Cuando se intenta entrar en este blog, como sabéis, sale la advertencia de contenido adulto. Y la pena es que no se pueda poner otro aviso: “este blog puede herir tu sensibilidad de sumiso”.
No puedo evitar que me lea cualquiera, a no ser que lo haga privado, cosa que no pienso hacer, pero al menos puedo darme el gustazo de callarles la boca, virtualmente hablando, y por eso tengo la moderación de comentarios. Hasta ahora lo he publicado casi todo, excepto ataques de trolls, anuncios de webs porno y cosas así.
Pero de vez en cuando aparece el típico contra-corriente que viene a ponerme los puntos sobre las íes y la verdad es que me da una pereza infinita darle al botón de publicar. De hecho no pienso publicar ni un solo comentario más en esa línea. No entiendo esa actitud de ir al blog del vecino y decirle, oye que no, que esto no es así y aquello es asá. ¿No tienes suficiente con lo que dices en el tuyo? Si tan seguro estás de que lo tuyo es D/s y que todo vale, ¿para qué vienes a contarme historias? No me interesa.
Qué “casualidad” que suelen ser los emparejados con Ama a tiempo parcial los que más se molestan con mis palabras. Sigue con tu vida perfectamente convencional y rellena los huecos con tu dosis de morbo, a mí qué más me da. Pero no vengas a pasearte por aquí donde no se te ha perdido nada ni me hagas leer cómo justificas que todo vale.
No me caso con nadie, no soy Ama financiera ni profesional, por lo tanto no tengo que quedar bien con todos ni ampliar mi cartera de clientes. Llevo escritas tropecientas palabras, mi opinión está muy clarita, no abrí un blog para meterme en debates eternos que no llevan a ninguna parte, para eso vete mejor a un foro o a una sala de chat. Aquí surge debate de vez en cuando pero hay un trasfondo común y sobre eso no discrepamos. Y no me apetece entrar en réplicas y contra réplicas que no me van a servir para convencer ni ser convencida.
Ya he visto tus intenciones, en el comentario no publicado y en el que dices rotundamente que no estás de acuerdo con lo que opina otro comentarista. (¿Pero no había muchas formas de ver la D/s? ¿En qué quedamos?...). Encima le das la razón a uno que no piensa como tú, interpretando sus palabras como más te conviene.
El principal motivo de tener mi blog, que es como mi casa, es no tener que aguantar al típico obcecado que intenta convencernos de su postura, repitiéndola tanto que da la sensación de que él mismo no la tiene nada clara. Ahorra energía y no pierdas el tiempo ni me lo hagas perder a mí. Ante posturas diversas solo me queda respetarlas, pero no intentes refregármelas por la cara porque tengo mil cosas mejores que hacer que rebatir ideas que quedan en las antípodas de lo que significa la Dominación Femenina para mí.
Lo dicho, para ti y demás aficionados al debate baldío: fuera, no sois bienvenidos aquí. Dicho sin acritud...
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