es una. La letra, como cada vez que traigo una cancioncilla, tiene sus frases interesantes desde el punto de vista de la Dominación Femenina, y si le doy mi toque interpretativo, mucho más...
Aparte del tema musical, la cuestión que quiero tratar, como indica el título, brevemente porque no da para más, es una cosa que me parece importante en este asunto del femdom.
Hay bastante incredulidad desde varios frentes acerca de lo que una relación de este tipo puede dar de sí. Por ejemplo, hay personas que solo lo ven como un juego, incapaces de creer en una relación basada el 100% del tiempo en la D/s, aunque ese tema ya lo traté aquí.
Pero voy más por el lado de los que sienten que necesitan ese tipo de relación a tiempo completo aunque tienen la duda simultánea de que sea lo más conveniente para ellos. Esas luchas internas, que me parece (o tengo muy claro ejem) afectan más a la parte sumisa, porque se supone que se juegan más en todo esto, pueden provocar un “esguince en el alma” que no resulta nada agradable, obviamente.
Antes de comentar lo que yo creo es la solución, si es que existe, diré que no me parece cierto para nada que en esto sea el sumiso quien tiene más que perder, a no ser que estemos hablando de Amas que presumen de usar y tirar sumisos como si fueran klinex y que disfrutan con el maltrato puro y duro. Creo haberlo dicho ya, pero no está de más repetir que yo me “entrego” también cuando estoy en una relación femdom. Es que de entrada para mí “relación femdom” es una redundancia porque no me puedo meter en otro tipo de relación, no está en mi naturaleza. Y entrego todo mi ser para que aquello funcione y para sacar todo lo que soy, y por supuesto me hundo si el sumiso se echa para atrás cuando yo doy el 200%.
Bueno, que me salgo un poco del tema. A lo que iba es, que al final me parece que se trata de creer, de apostar, de tirar para adelante, sea en el tema que sea, y este no iba a ser menos. ¿Qué certeza tiene el sumiso de que eso va a ser lo que le de sentido casi principal a su vida? Ninguna. Así de claro. Entonces, ¿cómo se hace para tirarse a la piscina y no morir ahogado? Pues ya digo, mójate (es un decir, malpensados), porque de otra manera nunca lo sabrás. La única certeza que tenemos es que el sol sale y se pone cada día. Lo demás es casi un acto de fe, así que no existen seguros de vida de las relaciones ni nada parecido. Además, el instinto rara vez se equivoca. Cuando aparece él (o ella), sientes, sin pasar por mucho filtro mental, que es quien tenía que aparecer en tu vida, aunque sea al menos una vez antes del Juicio Final. Aunque si eres de los que están convencidos de que no mereces ser feliz, por el motivo que sea, te auto-negarás la felicidad hasta que te manden al cielo, al infierno o al limbo de los sumisos que ni creen ni dejan de creer...
¿Cómo se siente, nena,
saboreando la dulce venganza?
¿Me quieres de rodillas?
¿Cómo se siente, nena,
dejándome sentir tu fuerza?
No seas cruel, ¿no ves que
si no me agarras ahora
no podré dejar de caer?
Sólo una noche más y el diablo se llevará mi alma
Te echo de menos más de lo que puedo explicar con palabras
¿Cómo se siente, nena,
haciéndome sentir como un tonto?
Lo nuestro tiene lo que se necesita
para darnos otra oportunidad de empezar de nuevo
Encontraremos un camino
mientras creamos en esto
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