Esta no es una historia chico joven-madurita, porque él está reencarnado en otro cuerpo, ni el post va de eso, aunque recuerdo unas cuantas películas sobre el tema y en ninguna, curiosamente, es él quien la deja a ella. La única con final feliz es esta que ya apareció por aquí.
De la escena me quedo, aparte de lo cómica que resulta (sí, me divierte, a veces me puede mi vena sádica), con lo de la última chica, que parece decirle “llámame, que vamos a practicar en privado eso del erotismo de la bofetada”.
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