Tiene Qarpatian un post que toca un tema “típico” del femdom. Algo he comentado acerca de eso por aquí cuando he hablado de nuestra supuesta maldad o cada vez que critico la imagen estereotipada del femdom como en este otro post sobre el carácter de las Amas, etc. Parece que predomina lo antipáticas que podemos parecer así vistas en conjunto por regla general. Mi opinión es lo que he dejado allí de comentario:
Por la parte que me toca, voy a dar mi opinión sobre la supuesta bordería de las Amas. Para empezar, al igual que hay varios tipos de sumisos, los hay de Amas, y para bien o para mal, abunda el prototipo de ultra sádica con mala leche perpetua, imagen que consolidan ellas mismas porque les interesa hacer ese papel, o por motivos económicos ya que atraen justo a esa clientela que busca tal clase de Dómina profesional, o por qué no, por simple placer y forma de ser personal.
Aparte de eso, las que no vivimos de una imagen sacada de un vídeo porno, podemos dar igualmente una impresión de ser, cuanto menos, estiradas, por nuestra forma de expresarnos o de tratar a los candidatos a sumisos, y como bien comentas, en parte ocurre que estamos hasta la peineta de los personajillos que vienen con la intención de utilizarnos para sus fantasías sin importarles un cuerno lo que queremos nosotras o dando por sentado que haremos encantadas todo el repertorio del canal femdom extremo, o como apunta dana, que se olvidan del detalle de que somos mujeres y personas antes que nada y nuestro componente emocional es igual o más importante que el sexual. Creo que es una reacción lógica y que no merecen otra cosa que una respuesta cortante los que van en esa dirección.
Por otra parte, yo al menos sí puedo parecer un tanto hosca cuando se me acercan aunque sea sin caer en los típicos errores, pero es que es consustancial a ser dominante el hecho de poner el listón alto desde el primer momento, no es hosquedad en realidad, es dejarle claro a la otra persona que incluso si llegamos a intimar yo voy a ocupar mi lugar, y mi lugar es ser dura y estricta en general porque es lo que me apetece y me llena.
Y todo esto, en mi caso repito, no está reñido con el humor ni significa que esté con mala cara, que yo disfruto dominando y lo que se me pone en la cara es una sonrisa de placer (sonrisa sádica o sonrisa angelical, que hay momento para todo), y en esta vida es mejor echarle humor a las cosas, y para muestra tengo yo varios casos en mi blog en los que critico a los falsos sumisos con una buena dosis cómica (*), porque la primera reacción es indignarme pero luego, al tomar distancia, hasta le veo el punto humorístico y eso ayuda a neutralizar el mal trago de cruzarte con algún impresentable.
(*) por ejemplo este:
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