Quien sepa de qué va este blog, conoce más o menos por dónde van los tiros conmigo a la hora de enfocar una relación femdom. No juego, no hago sesiones, no busco una cuadra, no me atrae hacer intercambios, en definitiva, no encajo en el modelo típico de Dómina de manual y mazmorra. Lo mío es la naturalidad, la cotidianeidad, el día a día con un hombre al que valoro como persona y que además es sumiso conmigo.
Pues bien, visto así, tal vez se puede deducir que busco un novio, o una pareja vainilla con ratos bdsm. No, para nada busco eso. Ni quiero un novio-sumiso exactamente. Porque aquí entra mi concepto particular de relación, y no es la convencional hombre-mujer de parejita unida empalagosamente y separada del resto de la humanidad en su nido. Ojo, que me parece perfecto si eso le funciona a los demás, pero no está hecho para mí. ¿Quiero decir entonces que me van las relaciones abiertas? Pues no, tampoco me refiero a eso, aunque también lo respeto, faltaría más. Abierta sí, pero abierta al mundo, que un esclavo encerrado me aburriría horriblemente. Alguien que tenga sus aficiones, que no tienen que ser 100% las mías, que tenga su trabajo, sus amistades, que no tenemos por qué compartir tampoco, que tenga su entorno y una vida y unas ideas para poder hablar y comentar de todo. Si quiere ir el día D con su tía al teatro porque se lleva genial con ella no se lo voy a prohibir, otra cosa es que le dé prioridad a su tía siempre, en ese caso, que se case con ella, ejem. Eso sí, en todo momento controlando yo a dónde va y con quien, y es algo a lo que se someterá gustoso él, eso para empezar. Pero no entiendo esa cerrazón de las parejas que parecen entrar en una cárcel cuando se emparejan. “No, es que tengo que ir con él/ella porque es mi pareja”. Coño, ¿sois siameses o qué? ¿No será miedo, inseguridad, celos...?
Recuerdo a cierto sumiso que traía su plan pre-establecido de formar una familia como dios manda, tener hijos por obligación, boda de blanco y bla bla. Y aparte de que no me parecía complementario conmigo, ese fue un motivo de peso para que él me rechazase a la vez a mí. Así que hoy voy a abrirme un poco y comentaré aspectos del tipo de relación que me llena y funciona. Voy a usar unas preguntas que se supone son para que alguien se plantee si el poliamor es lo suyo, pero me parece que sirven igual para relaciones en general.
- ¿Para ti, qué componentes tiene una relación?
Para mí una relación consiste en compartir vivencias, en tener apoyo mutuo, en saber que la otra persona te entiende, te conoce, te acepta, y que existe una compenetración a muchos niveles. Y tiene que atraerme esa persona en todos los sentidos, además de encajar su sumisión con mi dominación.
- ¿Cuánto debe durar una relación importante?
Una relación importante no se mide en tiempo. Algunas nos marcan y son decisivas a pesar de no ser muy largas. Sin embargo, me parece importante matizar que, en circunstancias normales, sin contratiempos insalvables como la muerte, la cárcel o cosas por el estilo, si se trata de una relación importante, va a durar mucho, porque aunque dos personas estén separadas, mientras se mantenga la chispa y el sentimiento de saber que encajas a un alto nivel, aquello seguirá contra viento y marea, aunque no sea un 24/7.
- ¿Qué es sexo?¿Es la penetración?¿Es más especifico: penetración vaginal con el pene o anal con el pene?¿Qué sucede con la estimulación y penetración manual, el sexo oral, los juguetes sexuales, el BDSM?
Aunque a estas alturas la idea más extendida sea que el sexo es coito, para mí está casi en lo último de la lista. ¿A quién se le ocurrió poner el énfasis y el peso de un encuentro sexual en un miembro que simboliza un supuesto poder y que en el mejor de los casos se mantiene unos minutos en su “puesto”? Por no hablar del distinto ritmo en las curvas de excitación de hombres y mujeres. El sexo es todo lo que ocurre entre hombre y mujer en un contexto erótico: palabras, miradas, caricias, tacto, juegos, calma y pasión, ternura y contundencia... Y por supuesto la D/s en toda su amplitud. Y si tengo que elegir, obviamente me quedo con la estimulación del clítoris, porque -atentos a la lección de sexualidad básica- el equivalente femenino del pene no es la vagina, así que, ya se puede emplear el sumiso lamiendo, tocando, o me froto contra cualquier parte de su cuerpo, eso sí que es placer ilimitado, al pene no le podemos pedir más, pobrecito.
- ¿Qué tipos de cosas consideras íntimas? ¿El sexo, tocarse sexualmente, el contacto genital, una sesión BDSM sin una faceta sexual?
La intimidad no depende de las “cosas” enumeradas en la pregunta sino en el grado de conocimiento que haya entre ambos. Tocar a un desconocido no es una experiencia de intimidad, es solo tocar sin más. ¿Lo más íntimo? Una mirada en la que “ves más allá” de los ojos.
- ¿Debes vivir cerca de una de tus relaciones para que sea importante?
