A algunos les cuesta creer que las Amas vocacionales existimos, no entienden qué obtenemos con eso a no ser que busquemos el famoso tributo, y piensan que llegamos a la Dominación Femenina de rebote, por diversos motivos que ampliaré en otro momento. Adelanto uno de los que cuenta con mayores “adeptos” entre los desinformados, el de convertirse en Ama por venganza y despecho.
Aprovecho para insistir en que estoy en contra del abuso y el maltrato, para los que no leéis los comentarios me refiero a aquello que dije de azotar sin piedad a un sumiso infiel (con su parienta). Es la reacción que me produce cualquiera que devuelve la confianza con traición, lo repito y me reafirmo, pero NO lo haría, porque no me iba a lastimar la muñeca de manera tan absurda, y porque, como aclaré en aquella entrada a renglón seguido, eso sería sacar lo peor de mí, con lo cual dejo claro que no son mis métodos y que el mejor castigo, en este y otros casos, es ignorar a la persona en cuestión.
Aclarado este punto, -que creo que le quedaba claro a todo el mundo excepto a quien me lea a través del filtro de sus “circunstancias”-, como decía, algunos creen que un Ama es un ser mutante, malo por naturaleza, que solo buscar anular y maltratar, y que el motivo procede de experiencias negativas anteriores con los hombres. Esto me parece bastante curioso y alejado de la realidad, porque... ¿acaso no conocéis el típico caso de la chica a la que putean una y otra vez y sin embargo no se “mete” a Ama sino que vuelve a tropezar en la misma piedra hasta el infinito?
Muy distinto es que, tras una/s mala/s experiencia/s vainilla alguien vea la luz y se pregunte qué demonios hace en ese tipo de relación cuando lo que le llena es otra cosa. Pero eso no significa que se dedique a volcar toda su rabia y frustración en los pobres sumisos que se le ofrezcan de buena voluntad. Además, si yo estoy resentida con fulano A no me sirve de nada destrozarle la espalda a latigazos a fulano B. Esto no se trata de maltratos ni de venganzas ni otras sórdidas historias. Una mujer herida está en su derecho a sentir rencor y hasta la más vainilla podría sentir el impulso, en ese momento de odio ciego, de atar a su ex y “contarle” con azotes cómo se siente, pero eso no es dominación, eso es violencia, y total, podrás lastimarle el cuerpo, pero a un tipo así no le puedes herir el alma (como él te hizo a ti) porque se la dejó olvidada en alguna esquina en su trayecto hacia el cabronismo.
Traigo esta canción de Fangoria en la que se habla precisamente de esa malsana especie de Dominación Femenina con la que no estoy de acuerdo para nada. Me cae bien Alaska, pero aquí se le fue el santo al cielo. Lo último que necesitamos es esta clase de publicidad negativa.
Soy tu dueña, no eres más que un esclavo,
te haré daño, no intentes desatarte.
Mis cadenas te atarán a mi corazón,
me quisiste mal y ahora yo me vengo.
Tú no me respetabas cuando yo te pedía amor,
la pasión que esperaba ahora te la daré yo.
Tú no me comprendiste, pero ahora mando yo,
las caricias que no me diste son los golpes que te doy.
Soy tu dueña, no eres más que un esclavo,
te haré daño, no intentes desatarte.
Mis cadenas te atarán a mi corazón,
me quisiste mal y ahora yo me vengo.
te haré daño, no intentes desatarte.
Mis cadenas te atarán a mi corazón,
me quisiste mal y ahora yo me vengo.
Tú no me respetabas cuando yo te pedía amor,
la pasión que esperaba ahora te la daré yo.
Tú no me comprendiste, pero ahora mando yo,
las caricias que no me diste son los golpes que te doy.
Soy tu dueña, no eres más que un esclavo,
te haré daño, no intentes desatarte.
Mis cadenas te atarán a mi corazón,
me quisiste mal y ahora yo me vengo.
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