Que esto de internet tiene sus pros y su contras, ya lo sabemos todos. El hecho de que el tema de la sumisión masculina vaya ganando cierta visibilidad, -al menos en el reducto de la red como digo, que ahí afuera la cosa prácticamente ni se ve-, conlleva ciertos aspectos negativos. Ya me puse algo alterada en aquel aviso para aprovechadas, pero voy a hablar sosegadamente de esto, ampliando las posibles razones por las cuales una mujer no dominante estaría interesada en tener un sumiso en su vida.
Dejo aparte, o menciono de pasada, a todas esas espabiladas que se meten a ama financiera como un medio rápido y fácil de sacar pasta. No lo tienen imposible, eh, que más de uno, cuando el calentón aprieta, le da dinero a su padre vestido de látex si hace falta. Otra cosa es que luego repita con esa misma si ella no le da algo a cambio (sesión cam, fotos, dominación telefónica, etc).
También está el caso de las que buscan sumiso doméstico. Eso pinta muy práctico, tener un criado gratis es un chollo. Y la verdad es que creo que estos tampoco exigen mucho de ellas, pues se trata de cumplir una fantasía, y eso lo van a tener, así que, negocio redondo para ambas partes.
Pero vamos con el resto de casos. Imaginemos una mujer que está harta de los hombres “normales”, y que vuelve la mirada hacia esos otros que, teóricamente, son dóciles, obedientes, que harán lo que ella diga sin rechistar, que la tendrán como una reina, que, en definitiva, lo darán todo a cambio de nada.
Tal vez tú seas una de esas mujeres y has llegado aquí tecleando “busco sumiso”, quizá con ese plan en mente que acabo de comentar. Pues bien, déjame decirte, estimada desconocida, que te equivocas de parte a parte. En primer lugar, hay tantas clases de sumisos como de setas, y hay sumisos de verdad y otros que juegan a ser sumisos. Cuando intentes conocer a un sumiso, te darás cuenta de que cada uno busca (aunque no lo diga de entrada) algo concreto: azotes, sentirse controlado, realizar X práctica, ser de tu completa propiedad (¿estás preparada para algo así...?), humillación, cuernos (que se los pongas se entiende), control de sus orgasmos, sodomización, etc etc etc
Como ves, si nada de eso te atrae, lo tienes complicado en el caso de los sumisos que buscan tal o cual tipo de sumisión. Si le puedes dejar que te chupe un pie como máximo esfuerzo por tu parte, tu campo de búsqueda se reducirá bastante. Pero lo más probable es que el sumiso que buscas esté más orientado a la sumisión en sí, en su literal significado, que a practicar bdsm. Un sumiso no se mide por su capacidad de realizar esto o aquello dentro de un rígido manual, sino por su capacidad de amoldarse a su Ama, y aquí entra, como en cualquier tipo de relación/contacto, la compatibilidad.
Vale, supongamos que conoces a sumiso perez, y os lleváis genial. Parece justo lo que estabas buscando. Además no te pide que le azotes porque sabe que a ti te deja fría o te da repelús. Solo se hace lo que tú quieres, cómo y dónde quieres. “Pues ya está, ¿no?”, pensarás tú. “Ya tengo algo mucho más cómodo y mejor que un novio”, seguirás pensando... Déjame decirte que te falta la segunda parte de la ecuación: TÚ.
Un sumiso, que no sea “de prácticas”, no se entrega a la primera que le venga ofreciendo ser su Ama, ni siquiera si le cae genial como podría ser tu caso. El sumiso necesita sentir que la dominación aflora de manera natural en la otra persona, igual que le aflora la sumisión a él. Necesita sentir esa autoridad que solo sale de una mujer que lo tiene muy interiorizado. Su sumisión no aparece cuando le aprietas un botón mágico, sino que surge cuando, con tu actitud (natural, repito) le tocas ciertas teclas, y eso, querida, no se aprende en ningún libro. Lo tienes, o no lo tienes. Lo disfrutas, o no lo disfrutas, y eso también lo va a notar él. Y, si no lo disfrutas, ya me dirás para qué demonios quieres un sumiso, por muy buena pinta que tuviera tu maravilloso plan...
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