Este “sumiso” tiene los límites invertidos. Ciertas prácticas que pueden ser el límite para la mayoría de sumisos, para este no suponen ningún problema, pero claro, prácticas no es sinónimo de entrega, solo busca cumplir esa fantasía o necesidad concreta. D/s a la inversa, una vez más. Él pide y el Ama le da.
Ya comenté que al fetichista a secas (casi todos los sumisos son fetichistas, pero no todos los fetichistas son sumisos) solo le interesa una parte del cuerpo o alguna prenda o el cuerpo entero, y al que se excita escatológicamente solo le interesan los desechos corporales. Y ya digo, no tiene por qué ser sumiso, cualquier hombre puede tener esta parafilia y eso no le convierte en sumiso. Lo que ocurre es que si se pone a investigar y a buscar mujeres que le pueden colmar ese deseo, se va a tropezar casi en primer lugar con todas las Amas en busca de perro que se deje hacer esto, aquello y lo de más allá, y entonces este decide presentarse como sumiso y conseguir lo que quiere, o llega a la conclusión de que en realidad debe serlo si le gustan esas cosas.
Un sumiso no se puede convertir en WC si es algo que le supera, por lo tanto algún placer le debe encontrar el que busca esta perversión en concreto; aunque su cabeza le diga que es algo repugnante su entrepierna le dice lo contrario. La coprofagia, como la lluvia dorada, son prácticas que pueden excitar a un hombre sin necesidad de ser sumiso y muchas veces si se autodenominan sumisos es porque llegan a la sumisión por degeneración, pero el scat por sí solo no presupone nada acerca de la supuesta sumisión de nadie.
Cualquier práctica que no conlleve entrega no tiene por qué entrar en esa especie de cajón de sastre en el que parece convertirse a veces la D/s, donde todo lo que esté fuera de lo convencional tiene cabida. Recuerdo a un tipo que sin saludarme siquiera me dijo en un chat que tenía montones de enemas de todo tipo y que se los pondría ante la cam si yo quería. Menuda fiesta para los sentidos me proponía el individuo, oye.
Todo lo que proponga el sumiso únicamente para su propia satisfacción está fuera de lugar. Cualquier frase que empiece con “Señora, tengo la fantasía de...” deja claro que no busca servir sino ser servido, y aunque esa fantasía pueda parecer un castigo o una repugnancia vista desde fuera, no cabe duda de que para ellos es todo lo contrario, un premio y una recompensa.
Cuando el Ama utiliza la escatología como castigo o por placer y el sumiso lo tiene como límite ya es otra historia, que algunos piensan que hay que tragar (en este caso literalmente) con todo con tal de tener Ama. Para gustos los colores, pero solo apuntar que en una relación sana jugar con residuos del tipo que sean no es demasiado saludable. Yo desde luego prefiero que el sumiso ingiera comida sana puestos a obligarle, pero claro, algunas Amas nos preocupamos del bienestar físico y emocional del sumiso y por el contrario hay "amas" que solo buscan el sufrimiento gratuito.
Otro tema sería dentro de unos límites razonables sin poner en riesgo la salud del sumiso, pero puede ser una de esas fantasías onanistas que llevadas a la realidad pierden su supuesta gracia. En Dominación Femenina tiene más peso el simbolismo que el acto en sí. Una cosa es que te excites cuando un perro callejero te orine encima por casualidad y otra que lo hagas como parte de tu entrega al Ama. La escena del “bautismo” en El amante lesbiano de JR Sampedro es un ejemplo de esto que digo. Por si no conocéis el libro, el aspirante a sumiso (sumisa más bien, pues desea ser tratado como una mujer) es aceptado por su Ama recibiendo su lluvia dorada sobre la nuca. Se trata de algo con un gran contenido simbólico, ella lo marca de esa manera y lo reconoce como de su posesión.
Resumiendo, el que busque sentirse el más cerdo para su propia satisfacción que lo diga claro y se busque una compañera de juegos, pero que no se ponga el cartel de sumiso porque eso no es sumisión.
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