En esta película, La fuente de las mujeres, hay un momento que dura un segundo, pero merece la pena. El argumento también podría ser femdom, solo que es algo que llevan usando las mujeres desde que el mundo es mundo: negar sexo al hombre como medida de protesta, castigo o coacción. “Hasta que no hagas o dejes de hacer tal, no me tocas un pelo”. Tod@s hemos oído historias así, sin que se trate de una relación D/s, y por lo general funciona; es un lenguaje que entienden los hombres a la perfección...
Y bueno, cuando pasa el período de castidad forzosa, la chica deja salir sus energías acumuladas y pasa lo que pasa. Lo mismo le araña y le clava los dedos como le acaricia. Muy femdom, ya digo, al menos para mí, que habrá quien no entienda que se puede ser suave y dura al mismo tiempo.
Mi princesa, le dice él al final. Mi Reina pegaría más, pero en fin, tampoco podemos pedir peras al olmo; el femdom en el cine, más allá del porno de clichés, no se ha inventado aún.
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