Yo escucho prácticamente todo tipo de música, pero mi favorita, a la que vuelvo una y otra vez, es el rock duro. No podría destacar una sola canción entre todas las que me gustan. No, gustar no es la palabra. De todas las que me APASIONAN y me transportan a otra dimensión. No exagero. Quien haya asistido con entusiasmo y entrega a un concierto de rock sabrá perfectamente a lo que me refiero. Te transportas de manera literal a otro mundo lleno de sensaciones intensas que no sabías que fueras capaz de experimentar... Un momento, ¿a alguien le suena todo esto de algo?... Pues no acaban ahí las coincidencias, al menos para mí.
Habrá quien sienta algo parecido con la quinta sinfonía o con un fandango, aunque creo que ni siquiera los no-aficionados al rock le pueden negar su dimensión de grandioso espectáculo de masas vibrando y gozando al unísono. También ocurre en el fútbol por ejemplo, dirán algunos. Cierto, pero el matiz está en que el fútbol no está mal visto. Y el rock, sobre todo el rock duro, ha estado y sigue estando marginado de los gustos mayoritarios. A pesar de ello somos millones de aficionados en todo el mundo. Y esta música se puede disfrutar con igual intensidad en la intimidad. Vamos, que lo que quiero decir es, que el rock duro y el bdsm comparten para mí ciertos códigos en cuanto a clandestinidad, “inmensa minoría”, etc que desarrollaré más adelante. Recuerdo un artículo de hace bastantes años que escribió Terenci Moix (quien no me caía mal, pero se le fue la olla con esto), en el cual arremetía tanto contra un colectivo como contra el otro por utilizar el cuero, estética que según él estaba reservada a los simpatizantes de las SS. Como si el hábito hiciera al monje, lo que hay que oír. A mí no me ponen los símbolos fascistas como ya dije, pero el look de cuero es algo que se repite en ambas tendencias y tiene una irresistible atracción para mí desde muy temprana edad.
Yo no puedo explicarle a nadie que no haya tenido la carne de gallina al escuchar un espectacular solo de guitarra eléctrica que eso es lo más parecido a sentir que el cielo existe y lo puedes tocar. Igual que un sumiso no podrá explicar lo que siente en su momento de éxtasis, ni un Ama tampoco. O tener un orgasmo de esos que hacen historia e intentar describirlo con palabras. Lo sientes o no, lo vives o no, y los demás se lo pierden, allá ellos. Pero voy a intentar hacer una comparación utilizando dos versiones de una misma canción.
Antes, un inciso de cultura musical. Dentro de la música heavy se engloba desde lo más light hasta el rock satánico, pasando por el speed metal, el AOR, el glam-rock y mil etiquetas más. Para los no entendidos, es ruido y punto, como creía yo hasta que tuve la (pronta) revelación y descubrí lo que una guitarra eléctrica te puede transmitir. Hay que decir que en esto las apariencias también engañan. He conocido a más de un “tipo duro” que era sumiso en la intimidad. Otro ejemplo. Los grupos de glam rock, como aquí los Poison en la imagen, eran rockeros de largo cabello y poses gay que jugaban con la ambigüedad para desmontar el cliché de macho-men. Era su manera de rebelarse contra las normas y decir, somos muy machos (de hecho las letras van en su mayoría sobre el tema amoroso-sexual entre hombre y mujer) pero nos vestimos de nenas porque nos da la gana. Qué casualidad, los sumisos (auténticos) me encantan porque tampoco tienen que demostrar nada, que le den morcilla a las putas normas sociales.
Ya sé que la música que pongo, en su mayoría, a algunos les parecerá del pleistoceno, pero de algunas cosas nunca me canso, soy fiel a lo que me llega muy adentro. Llevo 20 años escuchando estas canciones, y me suenan igual de bien que la primera vez, así que en mi opinión tienen que ser buenas de cojones. Y si no están de moda, me da lo mismo, las modas para los borregos. Aunque muchos siguen, no de moda porque nunca lo estuvieron, pero sí vigentes y en activo, dando conciertos por todo el planeta, como Kiss, Iron Maiden, AcDc y demás, que tienen más energía que muchos niñatos prefabricados de hoy en día.
Bueno, pues como decía, voy a intentar explicar con música la diferencia entre lo que se siente (para mí) en una relación convencional y en una femdom.
