En el top ten de los topicazos sobre la Dominación Femenina está el del Ama con cara de mala leche perpetua. Cuesta mucho encontrar imágenes de escenas de dominación con mujeres sonrientes. Parece que en vez de disfrutar se pasan la vida (o el rato de la sesión...) castigándose el hígado y segregando bilis. Es de esas cuestiones que los sumisos que hablan de “las Amas” como un conjunto global y homogéneo dan por sentado, porque es el estereotipo que fomentan tanto en el porno como en relaciones profesionales o amateurs que siguen los manuales al pie de la letra, y ellos mismos son unos tristes/solemnes de la muerte.
Se supone que esto de la seriedad de ultratumba debe ser así para impresionar al sumiso y recubrirnos de una capa de autoridad incuestionable. Lo cierto es que a veces es fácil que el sumiso se tome confianzas y se deslice por el peligroso camino que separa la cordialidad del colegueo irrespetuoso, y la única manera de que reconduzca su trayecto es poniéndote firme. Firme... no dejando que la presión arterial se suba por las nubes y acabes perjudicada tú por los errores suyos.
Es decir, se supone que para tener el carnet de Amas hay que estar de mal humor todo el día, ya sea para impresionar al sumiso o como consecuencia lógica del mal comportamiento permanente del sumiso, al que hay que domar a base de palos, insultos y actitud de sargenta nazi. Si se le diera un par de vueltas a todo esto, se vería claramente cuánto de machismo encubierto contiene, es toda la base sobre la que los hombres intentaron construir su mundo femdom a medida, es lo que propone el autor de La Venus de las pieles, es la dominación mediante latigazos, coacción y terror. Eso esperan/necesitan algunos y a eso se ciñen las aprendices de Amas que piensan que deben hacer A, B, y C, sin pararse a pensar que dominar es hacer lo que a cada una le funciona, con su sumiso complementario, claro.
Por otra parte, algunos sumisos, en su desesperación y/o confusión, si se topan con una mujer con rasgos que podrían parecer dominantes, creen que ya tienen a su Ama delante, cuando puede que esa chica sea simplemente una perturbada, una cabreada permanente o una maltratadora.
Todo lo anterior, para mí no tiene NADA que ver con la Dominación Femenina, mi autoridad se basa en otros valores, y no me siento dominante porque necesite putear al sumiso ni para estar todo el día de mal humor, sino que se trata de disfrutar y de sacar lo mejor que tenemos ambos, y en ese sentido, la única escena en la que realmente veo a una mujer dominante es la del último vídeo, para desconcierto de los que creen que el sumiso solo sirve para ponerle los cuernos y encerrarlo en castidad. Ella lo usa para su placer, y con un simple gesto de la mano que empuja su pecho deja claro quien manda. A ver qué práctica degradatoria puede superar eso. Puede ser sexo o puede ser cualquier otra tarea placentera, pero de eso se trata, no de sobrecargarte de tareas entre castigos, vigilancias y mantener una pose de malísima solo porque a ellos les excite eso.
En definitiva, no se trata de ser una monja de la caridad con el sumiso, por supuesto que no hay que dejarle pasar ni una, pero no caigas en la tarea agotadora de tener que corregirle a golpe de vara y enfado cada cinco minutos, porque si eso ocurre, aquello es que simplemente no funciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu comentario aparecerá publicado si supera la supervisión de contenido permitido