Bueno, de la distancia ya hablé en las ciber relaciones femdom, pero la pregunta está formulada de una manera que se las trae. ¿Qué es lo que determina la importancia de una relación? Obviamente el peso que tenga en tu vida. Si vives en la misma ciudad y uno de los dos se va por temas laborales, la relación sigue siendo importante. Si creas un vínculo con alguien de otra ciudad, y se forma a pesar de la distancia, lógicamente no ha sido un obstáculo. Ahora bien... ¿puede una relación mantenerse a distancia? Poder, puede, incluso siendo algo importante, pero... el riesgo de idealización al quitar los posibles roces de verse con frecuencia existe, igual que existe el riesgo de hartazgo porque necesites a esa persona para ahora mismo, porque un abrazo no se puede dar a distancia, etc. La respuesta breve es que no es indispensable la convivencia permanente (y esta pregunta viene más abajo), pero para mí es imprescindible que haya un plan de acercamiento geográfico a medio o (no muy) largo plazo. Además, puede que el sitio esté a 10 horas en coche pero solo a una hora en avión, así que, si hay interés por parte de la otra persona, verá la forma de acortar kilómetros, incluyendo tirar de teléfono, chat, cam y lo que se tercie.
- ¿Cómo defines fidelidad?
Esta pregunta la resuelven los infieles diciendo que son leales, lo cual se supone que es más importante que ser fiel. O sea, van de cama en cama pero siempre vuelven a la misma... porque simplemente esa cama es una inercia o comodidad o conveniencia en su vida. Vamos a ver, la fidelidad solo tiene una definición, o eres o no eres fiel. Es un ingrediente fundamental para mí: si no soy imprescindible, si soy intercambiable, no me interesa ese nivel de relación. Y lo ideal no es que se plantee como un sacrificio o renuncia, sino que surja de manera natural: solo me apetece estar contigo. Punto.
- ¿En qué consiste la conducta amorosa, cariñosa, sexual y romántica? ¿Dónde encajan en tus definiciones cosas como el flirteo, besarse, las cartas de amor, hacerse regalos, tener citas, tener una relación, las llamadas de teléfono, los emails y la mensajería instantanea?
A ver, las “moñadas” de regalarme un ramo de flores no me derriten. Todo lo que vaya en la línea de lo que se supone hace todo macho para conquistar y tener algo a-cambio-de, me echa para atrás. Lo cual no quiere decir que no me gusten los detalles. Ojo, detalles, como símbolo de que esa persona está pendiente de ti, porque le surge así. No me van los regalos ostentosos, no me pueden “comprar” ni deslumbrarme por ese medio. Un mensaje, un regalo de algo que realmente me haga ilusión, una palabra a tiempo, todo eso es lo que me llena y me demuestra que le importo a la otra persona.
- ¿Qué significa el compromiso para ti?¿Como defines una relación con compromiso?
Compromiso me suena a contrato, a algo impuesto. No quiero algo tan frío y maquinal, solo quiero ver en los ojos de él que necesita y elige seguir estando conmigo cada día. Si el feeling se pierde, ¿qué sentido tiene un absurdo compromiso? Mejor dejar volar a la persona, que sea feliz y que yo lo sea con alguien con quien encaje y surjan los sentimientos de manera más rodada.
- ¿Cuáles son las cosas más importantes que necesitas en una relación?
Básicamente que me haga sentir BIEN. Y eso no significa que todo vaya viento en popa siempre, somos humanos y tenemos errores y días bajos. Pero si él pone todo el empeño y me compensa más adelante cuando falla, es todo lo bueno que puedo sacar de esa relación. Y como dije al principio, compartir vivencias y sentirme entendida y aceptada. Que seamos ambos un poquito mejores por estar juntos y que la relación nos aporte en vez de quitarnos, ese es el sentido de tener una relación en mi opinión, aunque por desgracia mucha gente quiere tener una relación como algo abstracto e impersonal por poder decir que la tienen o por miedo a la soledad, incluso cuando es más negativa que positiva.
- ¿Cómo es para ti de importante vivir con una de tus relaciones?
Bien, llegamos a una pregunta clave. Esto entra en lo típico y parece lo deseable por la mayoría, pero soy una persona que necesita bastante espacio privado, así que la idea de una convivencia permanente me agobia, así de simple. No descarto compartir techo y sé que puedo hacerlo, pero teniendo “mis dominios privados” que el sumiso debe respetar. Por poner un ejemplo: ¿dormir juntos? Solo si me apetece. Lo cual no quita que en medio de la noche me cuele en su cama y abuse un rato de él :P O que vaya por la mañana a abrazarlo, pero ya digo, a mi ritmo.
- Siendo realistas ¿cuánto tiempo y energía tienes para dedicarla a una relación?
Jeje, ¿cuánto tiempo y energía tengo para vivir...? Pues lo mismo. Si algo es importante en mi vida, como el hecho de vivir en sí mismo, o estar con alguien que me importa, eso te da la energía y las ganas de sacar tiempo de donde haga falta. Se puede compaginar, cuestión de priorizar y de tener ilusión.
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