Johnny B. Goode es una de las canciones más conocidas y versioneadas de la historia del rock. Si habéis visto Regreso al futuro, es la que toca el protagonista en el baile de fin de curso. Vayamos con la primera versión, interpretada por su autor original, Chuck Berry.
Es una buena canción, todo un clásico, tiene mérito además con los medios de la época cantar casi a pelo sin ningún arreglo de estudio y tal. Está bien, pero me deja un poco fría, sobre todo al compararla con esta otra versión de Judas Priest. Vamos con ella.
Yo me quedo sin palabras desde la primera nota, sobre todo el solo de guitarra me sube al paraíso. El cantante, Rob Halford, introdujo, inspirándose en la cultura del cuero (movimiento gay de los años 70), el cuero con tachuelas metálicas como signo distintivo del heavy metal; a partir de entonces artistas y fans de todo el mundo adoptaron tal estética como propia. Halford reforzaba esa imagen de cuero y metal al aparecer en el escenario sobre una harley-davidson al comenzar cada concierto. Este hombre intentó suicidarse debido a su homosexualidad, ante la presión de mantener las apariencias de machote en un mundo de supuestos tipos duros. Gracias al cielo no lo consiguió y sigue dando guerra. El mes que viene los tenemos en España. Metal forever!!
Es innegable la similitud entre la estética rock y fetish, como podéis ver en estas fotos de Doro Pesch, las Vixen, que ya han estado por aquí, e incluso las pioneras Rock Goddess (buen nombre, Diosa del rock), así que cuando topé con esos looks de Dómina yo ya estaba rendida a aquellas pintas desde mi adolescencia rockera.
Aunque no a todos les guste este tipo de música, nadie puede negar su intensidad. Pues de algo así se trata lo de tener una relación no convencional. No sé si es la mejor forma de explicarlo, a mí no se me ocurre otra. De todos modos, creo que tampoco tiene mucha explicación. Te va o no te va, te pone o no te pone, y punto.
Con el rock duro y con la Dominación Femenina el proceso fue muy parecido en mi trayectoria personal. Descubrir que eso es lo que te llena de verdad, que es algo minoritario y marginal, que en ambos casos hay que ocultar en mayor o menor medida en según qué círculos, que las mujeres rockeras y las dominantes eran minoría incluso dentro de un grupo de por sí minoritario...
Yo compraba en mi adolescencia revistas especializadas en las cuales había sección de cartas de lectores entre las que se veían dos tendencias:
- unos se pasaban la vida amargados porque eran unos incomprendidos.
- otros pasaban de todo e iban a lo suyo, a disfrutar a tope sin hacer caso a opiniones ajenas.
También existía la idea generalizada de que no había mucha cohesión entre los amantes de este tipo de música y algunos proponían que si veías a un colega con una camiseta de Iron Maiden deberías saludarlo al menos, como si tener los mismos gustos te garantizase una amistad instantánea con otra persona... ¿Os suena algo de todo esto, verdad? Pues hay más puntos en común, como tomar como los 10 mandamientos unas supuestas normas que todos deben cumplir si quieren ser aceptados en comunidad. Un heavy que escuche a Bon Jovi ya es menos auténtico, un Ama sin arnés ni es Ama ni es nada. Un heavy debe ir vestido con mallas negras y camiseta ceñida, da igual que se le marquen las lorzas y vaya hecho un cristo, (como si un aficionado a la música clásica fuera de frac por la calle...) y por la misma regla de tres, un Ama debe ir siempre vestida con taconazos y látex, aunque parezca vestida por su peor enemigo. No hace falta que siga con los ejemplos, supongo.
De topicazos está el mundo lleno. Los heavys son macarras y violentos, los bedesemeros están tarados, etc etc etc
Tópico número uno sobre el heavy: es ruido. Vale, pues escucha esto si piensas eso, porque las bandas de heavy han parido las baladas más sensibles, increíbles y apasionadas de todos los tiempos. Ya estuvieron por aquí Skid Row con su memorable I remember you, pero hoy toca promocionar el talento patrio. Y no me extiendo más. Ya volverán a aparecer mis chicos y mis chicas por aquí. Están demasiado unidos a mi vida como para dejarlos fuera de mi otra pasión-identidad.
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