MIS LIBROS FEMDOM

14 abril 2014

Carta a un Ama novata



Estimada, tal vez estés buscando en la red consejo sobre cómo distinguir a un buen sumiso de un farsante, así que si lees esto espero que te sirva de ayuda. Doy por sentado que no eres una saca-cuartos, o aburrida de tu vida vainilla, o desengañada de tu ex buscando venganza con los “raritos” esos de los sumisos, o en fin, una advenediza o aprovechada, porque entonces es absurdo que leas esto. Si eres una mujer que disfruta dominando de manera sana, entonces me dirijo a ti.


Habrás podido comprobar que hay miles de sumisos pululando por internet, con mensajitos del tipo “busco Ama para adorarla y someterme hasta la médula ósea como mínimo” o “le besaré las uñas de los pies las 24 horas, oh Diosa entre las Diosas”. Pintan bien, ¿verdad? Dan ganas de aceptarlos sin preguntarles nada, porque claro, si dicen cosas así, serán ciertas... ¿no? Ejem, pues nop, no es tan así la cosa.


Como primer consejo, no te creas absolutamente nada de lo que te digan. Nada. N-A-D-A. Algunos no te dicen ni su nombre real, no vayas a ser la amiga de la vecina de la prima de su tía Mercedes, y ya la hemos fastidiado. Las primeras veces que te llamen Diosa hasta sentirás un leve cosquilleo de placer, pero cuando te des cuenta de que es la versión D/s del buitre ligón que va llamando a las nenas “cielo, encanto y wapa”, tus ojos se abrirán de par en par y de manera definitiva, hasta el punto de que cuando lo oigas/leas por enésima vez te dejará fría o te hará reír hasta que te salgan unas patas de gallo que arruinen tu perfecta piel de Diosa, ejem...


El 99% de los sumisos ponen un anuncio para encontrar Ama. El 1% restante se lo curra un poco más y abre un blog o participa en los foros, pero no en plan troll ni diciendo cuatro sandeces. Ten cuidado por cierto con el que se explaya en plan repelente niño Vicente, seguramente no ha tenido nunca cerca a una Ama de carne y hueso, y aunque la tuviera no sabría distinguirla, de tan cegado que está por su propia teoría abstracta sobre el tema.


Pero te iba diciendo lo de los anuncios. Un sumiso que merezca la pena no se va ofreciendo como un muñeco de látex a cualquiera que tenga un nick de Ama. Un buen sumiso sabe que ante todo eres una persona, y si tú, como persona, no le pones la piel de gallina, como Ama le vas a dejar más frío que una estalactita. Así que si lo primero que te preguntan es qué clase de botas usas, de qué tamaño tienes el arnés o cuantas fustas manejas con una sola mano, huye. Bueno, no hace falta que corras, basta con bloquearlo/ cerrar la ventana (del chat)/ no responder a ningún otro correo suyo.


Pero seguramente eso ya lo sabes y por eso buscas consejo. Sabes que los cien -contando así por encima- que te contactaron hasta ahora sin buen resultado, van en esa línea, y la mayoría no dan más señales de vida cuando la sangre se les deja de agolpar en cierta parte de su anatomía. Porque todos esos van buscando su dosis, ya sea de fetichismo, de morbo, de perversión secreta, de humillación, de dolor, de cuernos, de feminización, de... lo que sea, y tú eres tan solo un objeto para proporcionárselo, un simple objeto intercambiable por otra mujer que se lo ponga más fácil.


Relee la última frase, memorízala, incluso imprímela y enmárcala si es necesario, hasta que te cale muy hondo, y esa será tu guía para desenmascarar a los farsantes que buscan su placer por encima del tuyo. La compatibilidad contigo les importa un rábano y eso no es malo si no lo esconden. Mucho más honesto es ir por ahí con el mensaje “busco un rato de morbo sin compromiso” o “busco mujer para jugar a ser sumiso” que soltar todo el rollo de lo super sumisos que son y lo mucho que desean entregarte su alma y enteritos ellos. ¿Por qué ocultan sus intenciones entonces, te preguntarás? Bueno, porque es mejor tener un solomillo en vez de una hamburguesa si pueden conseguirla por el mismo precio... ¿no?... Mentir es gratis y fácil, querida, así que no pierdas el norte ante palabras bonitas y vacías.


Ya verás lo fácil que es calar al espabilado de turno en cuanto pilles un poco de práctica, así que vayamos ahora a lo complicado. Cuando llega ese en concreto, que parece estar en su sano juicio, que no te aborda con preguntas fuera de lugar, que no es un pesado ni un pasota, que parece ser capaz de tener una conversación sobre lo que se tercie sin ser un aburrido o un suelta-parrafadas o un cretino a secas. Y tú te preguntas dónde está la trampa, o qué hace suelto un hombre así. Porque sobre todo, como dije arriba, no debes bajar la guardia, sigue sin creerle hasta que demuestre que puedes hacerlo.


Ahora estarán algunos resoplando y lanzando maldiciones cibernéticas en mi dirección mientras piensan: “¡claro, encima de lo “fácil” que es pillar Ama, que venga esta a complicarnos más el tema!”. Puede ser que paguen justos por pecadores, pero estamos en nuestro derecho de poner la barrera lo más alta que podamos, que ya la bajaremos después si el sumiso en cuestión merece la pena. Y él lo entenderá así y no hará nada por presionarnos.


Entonces, decíamos, ¿cómo separamos el grano de la paja? ¿Cómo sabemos si es un pajillero a secas o un grano? Y un grano pero no en el culo, claro. (Nota rápida: échale muuucho humor, te va a hacer falta). Antes tendréis que superar esa fase inicial de querer saber más de la otra persona y de comprobar que hay una conexión/compatibilidad de entrada. Si se quieren saltar esa fase, mándalos a una dominatrix profesional. Tú también puedes sentir que quieres un sumiso y lo quieres ya, entonces para eso casi cualquiera te vale, pero cuando esa vocecita -que te dice que ese hombre no es para ti- se convierta en un grito, verás que llena poco eso de tener un sumiso a ratos que se somete cuando le apetece, porque, o no eres tampoco la mujer adecuada para él, o es igual de farsante con todas.


Pasada esa fase, la clave es sencilla. Analiza sus actos. ¿Te dice A y hace B? ¿Todo se queda en frases bonitas que nunca pone en práctica? ¿No concreta nada que signifique un paso hacia someterse de manera REAL a ti? ¿Notas que te escucha y comprende lo que le dices o solo lo repite como un mono amaestrado? ¿Quiere conocerte a SU ritmo o al tuyo?... Seguro que se te ocurren más preguntas que puedes hacerte. Pero el resumen es, si no te hace sentir cómoda, ni que lo tienes bajo control, ni te da la prioridad que necesitas... no pierdas el tiempo, porque hay miles por el estilo, y algunos mejores que él.


Esa, para mí, es la clave de todo esto para que funcione, o para que tenga una buena base para llegar a funcionar algún día. Y es la misma prueba para cuando llevas 15 días chateando o un año de conoceros en la vida real. Es muy fácil teorizar y decir “soy sumiso”, pero en la realidad y los hechos es donde se demuestra todo. Tan “fácil” como eso.


Ah, y suerte, que te hará falta, porque no veas cómo está el patio...

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