Te tengo a raya

Antes de que alguien me pregunte el título de la película, os aviso que no hay más escenas por el estilo, pero ahí va: Volver a nacer.

Por desgracia abunda la imagen del sumiso-gusano-cerdo con Ama que disfruta degradándolo aún más de lo que él mismo lo hace ya. En vez de utilizar el potencial del dominio sobre otra persona para sacar lo mejor de cada un@, son relaciones (anti-relaciones en mi opinión) que agudizan lo peor de ambas partes, ellas cada vez más crueles y desalmadas y ellos en una espiral de anulación junto a una persona que no valora lo bueno que pueda tener y que se dedica a despojarle de la poca dignidad que tenga.

Para todos los despistados que llegan aquí buscando tópicos en esa línea, aclaro que para mí una relación D/s es todo lo contrario: potenciar lo positivo y limar lo negativo. Una de mis exigencias básicas es que el sumiso sea una persona de hábitos saludables, tanto de mente como de cuerpo. No entiendo a esos que se van ofreciendo a las Amas porque están perdidos en la vida o son un desastre en todos los sentidos. Son casos extremos que deberían encontrarse con ellos mismos antes de ir al encuentro de una mujer, pero en otras ocasiones creo que a más de uno le vendría de perlas que les apretasen las tuercas y les obligasen a dejar todo eso que les perjudica a ellos y por extensión a la mujer a la que se entregan.

Sin convertirnos en una segunda madre, nosotras somos un referente que guía los actos del sumiso. Como ejemplo, lo que hace Pé: ¿fumar, tú? Trae aquí eso, a tomar por saco, ale, y tortazo por desobedecer. Con ese culito tan mono y esas frases sobre arrodillarse y tal, ¿lo vas a fastidiar por tus vicios egoístas? No, hombre, lo que tienes que hacer es sustituir un vicio malo por uno sano (me refiero al femdom, claro...). Una relación sana, del tipo que sea, saca lo mejor de nosotr@s y nos permite evolucionar. ¿O no?