MIS LIBROS FEMDOM

21 enero 2012

Grados de sumisión

Una duda que se plantean muchos es si son “suficientemente” sumisos. No es mala cuestión, solo que no está bien planteada. Nadie es más o menos sumiso, todo depende de lo que busque cada cual en su vida y, sobre todo, lo que exija cada Ama en concreto. A mí no me sirve cualquiera. No es como me dijo uno... “Soy físicamente una mierda y estoy muy mayor y tengo pareja, pero eso no importa, porque usted busca servidumbre y todo lo demás sobra”. Aparte de la alucinante retahíla que suelta el individuo hablando por mi boca, equivocadamente encima, el fondo de lo que dice es totalmente falso en mi caso. Estos han leído muchas veces anuncios de Amas que dicen que no les importa físico ni estado civil y dan por sentado que todas somos iguales.


El sumiso que yo busco tiene que ser auténtico, según mi definición de lo que me parece a MÍ auténtico, y no lo pongo en mayúsculas para dármelas de mega-Ama, es para subrayar lo personal de la opinión. A la que busque un rato sin complicaciones o experimentar, le bastará con que el sumiso se comporte en ese rato que dure el encuentro.


Voy a exponer mi escala a la hora de valorar cada sumiso que me llega. Repito que es la mía, como cada cual tiene su escala de valores por ejemplo, aunque algunos la tengan claramente equivocada y vean muy normal caer en abusos y extremos psicóticos varios... Sí, dejo caer que mi escala tiene una sólida base, que no nace de la noche a la mañana, que surge de conocer muchos tipos de sumisos, o de muchos hombres que decían ser sumisos, sin especificar nada más, como si la sumisión fuera algo estandar que no admite variaciones.


Caso 1- Te excita ver escenas de porno femdom, o imaginarte en ellas si es que no ves estas cosas, pero se te pasa la sumisión cuando se te acaba la excitación.

Lo tuyo es sumisión a ratos, sesiones sueltas, bdsm esporádico. Espero que lo tengas muy claro antes de buscar una mujer que se complemente con tus gustos. Puedes buscar jugar o puedes buscar una mujer que quiera jugar contigo en momentos puntuales, en ambos casos no lo necesitas como motor de tus relaciones.


Caso 2- Sigues con deseos de servir a esa mujer más allá del terreno sexual. Sientes algo dentro de ti contra lo que no puedes, ni quieres, luchar, y que se aleja de todo papel convencional de la relación hombre-mujer. Entiendes que la sumisión no es una tanda de azotes y usarte analmente, de hecho puede que tu Ama ni siquiera tenga esas preferencias.

Yo te considero algo más que un sumiso a ratos pero algo menos que un sumiso total, dando por sentado que con mucha probabilidad todo eso que sientes no te impide mantener relaciones vainilla con mujeres vainilla. Sin la sumisión notas que te falta algo, pero no cambias tu 'vida socialmente aceptada como canon normal' por una relación exclusiva D/s. Te basta con una relación paralela con una Ama a espaldas de tu pareja. O si no tienes pareja, te basta con un Ama de manera no permanente.


Caso 3- No concibes otra forma de relación con una mujer que la de adorarla y obedecerla en todas las facetas. Puedes tener por inercia relaciones vainilla, pero te dejan cada vez más vacío y hundido en la miseria. Has decidido incluso que no volverás a tener ni una sola relación más de ese tipo, que antes prefieres meterte a monje.

Obviamente lo tuyo es sumisión total. Este caso, aplicado a la Dominación, es el caso en el que me encuadro yo. No juego a ser Dómina, soy una mujer Dominante, y no concibo otra forma de relación con el sexo opuesto distinta a la D/s. Y es el tipo de sumiso que busco. Se dice que hay más sumisos que Amas, pero sumisos de esta clase hay muy pocos, y yo no me conformo con otra clase, porque busco lo que se complementa conmigo, no por otra cosa.


Esto no es un ránking ni el orden significa que un caso esté por encima de otro, aunque para mí sí haya grados y grados. Pero, no es una jerarquía, no son distintos niveles, simplemente están separados por completo. Tal vez una persona pueda evolucionar (o involucionar...) de un grado a otro, pero en principio me planteo que cada sumiso que conozco está ya englobado en un caso y no puede, ni quiere, salir de ahí. Hay de todo, algunos cambian, otros no. En cualquier caso, yo no me engaño pretendiendo cambiar a nadie (fuente ésta de tantos conflictos en cualquier tipo de relación). Algunos he encontrado que quieren pasar del caso 1 al 3 al saber lo que yo busco, pero no tienen madera, debido a problemas de tozudez, cerrazón mental y super-ego que lo hacen imposible. Hay hombres que no tienen interiorizados los conceptos de respeto, humildad, obediencia, y sería una tarea muy ardua moldear su carácter; tarea con mayor probabilidad de frustración para el Ama que para él mismo. Ya hablaré de los sumisos-reto.


Un sumiso total no es el que obedece a ciegas, de hecho será más selectivo que aquel que busque pasar un rato, para entregarse por completo no le sirve cualquiera que se ponga el cartelito de Ama. De hecho también, puede que en un momento de calentón, un sumiso del caso 1 se entregue a ciegas a una desconocida, pero eso sería una falsa sumisión total, eso es ser un irresponsable y un loco.


Un sumiso total (para mí) tampoco es aquel que se somete a todo tipo de prácticas bdsm. En esto entra la compenetración de ambas partes, es un tema distinto, no hablo de sesiones, hablo de algo más amplio como intento explicar a través de todas las entradas del blog.


¿Tiene algo que ver la experiencia con cada caso? No tiene por qué. Tal vez un hombre lleva 30 años de sesiones tras los cuales siente que ya ha experimentado bastante y se dedique a jugar al golf en el tiempo que empleaba en aquello. O puede que llegue a sentir que necesita convertirlo en su modo de vida sentimental. Igualmente, al caso 3 se puede llegar después de pasar por las otras dos fases, de los 50 años en adelante, o bien a los 25, después de tener varias novietas vainilla y una sola Ama durante 1 mes que sirvió para descubrir su verdadera naturaleza.



Creo que sin este post es imposible entender el resto del blog, y que por eso vienen muchos malentendidos y mucho despiste a la hora de comentar o dirigirse a mí por privado. Como dije antes, no he realizado una escala, pero evidentemente no me parece que tenga la misma autoridad una opinión de un bedesemero aficionado que la de un sumiso que vive su identidad con la misma naturalidad con la que respira. No obstante, todas las opiniones tienen cabida, es un reflejo a pequeña escala de lo variopinto que resulta ser cualquier grupo. Tal vez algunos se sientan decepcionados porque están esperando que relate intimidades sadomasoquistas y emigren a otros ciber-lugares. Bien, prefiero 10 lectores que entiendan lo que digo antes que 100 que esperen algo que nunca va a llegar.

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¿Qué me atrae en un sumiso?

Aunque ya expliqué aquí lo que busco en un sumiso, voy a especificar un poco más. Lo que voy a comentar no es una guía de lo que debe hacer...