Esta película plantea el masoquismo como una enfermedad mental, y de las más graves. Ella, Keira Knightley, a la que podéis ver casi echando espuma por la boca al comienzo de la película, tiene fantasías de ser azotada, un trauma que arrastra desde que su padre la castigaba en su infancia. La cosa se complica cuando su doctor se convierte en su compañero de perversiones.
Está basada en hechos reales, su doctor es Carl Jung y también aparece Freud. Ella, Sabina Spielrein, fue una pionera entre las mujeres psicólogas, y acabó la pobre asesinada por ser judía. No destripo con esto el argumento, pues esa parte ni sale. Básicamente se trata de largos diálogos, salpicado por la burguesa vida del doctor (casado) y los encuentros furtivos con su paciente.
Tampoco hace falta la bola de cristal para saber que él corta aquello cuando le sale de los cataplines y le dice a ella lo de que “ah, se siente, ya sabías donde te metías y yo tengo mi vida de clase A y no la voy a cambiar por ti, etc”.
Traigo un par de escenas, la primera, un momento paradójico, en el cual ella toma la iniciativa, pero para insinuarle a él que desea ser sometida. Destaco la escena porque opino igual que ella, que hombres y mujeres tenemos rasgos del otro sexo y la femdom equilibra y acerca posiciones.
En la segunda escena vemos que él ya se apunta al experimento...
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